Isabel
Hace más de media hora acabó la reunión, en la cual, celebramos la boda. Ya el chofer llevo a Jorshua a su casa y yo estoy en la sala esperando a que Fede termine de charlar con el señor Segovia para irnos a su casa.Acordamos que viviríamos en la casa de él porque es un poco más grande que mi departamento.Desde acá puedo escuchar gritos y reconozco esa voz como la de Federico. Él suele ser muy calmado y no comprendo porqué se alteraría de esta forma.—¿Nos vamos, amor?—Le pregunté a él cuando se acercó a mí.La mirada de Fede es muy extraña, nunca lo había visto mirarme de esa forma tan extraña.—Yo me iré, pero tú no .—No digas tonterías. Tú me pediste que te espere para irnos a tu casa.—Surgió un inconveniente y debo realizar un viaje de negocios.—¿Tiene que ser hoy?— Pregunté enfadada—No me hagas esos ojitos, sabes que me puedes —Él sube sus manos a mis mejillas y deja un beso pequeño en mis labios —Lo que más deseo es quedarme y hacerte el amor toda la noche, pero mi trabajo es importante, hermosa.—Está bien, pero me lo compensarás.—Por supuesto, es una promesa.—Bien ¿Me llevas a mi casa?—No hago tiempo, mi amor, debo irme de inmediato.—Entonces llamaré a un Uber o un taxi.—Isabel no puedo permitir que te vayas sola en un taxi. Esta mansión es enorme y el señor Segovia ofreció que te quedes en una de las habitaciones.—No quiero quedarme. Él no me inspira confianza.—No seas, él nunca te , sabe lo que significas para mí.Fuimos interrumpidos cuando el hombre se acercó a nosotros con su m*****a sonrisa arrogante.—¿Sigues acá?—Le pregunta a Fede con un tono de fastidio—solamente me despedía de Isabel, señor.—Le agradezco el ofrecimiento, pero no quiero molestar y por ello, me iré a mi casa.— Le digo—¡No es molestia esta es tu casa, muñeca!. ¡Y no está en discusión no irás a ningún lado!.—Nos vemos, Isabel —Él deja un beso en mi mejilla y me estrecha entre sus brazos —Nunca olvides que te amo muchísimo, muy pronto volveré por ti, es una promesa.No sé porque tengo la sensación de que se está despidiendo por un largo tiempo.—Me encargaré personalmente de que no te aburras, muñeca.— Anuncia el señor Segovia cuando estamos a solas.—¿Dormiré en el mismo cuarto en el cual me cambie de ropa? — IndaguéÉl niega con la cabeza—La sirvienta se encargará de guiarte a la habitación. ¿No deseas cenar?.—No gracias.Si tengo hambre, pero no deseo compartir la mesa con ese hombre. Lo único que quiero es que esta horrible noche termine.La sirvienta me guío hacia mi habitación la cual es más espaciosa que la anterior.Posee una cama enorme y me percato de que su decoración pertenece a un hombre.Ignore esos detalles, me dirigí al baño para quitarme el vestido porque quiero dormir y es muy incómodo. Me deshice de mi peinado dejando mi cabello suelto y me quite el maquillaje lavando mi rostro con agua.Es una de las primeras ocasiones en las cuales dormiré sin mis cremas. Lo que más me enfada además de estar sola en una casa que no es la mía en mi noche de bodas, es que pedí unos días de licencia, en el trabajo, para estar con Fede y esos días me los descontaran.Iré mañana al restaurante para averigua si hay alguna forma de regresar al trabajo.Mi carrera de modelaje está en sus comienzos; por ello, no tengo demasiado trabajo. Estoy trabajando en un restaurante para pagarme los estudios y mi departamento. No quiero tocar el dinero de mi abuelo porque eso implicaría perder mi orgullo.Me recosté en la cama e intenté enviarle un mensaje a Jorshua , en su defecto a Fran, para que vengan a buscarme, pero ninguno de los dos responde.Seguramente, Jorshi está en su quinto sueño y Fran debe estar acostándose con alguna mujer.Mi amigo es increíble porque se acuesta con una mujer