CAPÍTULO II

◇◇ Jarrel ◇◇

—Tranquilízate Darek —Miro para todos lados para ver dónde está, su olor se hace más fuerte es un olor a canela, lirio y rocío.

“—Búscala o me transformó aquí mismo y la busco yo, no puedes tener el olfato tan oxidado.

—Y qué crees que hago, pero hay tanta gente que no se de donde proviene.

—Huy Linda, al fin te dignas en aparecer, estamos saturados.

—Lo siento debí esperar a la niñera —Su mirada se posa en mí, mi corazón late tan fuerte y Darek no deja de saltar y mover la cola.

“—Es ella verdad, es ella, es tan linda como su nombre.

—Tal vez solo le dijo así de cariño.

—Buenas tardes, señorita, quisiera cambiar mi orden para comer aquí —digo ganándome una hermosa sonrisa de su parte.

—Buenas tardes, por supuesto puede tomar asiento, yo le llevo su pedido —mi piel se eriza al escuchar la dulzura de su voz delicada.

—Gracias, con permiso —me siento como un adolescente, esto se siente al encontrar a tu alma gemela.

“—Por la diosa es ella, es tan, tan hermosa, ya quiero llevarla conmigo, la podemos llevar a casa ya.

—No, aún no, estás tan entusiasmado que no has sentido su otro olor.

“—El de humano.

—Sí es humana, pero eso que, ya no me interesa lo que sea, tal vez sea otra persona que tiene ese olor impregnado, lo mejor es esperar por ella y estar seguro.

“—Pero nos las vamos a llevar, verdad.

—Por la diosa Darek, sé que un milenio sin ella es mucho tiempo, pero tranquilízate. Primero debemos saber sobre ella y…

“—No podemos conocerla después, tú mismo lo dijiste, son muchos años sin ella y la quiero conmigo.

—Un pastel de queso con mermelada de fresa y un Frappé de fresa —sus ojos grises me miran detenidamente.

Su delicioso olor me inunda las fosas nasales, aunque hay otro olor en ella es un olor que reconozco a la perfección, pero porque tiene ese olor si es humana.

—Muchas gracias, señorita…

—Linda —dice nerviosa, miro su gafete. —me permite su factura.

—Sí, toma —me sonríe.

—Gracias, que pase una excelente tarde.

—Igualmente para ti Linda —digo levantándome. —debo darte propina, cierto.

—No, eso está incluido en el cobro de su pedido, con permiso —se retira a otra mesa.

“—Porque no la llevamos con nosotros.

—Darek déjame hacer esto a mi manera, ya la encontramos que es lo importante no es así, sabemos dónde está, solo debemos saber si tiene familia, si tiene a alguien más.

“—Alguien más como quien.

Me vuelvo a sentar para comer, no puedo apartar mi mirada de ella. Minutos después decido marcharme.

—Volvamos a casa, no quiero perder el control aquí.

—¿La vas a dejar? —Salgo de la cafetería y voy a casa, primero quiero averiguar porque su olor está combinado con el de un maldito pícaro.

Debo averiguar porque su olor está combinado con el de un pícaro, pero para ello debo vigilarla de cerca, no me gusta la idea.

—No Jarre tú no eres así —me digo.

“—Estás pensando espiarla ¿verdad?

—Sí Darek, no me gusta la idea, pero debo hacerlo.

“—Adelante, vamos que esperas, quiero verla nuevamente, su sonrisa es hermosa, sus ojos, su boca toda ella quiero besarla hasta dejarla sin aliento.

—Darek m*****a sea deja tu maldito fuego prostático a un lado, pareces un adolescente.

“—No tengo ningún fuego prostático, no serás tú él que tiene las feromonas elevadas, yo solo estoy pensando en devorar sus labios, no es un pecado querer devorar los labios de tu destinada —suspiró y niego. —toma las llaves y vamos con mi mate —no lo pienso más y tomo las llaves del Macerati.

Al llegar aparco en una esquina donde puedo divisar la entrada de la cafetería…

Pasada las diez de la noche la veo salir acompañada de una mujer, enciendo el auto y la sigo, en una esquina ambas se despiden. La sigo de lejos hasta que llega a una edificación, agudizó mi oído para escuchar.

—¿Por qué llegas a esta hora? —pregunta un hombre.

—Tenía que cerrar, te dije antes de irme —contesta ella con voz apacible.

—Cuántas veces te he dicho que no me contestes de esa forma.

