Emma-Encontraré la manera de romper este vínculo y tú alfa, controla a tu lobo.-Lo miré con desdén y el abrió ligeramente su boca para decir algo, pero no le di oportunidad y, con total naturalidad dije antes de salir de ahí:-Mañana retomaré mis responsabilidades.-…Al comprobar que no me seguía, un suspiro de alivio escapó de mis labios, liberando la tensión que me oprimía. Con determinación, me dirigí hacia la casa de Amanda, esperanzada de que supiera cómo romper este vínculo que me atormentaba. Mi indignación crecía con cada paso que daba, y mi mente estaba inundada de preguntas y emociones. ¿Cómo podía ser tan insensible, tan indiferente al dolor que me causaba? ¿Soy la única que siente el peso abrumador de este vínculo, del dolor que me consume por dentro?.La idea de pertenecerle me parecía absurda, una burla cruel que me hacía rechinar los dientes. La ira ardía en mi garganta como un sabor amargo e insoportable. 'Me perteneces'. ¡Ja! Está loco. ¿La locura lo ha hecho olvida
AlexanderDago se negaba a responderme, nuestra relación estaba tensa. El control había sido un constante enfrentamiento entre nosotros.Al amanecer, recibí una alerta sobre movimientos sospechosos en la frontera sur. Me dirigí rápidamente a la zona, intentando contactar a Miller a través del enlace, pero sin respuesta.De repente, un dolor agudo me hace perder el equilibrio, intento razonar su origen. Pero, otro dolor intenso me sorprende. -Emma...- Murmuré, angustiado. Ella estaba herida, lo sentía a través de nuestro vínculo.Me transformé. Dago aullaba. Rápidamente, guiado por el vínculo y el aroma de Emma, la encontré en el bosque. Una oleada de ira me consumió al ver a Emma en brazos de otro macho.Un gruñido de Dago estalló, estaba enfurecido. Tuve que inducir el cambio, no importaba que fuera mi beta, Dago lo quería destruir. Él es un lobo alfa, su paciencia es mínima y su instinto de posesión era bestial.Los tres se volvieron hacia mí y, como era de esperar, inclinaron la cab
EmmaHabían transcurrido solo unos minutos desde que Alexander se marchó, dejando un vacío persistente en mi interior. Mi mano, movida por un impulso involuntario, acariciaba mi labio inferior, aún sensible al recuerdo de su cálido beso. Me reprendí en silencio, ¡Tonta, tonta, tonta! ¿Por qué me dejé llevar?."Emmi." Susurró Kira con cautela, su voz apenas es audible."Tú pequeña traidora. No sabía que los lobos podían ronronear." Internamente dije con un tono enojado, aunque no lo estaba. Ambas habíamos caído en las garras de ese lobo soberbio."Lo siento, Emm... Está en mi naturaleza querer y desear a mi compañero, no es fácil evitarlo y... Alex es muy lindo." Su voz está llena de emoción."¿Lindo?. Bueno... Puede ser." Admití. "Pero no podemos confiar en él, Kira. Ayer nos rechazó, hoy nos reclama y mañana... ¿mañana qué? ¿Nos ata en el centro para que la manada nos apedreen?.- Solté un suspiro largo y continué: -No te olvides quién es él, Kira. Jamás nos aceptará como su luna. Som
EmmaSalté por la ventana y aterricé con un golpe sordo en el suelo húmedo. Empecé a correr, mis pies chapoteando en el barro. Miré hacia atrás y vi a Alex parado en la ventana, su expresión reflejaba lo enfadado que estaba. ¿Está por saltar? ¡Maldita sea!... ¡Lo hizo! El sonido de su aterrizaje me hizo acelerar el ritmo."Kira, en este momento es cuando nos transformamos, ¿recuerdas?" Dije con desesperación, mi voz temblorosa."¿Qué sentido tiene? Nos van a alcanzar. Aparte... ¡Esto es divertido!" Respondió con una risa."¡No, no lo es!" Le grité.Mis pulmones ardían con cada respiración. ¿Cuándo fue la última vez que corrí solo con mis pies?... No lo recuerdo."Emmi, no es bueno que tenga contacto con su lobo, si tú no quieres al humano." Me advirtió, antes de refugiarse en mi interior.De repente, los brazos musculosos de Alex me envolvieron por detrás, y un torrente de chispas eléctricas explotó entre nosotros. Acercó su rostro y su aliento cálido me envolvió.-No puedes escaparte