diferente cada semana y luego no recuerda a las pobres, quienes quedan enamoradas de él. El cínico se molesta si yo salgo con algún tipo que acabo de conocer.Soy famosa entre mis amigos, por citarme, con desconocidos por internet. Creo que de milagro no me han secuestrado.No soy ninguna ingenua, recuerdo que un hombre me cito en el parque a las ocho de la noche y por supuesto, nunca asistí.Siempre que me cito con algún hombre, Jorshi se encuentra a centímetros de mí, por si surge, algún inconveniente.Salgo de mis pensamientos cuando me percato de que alguien está abriendo la puerta de la habitación.De inmediato, me levanto de la cama cuándo observo que se trata del señor Segovia.—¡Qué hace acá!—Es mi casa y puedo entrar al cuarto que desee.—Él me escanea de arriba a abajo detallando la lencería pequeña que estoy vistiendo—Eres más hermosa de lo que imagine, Isabel, te quedo a la perfección la lencería que compre para ti.—¿Usted?—Si yo —Él aprovecho mi confusión y se acercó a mí, en pasos agigantados.Parezco un gatito y él un león. El hombre me gana en altura sin dudas.Me pregunto ¿Cuantos años tendrá? calculo que tendrá entre treinta o treinta y cinco años.—¡Lárguese o le juro que grito! —Le adviertoÉl ríe —Adelante, pequeña, los sirvientes me obedecen solamente a mí.—Usted no sabe quién soy yo si se atreve a tocarme un pelo, lo pagará el resto de su vida, idiota.—Sé perfectamente quien eres, Isabel Montenegro, la nieta mayor de Ernesto Montenegro, dueño de una de las empresas más importantes, dedicada a la exportación e importación de productos.—Él se detiene unos segundos y después prosigue —Estudiaste tres años de finanzas, pero luego decidiste optar por la carrera de modelaje, trabajas en la agencia de modelos de Ana Helt, la mejor amiga de tu madre.—¡Qué!—Es lo único que logró formular—¡Eres tú quién debe preguntarse quien soy yo!.—¿Y quien eres? ¡Un maldito acosador!.—Mi nombre es Federico Salvatierra y soy tu esposo, lo que significa que eres mía.No logro salir de un estado de perplejidad. Él unió sus labios a los en un beso salvaje y arrasador, con el cual, le roba el aire a mis pulmones.Sus labios son dominantes y efusivos, él no tardo más de dos segundos en adentrar su lengua explorando mi boca.Él no tardo en empujarme a la cama y posicionarse encima de mí.Se está encargando de dejar pequeños besos en mi cuello, mientras yo me encuentro observando el techo, adentrada en mis pensamientos.Cuando el sujeto intento bajar mis bragas volví en mí.—No se te ocurra.—Eres mi esposa y estas en nuestra noche de bodas, pequeña.—¡Estás demente! ¡No te conozco!.—Exclame furiosa.—¡Suéltame o me conocerás, estúpido!.Intento golpearlo, pero él tomó mis muñecas y las llevo arriba de mi cabeza sosteniéndolas.—¡Quédate quieta!. ¡A partir de ahora solamente me obedecerás o afrontarás las consecuencias!.Él vuelve a unir sus labios a los míosNo me contuve y cuando tuve la oportunidad mordí su cuello con toda mi fuerza logrando que él sangre.—¡Ay!—Exclama furiosoNo le di oportunidad para nada y tome una lámpara para estrellarla en su cabeza y lograr que su cuerpo caiga al suelo.Tomo un saco para cubrirme , al igual que mi celular y salgo del lugar prácticamente corriendo.Isabel Desperté gracias a los rayos del sol, los cuales impactaron en mi rostro y mi ruidosa alarma.Aún no puedo creer que lo que ocurrió anoche sea real. Yo no puedo estar casada con ese sujeto.Seguramente, estaba bromeando para que aceptara acostarme con él. Fede no pudo mentirme. Fede no pudo fingir ser otra persona para enamorarme y después entregarme a ese tipo.Estoy segura de que él no sabe lo que hizo ese sujeto.—Te traje el desayuno, guapa. —Me dice Jorshua Levanto la vista y diviso que Jorshi está entrando a mi habitación con una charola entre sus manos con el desayuno.Tostadas, mermelada y café recién preparado, desde mi eje puedo inhalar el aroma—Gracias, pero no tengo hambre —Es tu desayuno de Luna de miel.—Me recuerda dibujando una sonrisa en su bwllo rostro —Lamento haber arruinado tú cita, Jorshi.Él rodea los ojos —Me salvaste, ese tipo era un idiota. No entiendo ¿Cuando encontraré al amor de mi vida? ¿A mi media naranja?.Reí con ganas debido a que mi amigo sue
