◇◇Jarrel◇◇—Está bien solo queremos conocerla —dice Waylon palmeando mi hombro.Me aparto para que entren, aunque a Darek no le gusta nada la presencia de Amanda aquí.La mesa esta puesta con todo, pero ella no está.—Tomen asiento, ella debe estar con Estrella —siento su olor tras de mí.—Lo siento yo... ¡oh!, buenos días.—Buenos días —responde Leysa y Waylon.—Linda te presento a Leysa y mi hermano Waylon, el pequeño es Eiden, ella es Linda y la pequeña es Estrella — digo parado a su lado.—Es un placer conocerlos, ustedes son —nos mira a ambos.—Es un placer conocerlos, ustedes son —nos mira a ambos.—El placer es todo nuestro. Sí, Jarrell y yo somos gemelos —Waylon estrecha su mano. —pero de los dos yo soy él mas guapo —niego.—Pues no me parece, es decir Jarrell es atractivo, los dos son atractivos —dice nerviosa.—Es cierto los dos son atractivos —interviene Leysa. —Soy Leysa y él es mi pequeño.—Hola —dice con voz dulce inclinándose a la altura de Eiden.—Hola —le responde son
♧♧ Linda ♧♧ —Tranquila no te pongas a la defensiva, después de todo tú tienes pareja y Jarrell y yo pronto formaremos una familia, dónde tú y tu hija solo van a estorbar —antes de decirle algo salió. Cerré mis ojos y respiré profundo. —No será fácil tu vida aquí Linda, será mejor que huyas de aquí. —No soy cobarde. —Linda —giro hacia la voz. —te cortaste —dice con preocupación, miro mi mano y suelto el cuchillo. —Tranquila déjame limpiarla.No sé en qué momento me corté, como es que no sentí dolor.—Jarrell yo solo… no sé cómo paso, lo siento.—No te preocupes todo está bien —envuelve mi mano en un pañuelo. —te duele —Asiento.—No quiero recaer, no quiero lastimarme más —digo al borde de las lágrimas.—No lo harás, trabajaremos en ello de acuerdo —Asiento. —iré por el botiquín, ven siéntate —tomo asiento en uno de los taburetes.Hace años atrás me lastimaba para no sentir dolor, pero desde que Estrellita llego a mi vida dejé de hacerlo, no pude haberlo hecho, no siento dolor solo
♡♡ Linda ♡♡—Y si te digo que esto no será temporal, y que no habrá otra mujer, ni otros hijos en mi vida, solo ustedes dos… En verdad crees que te traje aquí porque quiero que seas mi asistente personal, no, yo te traje conmigo por dos razones la primera porque no te iba dejar sufriendo en manos de ese desgraciado y segundo porque eres la única mujer que quiero a mi lado. —lo miro sin entender. —No lo entenderás por ahora, pero sé que pronto lo harás. Te traje aquí porque te necesito conmigo, te quiero a mi lado Linda.—No, no entiendo, a qué te refieres con la única mujer qué quieres que este a tu lado, te refieres a, no Jarrell, yo no estoy para una… —se arrodilla frente a mí.—No Linda, si algún día se da algo entre nosotros entonces que así sea, yo solo quiero mantenerte a salvo, y que estés a mi lado.—Me confundes, dime que quieres de mí, si no quieres que sea tú supuesta asistente personal, ¿Qué quieres que sea?—Lo único que quiero es protegerla, por eso invente lo de asisten
◇◇ Jarrell ◇◇ —Sí, me parece bien —subimos a la habitación ella a la suya y yo a la mía. Al día siguiente después de desayunar nos encerramos en mi despacho, quería empezar por ordenar un poco mi área de trabajo, soy de las personas que no le gusta que nadie toque sus cosas, pero al ser mi mate no tiene importancia. —Wao Jarrell cuanto tiempo tienes que no ordenas aquí —dice al ver la pila de libros y carpetas. —Si te digo cuantos años no me creerías. —Probemos. —Segura no te vas a espantar —niega. —Son cuarenta años que no ordeno —me paro detrás de ella y pongo mis manos en su hombro. —y tú me ayudaras a ordenar, detrás de la librería hay archivadores y podremos colocar las carpetas hay. —¿Cuarenta años? no te creo —gira hacia mí, sonrió por la cara que pone. —Te dije que no me ibas a creer. —Estas bromeando verdad. —No, será mejor empezar a trabajar —digo contemplándola de más. Su belleza me parece tan única, aparto mi mirada de ella, sí, sigo mirándola como l