AlexanderEl viento azotaba con fuerza la ventana de mi oficina, anunciando la tormenta que se avecinaba. En cambio, en mi mente ya se había desatado una tormenta aún más intensa. Las preguntas que me invadían giraban en un remolino furioso, arrasando con mi tranquilidad. Cada interrogante era como un trueno que retumbaba en mi interior, intensificando la ansiedad que se apoderaba de mí.Un golpe en la puerta resonó en la habitación, y acto seguido, Marcos e Iker entraron con semblantes serios.-Informen.- Dije con voz autoritaria, obligándolos a centrarse en lo urgente.(Iker) -Lo que le administraron a Miller fue una alta dosis de acónito de Júpiter, más conocido como matalobos.-(Marcos) -¿Cómo es posible que se haya recuperado? Ningún lobo sobrevive a eso.-(Iker) -No sabemos cómo. Él tampoco lo sabe. Cuando despertó, estaba confundido. Según los reportes, las flores azules, con las que se elabora esta droga, crecen a las afueras de la manada Blue Luna.-(Alex) -Hay que investigar
AlexanderComo alfa de la manada, siempre había estado acostumbrado a dar órdenes. Esa era mi naturaleza; analizar, decidir y ejecutar. Pero con Emma, todo era diferente. Su mirada, su dolor y sus palabras me afectaban terriblemente. Sabía que la había herido de mil maneras y eso me atormentaba.Me di cuenta de que cada palabra que pronunciara debía ser elegida con cuidado. Ambos sabíamos que intentar reprimir nuestros deseos era en vano. Aunque podía usar mi autoridad para forzarla a estar a mi lado y hacer que cumpla con su destino como mi compañera y luna, no podía hacerlo, anhelaba su aceptación.Necesitaba mostrarle cuánto deseaba tenerla a mi lado y quería que comprendiera lo difícil que es cada día sin ella. Su lugar estaba aquí, como en este momento, sentada en mis regazos."¡Saca tus malditos caninos! Estás apoyado como un idiota dónde debería estar tu marca. ¡Hazlo ahora!" Exigió Dado.Emma se tensó, como si lo hubiera escuchado."¡Cállate perro!" Internamente le grité mol
EmmaDespués de conversar largo y tendido con Gema, me propuse investigar más a fondo sobre la poción. No corta la conexión, eso estaba claro, pero podría brindarme una ventaja crucial para huir sin dejar rastro. Así que planeé visitar a Amanda y encontrar una excusa convincente para obtener la poción.Unos días habían pasado desde la última vez que vi a Alex, y fue lo mejor. No tenía ganas de hablar con él, de escuchar su voz suave y persuasiva que siempre parecía encontrar la manera de hacerme dudar. Pero sabía que no podía evitarlo para siempre. Pronto tendría que enfrentarlo y explicarle que no quería ser Luna. Sin embargo, la idea de pensar que Briana podía ocupar ese lugar, por negarme, me desgarraba, no iba a poder soportar verlo junto a ella pero no tenía otra opción, debía huir y encontrar la manera de romper el vínculo.…Decidida a obtener la poción, me encaminé a la casa de Amanda, con un propósito fijado. Utilizando como excusa la necesidad de tiempo para pensar y tomar
BrianaUn fuerte golpe resonó en mi puerta, lo que me hizo esconder apresuradamente a mi invitado. Al abrir, me encontré con Mikael sonriendo ampliamente.-Hola, querida, ¿puedo pasar?- Preguntó.Le hice un gesto con la mano para que entrara y mientras lo hacía, sin apartar sus ojos de los míos, dijo:-Sabes... tuve que realizar la biopsia al guardia asesinado durante la fuga de Logan y Samuel. Encontré algo interesante, al principio me sorprendió encontrar rastros de tu ADN en las garras del guardia, pero luego reflexioné un poco, sumé dos más dos y entendí algunas cosas.--¿Ya se lo informaste a él?- Pregunté temblando de miedo.Mikael se sentó en el sillón del living. Lo observé con una mezcla de ansiedad y terror mientras el sudor frío recorría mi columna vertebral. Estaba muerta de miedo, sabía que Alex me mataría si se enteraba.Después de unos minutos eternos, Mikael respondió con una sonrisa siniestra -No, porque deseo que tú seas la Luna de esta manada.- Luego cruzó las piern