Federico —¡Suéltame, idiota!—Isabel grita molesta No ha dejado de gritar en todo el camino hacia mi casa he considerado cubrir su boca con cinta.Esta mocosa ya me está desesperando.No me contuve y le pegue una nalgada lo cual solamente aumento sus gritos e insultos.—¡Hijo de...!Soy consciente de que si la bajará de mi hombro ella sería capaz de golpearme.Aún me duele la cabeza porque la salvaje me golpeó con la lámpara en la cabeza.Hubiera sido mejor que me case con una mula loca en lugar de con Isabel. Esta mocosa está completamente demente y la verdad tiene a quien salir.No tarde más de seis minutos en subir rumbo hacía mi habitación para arrojarla a la cama. La deposité entre mis sábados sin ningún tipo de cuidado y pude percibir el terror en su mirada.—¡Me vas a violar! ¡Maldito enfermo!.— Exclama molesta —¡Cierra la boca, Isabel! ¡No tienes una idea de lo que soy capaz!.—¡No te tengo miedo, imbécil!.Cualquiera de mis empleados temblarían ante mis amenazas, pero Isabel
IsabelMis ojos están secos, por tanto, llorar y ya no siento mi voz debido a mis gritos, pero no ha servido de nada porque me encuentro atrapada en esta m*****a habitación de esta m*****a casa. Salí de mis pensamientos cuando una mujer entro a la habitación con una charola en mano, la cual contiene un sándwich y jugó de naranja.—Buenas noches, señora Isabel.—Me saluda dibujando una sonrisa cálida en sus labios —¿Por qué me trae eso?. Aquel tipo dijo que no debo cenar en dos días.—Espete. El hecho de mencionar su nombre o pensar en él me provoca nauseas.—No ha nacido el hombre que me ordene que hacer ni siquiera mi niño y yo no la dejaré morir de hambre.— Sentencia severa.—Gracias, señora...—Soy Abril, la nana del joven Federico.La mujer posee el cabello canoso recogido en un chongo, los ojos color verde y luce un vestido color blanco con detalles en tonto rojo, es bastante sencillo.—No puedo cenar con las esposas y además quiero ir al baño.—Está bien, pero no intente huir o y
Isabel Cuando llegamos a la mansión me percaté de que es un poco más grande que la hacienda en la cual nos casamos. La diferencia principal es que la propiedad no se encuentra tan alejada de la ciudad. De hecho, estamos a poca distancia de la mansión de mis abuelos y de mi empresa. Porque a pesar de todo esa empresa sigue siendo mía debido a que mis padres heredaron a mis hermanas y a mí. Federico toma mi brazo y me guía hacía la enorme sala. En la cual se encuentran reunidas varias personas. Un hombre vestido de traje color negro el cual asumo que es el chofer y cuatro muchachas, de las cuales, tres lucen vestimenta de empleada doméstica y la cuarta posee ropa casual. —Bienvenido, espero que le haya ido bien en su viaje —Nos saluda la mujer que está vestida normalmente dibujando una sonrisa en su rostro —Quiero presentarles a mi esposa, Isabel, quien vivirá con nosotros a partir de hoy. —Les informa Federico Ellos asienten y se dedican a felicitarnos a diferencia de la muchacha