—¡Oh! En verdad te la trajiste —la miro. —Linda porque no buscas dos cafés para Jarrell y para mí —levanto las cejas. —si no es molestia —le sonríe a Linda, si no la conociera me creía su sonrisa antipática. —En seguida. —No es necesario Linda —digo con voz firme. —No hay problema, Jarrell. —Ya terminaste con lo que te di, lo necesito para mandárselo a Waylon. —Ya casi. —Será mejor que lo termines, si la señorita Amanda, desea un café ella misma ira por el, no es así. —Es que quería hablar de algo contigo. —Puedes decirlo y si no puedes retirarte por favor —digo mostrándole la puerta. —Sera luego, recordé que debo entregar unos informes a Leysa —sigo revisando los documentos hasta que siento su mirada. —¿Qué? —pregunto. —Si estas enojado con ella pueden arreglar las cosas dialogando. —No estoy enojado con ella, me molesta su presencia —la miro. —pero me enojare contigo si no terminas ya con esos papeles. —Ya terminé. —Sigue con lo otro —miro a Estrellita tie
NARRADOR OMNISCIENTE.Pasaron los días y Rafael aún no daba con el paradero de Linda, la había buscado por toda la ciudad sin resultado. Se reunió con varios pícaros buscando su ayuda y aunque estos eran salvajes y cada quien luchaba por lo suyo, Rafael consiguió persuadirlos para que lo ayudaran a dar con el paradero de la mujer que él escogió para forjar su linaje. Además, quería dar con el responsable que había ayudado a su mujer, sabía que ese hombre que la ayudó no era humano y se prometió a dar con ambos.En su búsqueda mando a varios pícaros a atacar las manadas de la ciudad, viajó a cada país buscando ese olor que le llenaba el alma, al igual que el olor de aquel hombre.Un hombre tomó el teléfono y dígito algunos números.—Creo que hemos dado con el paradero del hombre y la mujer que buscas —informo un hombre al ver que la llamada había sido aceptada.—¿Dónde? —pregunto el hombre musculoso al otro lado de la línea.—En la manada principal de nueva Zelanda, la manada Cristal
♡♡ Linda ♡♡Toda la semana la pasé ocupada y aprendiendo, además de eso empecé a leer el libro que me dio Jarrell para aprender acerca de los licántropos y era fantástico leer acerca de esos seres, la verdad no sé si existan y no sé si Jarrell lo sea, pero sería fascinante si en verdad lo fuera.Cuando fuimos a su oficina me sentía fuera de lugar, pero con los días y con la ayuda de Jarrell me fui acostumbrando al enorme lugar.No sé si eran cosas mías, pero una vez que fuimos a almorzar esa voz que a veces escucho en mi cabeza me dijo que no mirará para ningún lado, que me centrará en Estrellita y Jarrell y así lo hice, ya que las veces que no lo hago término mal, sentía como si alguien o algo nos observara. No le dije nada a Jarrell porque la verdad no sabía si eran solo cosas mías o no.Dos días después fue lo mismo, sentí la mirada, esa que provocaba una mala sensación en mí, por más que quise mirar quien era no pude, luego de unos minutos no sentí más esa mirada.En la noche Jarr
Jarrell.Me siento confundido, no sé cómo fue que llegué a casa, que pasó después de llegar, cómo fue que amanecí en la cama de Linda y abrazado a ella. Por más que pienso no logro recordar, mi mente está en blanco, tampoco sé cómo fue que termine con una especie de gel verde en mi cuerpo, mis heridas ya no están.Lo que me parece más extraño es que Linda tampoco recuerde nada, tal vez sí se desmayó al ver la sangre.Siento el olor de Waylon y de Leysa.—Jarrell, Jarrell —llama desde la plata baja.—Waylon —Digo levantándome.—¿Te sientes en condiciones de verlo? —pregunta Linda con voz preocupada.—Sí —digo saliendo de la habitación, paso a la mía por una camiseta.Bajo las escaleras la primera que se acerca es Amanda.—¿Estás bien? Casi muero al enterarme que te habían lastimado —me abraza, la aparto de inmediato —¿Qué fue lo que paso? —pregunta Waylon.—Fue un ataque de pícaros —pensándolo bien esos no son pícaros comunes, estos estaban más organizados.—Pícaros, han pasado tres a