—Lo siento no fue mi intención —dice, luego no escucho más nada.

Aprieto el volante tratando de controlar a Darek y a mí mismo, queremos entrar a ese edificio y golpear a esa persona que le ha hablado a mi mate de esa forma.

“—Quien se cree él, déjame salir y lo desapareceré de este continente o mejor de este mundo.

—Quiero hacer lo mismo Darek.

"—Entonces levanta ese viejo trasero de ese asiento y vamos, acaso le tienes miedo.

—No, pero ella está ahí adentro, no voy a hacerle daño sabiendo que ella está presente.

" —Pero el tono de su voz era de temor —suspiró, he permanecido por cuatro horas aquí y no he escuchado nada, ni siquiera su voz.

Regreso a casa a pesar de que Darek, se opuso rotundamente, pero nada gano con quedarme ahí haciendo que…

Al día siguiente hago la misma rutina, aunque todo el día me la pase pensando en ella, al terminar de la reunión paso nuevamente a la cafetería, pero esta vez no entro solo la observó desde fuera.

Ya es el tercer día, entre a la cafetería ya que Darek quiere sentir su olor más cerca, me siento en una mesa hasta que la veo acercarse a una mesa.

—Hola mi amor estás bien —le habla a una pequeña tal vez de unos tres años.

—Si mami.

—Linda se puede saber qué hace tu hija aquí, este es tu lugar de trabajo, cuantas veces te he dicho que no la traigas, es un área de trabajo, no una guardería —le grita un hombre, aprieto la taza hasta despedazarla.

“—Tiene una hija —se queja Darek.

—Es humana puede tener hijos con otra persona Darek —me levanto y de unas cuantas zancadas quedo cara a cara con el hombre tomándolo del cuello de su camisa.

—No te permito que le hables así a la señorita, no es forma de hablarle a una mujer y mucho menos si hay una pequeña viendo —la miro y niega, la niña esconde su rostro en el pecho de su madre.

—Por favor suéltalo es mi jefe y tiene razón, no debería traer a mi hija —dice con la cabeza inclinada. —es que la niñera a última hora me cancelo y no tengo con quien dejarla.

—Aun así, no es motivo para que él te hable de esa forma —suelto mi agarre.

—Ella sabe muy bien que aquí no puede traer a la niña —dice el hombre sacudiéndose. —será mejor que te marches.

—Pero señor por favor necesito este trabajo.

—Eso debiste pensar cuando trajiste a tu hija aquí.

—Mami —susurra la pequeña.

“—Este hombre quiere morir hoy, no puede tratar a mi mate de esta forma.

—Lo sé dejémoslo por ahora. —Miro a Linda quien tiene los ojos cristalizados.

—Tranquila ven te ayudo —paso mis manos por de su espalda y la guió hacia la salida, la llevo a mi auto, le abro la puerta en la parte trasera del auto.

“—Al fin la llevaremos a casa, podemos irnos hoy mismo a la manada.

—No Darek, primero debemos darle una buena lección a este imbécil.

—Espérame aquí, ya vuelvo —cierro la puerta, entro a la cafetería, sigo su olor hasta una puerta, entró sin tocar.

—¿Quién es usted, qué hace aquí?

—En verdad quiere saber quién soy, no creo que te estés preparado para ello no es así, te advierto que con un chasquido de mis dedos está cafetería se va a la ruina, así que te ordeno que en la noche a las ocho y treinta tomes tu maldito teléfono y la llames para que venga a trabajar mañana, si sabes de quien estoy hablando.

—No voy a hacer tal cosa, no sé quién es usted y no me interesa —Sonrió.

Darek quiere tomar el control mas no lo dejo, lo tomo de cuello y mis manos se llenan de pelaje, mis ojos se tornan rojos, le muestro mis colmillos.

—¿Quién es?... —dice tartamudeando. —usted es un… un licántropo… —dice temblando de terror. —haré lo que usted diga señor, ya mismo llamo a la señorita Moreau.

—Ya te di la hora —lo suelto y salgo de la oficina, una de las chicas se acerca y me entrega una bolsa.

—Es de linda —asiento y salgo.

"—No pensarás dejar que ella regrese a este lugar.

—Solo será mientras averiguo quien es el pícaro que está cerca de ella.

" —Ella es su mate también… no, no podría ser, ellos ya no tienen mate, pero si pueden procrear con humanos no es así.

—Si Darek —subo al auto y conduzco hasta la casa, no se me ocurre a donde más llevarla.

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