Federico Me encuentro muy enfadado, no puedo creer que este mocoso sea tan desobediente aunque debo admitir que yo era igual con nuestro padre.Nunca lo obedecí en absolutamente nada y usualmente lo enfrentaba cuando él insultaba a mi madre a pesar de que era pequeño. Pero si yo le ordenó que hacer a Julián es porque deseo lo mejor para él, en cambio, mi padre nunca nos quiso. Estoy seguro de que siempre nos consideró un estorbo y principalmente a mí. Él únicamente tenía ojos para esa mujer, la culpable de su muerte. —¡Vuelve por dónde llegaste! —Le ordeno molesto Él niega con la cabeza y exclama molesto —¡No, Fede, ya te he dicho que quiero hacer la residencia aquí!. Julián posee el cabello oscuro como yo, pero sus ojos son color gris como lo eran los de mamá. Es el retrato de ella y yo de mi padre. Lo he mantenido muy lejos de mi venganza. De hecho, él cree que nuestros padres murieron debido a un incendio y ni siquiera estaba en la casa en ese momento porque se encontraba en l
Isabel Me desperté aturdida, demasiado aturdida.Sinceramente, no recuerdo que fue lo que ocurrió ayer. Ni siquiera recuerdo haberme levantado de la cama.Al observar mi cuerpo me percaté de que tengo el suero conectado a mi muñeca entre otros aparatos.No necesito ser una eminencia para percatarme de que me encuentro en una clínica.—ya despertaste, niña. —Cuando levanté la vista me percaté de que Abril está entrando a la habitación.—¿Qué me paso?—Pregunte confusa —Tranquila niña Isabel. Te desmayaste y te trajimos a la clínica, corazón.—Ella deja un beso en mi mejilla —Ya hablé con...No logro terminar la frase porque otro hombre entro en la habitación. Por su vestimenta me percató de que se trata de un médico.Me resulta extrañamente familiar, lo recuerdo como si fuera una especie de sueño. Su cabello es oscuro y sus ojos son color gris. A decir verdad, es muy guapo y me recuerda a alguien, pero no recuerdo a quien. Algo en su mirada me es muy familiar.—Buenos días, veo que
Aún no puedo creer que este patán se encuentre aquí. ¿Cómo se atreve a mirarme?. —¡Tú no deberías estar aquí!—Federico le lanza una mirada asesina —No seas intenso, Fede—Le dice su hermano —¡No intervengas, Julián!—Él lo regaña —Deje a alguien de confianza a cargo de sus negocios y regrese porque debo atender un asunto muy importante—Él no deja de mirarme y en ese momento el brazo de Federico ejerció presión en mi cintura —Nunca me imaginé que serías tan afectuoso con las personas del servicio —Comenta Julián —Hay una confusión, Isabel es mi esposa—Él deposita un beso en mis labios y yo se lo sigo por primera vez en la vida. Me percaté de que el farsante centra su mirada en la pared para evitar observar nuestro beso. El infeliz aprovechado de Federico no cansó de besarme hasta dejarme sin aire. —¡Vaya dejen algo para su luna de miel!—Ríe Julián —Esperen... ¿Seré tío?—Él pregunta con una sonrisa dibujada en su rostro Estaba a punto de negar con la cabeza cuando él se acercó a
—Estaba muy ilusionado con ser tío, pero al parecer Fede y tú deben seguir trabajando en ello. —Él ríe fuerte—Hablando en serio debes cuidar tu alimentación Isabel porque tienes anemia.Es verdad que últimamente me he mal pasado para bajar unos kilos debido a que deseaba que me escojan como modelo para una campaña.—Me tome el atrevimiento de sacar una cita con el nutricionista para que te recete unas vitaminas y la lista de alimentos que debes consumir.—Muchas gracias, Julián—Ahora somos familia —Él deja un beso en mi mejilla antes de alejarseMe percaté de que Julián se marchó, pero entro Paloma junto con otra mujer.Esta mujer posee un vestido color negro demasiado corto. Debo reconocer que es muy hermosa con su cabello oscuro y sus ojos color aceituna.—Buenos días, señorita Amanda —La saluda Camila—No se queden allí paradas y llamen a Federico—Les ordenaReí —Un buen día nunca está de más—¡Tú quien eres! ¡Quién te crees para hablarme así es evidente que no tienes una idea con