Ha sido un mes horrible.Juan Pablo duerme en el dia y en la noche llora por lo cual no he logrado dormir.

Además papá y Fede no me permiten salir de la casa la cual está resguardada por varios guardaespaldas.

En este instante estoy recostada después de lograr dormir al rey de la casa y luego de que Fede terminará de leerle un cuento a las princesas.

—Tengamos otro—Me propone y yo reí fuerte.

—Ni lo sueñes, estoy muerta.

—¿Quieres un masaje?

Negué con la cabeza porque ya se como acaban sus masajes.

A él no le importó mi negativa y me empujó a la cama colocándose encima de mi.

—Mi amor no tengo ganas, estoy muerta.

—Ya nunca tienes tiempo para mi. Todo tú mundo son esos niños.Dime ¿hace cuanto tiempo no me das un beso?.

Reí fuerte —Eres un celoso, Federico.

Uni mis labios a los suyos en un beso corto el cual el me siguió.Me acomode encima de él.

—Así amor

—No es suficiente, yo quiero más besos.

Comencé a dejar varios besos en su cuello y me encargué de succionar el pomulo de su oreja.