—No lo sé —fue todo lo que dijo Kaia.
La respiración de todos los presentes se cortó de golpe ante esa respuesta tan directa.
—No… ¡¿No lo sabes?! —rugió Salomé sin creer lo que escuchaba.
—Oye, ¿pero qué no dijiste que eras la líder de los stars keepers esos? —le espetó Carolos—. ¿Cómo que no sabes para qué podría usar a Nicole la loca de Kimaris?
La vampiro se encogió de hombros y se limitó a responder:
—Por eso les digo que no lo sé. Soy la líder de los stars keepers y por eso mismo sé que el hechizo que se puso para defender el anillo es muy fuerte, ni siquiera el Dubhe podría atravesarlo y eso ya es decir mucho. Realmente no me puedo imaginar cómo podría usar Kimaris a una cachorra para abrir la barrera, lo único que se me oc
El beta de los grises guió a Salomé por los pasillos de la gran casa hasta que se detuvo ante unas enormes puertas, las abrió de par en par y Salomé quedó maravillada por lo que vio.Se encontraban en un mirador, pero estaba bellamente adornado, con un pequeño estanque donde había plantas de flores fluorescentes que con su brillo de color verde azulado bastaban para iluminar el lugar y además, el cielo estaba poblado de estrellas, con la luna tímidamente oculta detrás de una nube.—Wow… —exclamó Salomé embelesada.—Este es el jardín personal de la señorita Xenia —explicó Egan avanzando al lugar junto con Salomé—. No me preguntes por qué quiso ponerlo aquí y no en el patio trasero, como cualquier lobo normal.Salomé no dijo nada, estaba ocupada contemplando las flores. Ni siquiera sab&iacu
El viaje por el río fue bastante tranquilo si se quitaba el hecho de que Kaia no dejaba de abrazar el pequeño mástil de la embarcación y se la pasó todo el recorrido con un ligero tono verde en sus blancas mejillas.La última vez que Salomé había estado en una embarcación había sido de niña, cuando viajaba con sus padres por el mundo. Por un momento creyó que ese pequeña travesía le ayudaría a despertar recuerdos de esos días de su infancia, pero nada pasó; todos sus recuerdos quedaron tan vedados como siempre, quizá por la distancia en años. No le dio importancia y prefirió concentrarse en su misión.El paisaje era la verdad bastante hermoso: eran arrullados por el sonido del agua corriendo, mientras que bajo ellos podían ver la superficie cristalina donde algunos peces se acercaban para nadar al lado de ellos mientr
Mientras tanto, Salomé decidió tomar la ropa de la vampiro, tanto para evitar que se le perdiera en la noche, se volara por el viento o incluso algún animal nocturno la robara.Pasó el tiempo y el trío de hombres lobo no hizo otra cosa más que esperar por largos y angustiosos minutos en los que sólo se les ocurría ir pensando soluciones para los peores escenarios: ¿Y si Kaia no encontraba alguna entrada? ¿Y si los lobos grises la descubrían y la capturaban? O peor aún: ¡¿Y si cerca de ellos estaban Claus y Kimaris y no contaban con la guardiana para ayudarles en el combate contra sus enemigos?! No fue un rato muy agradable para ellos.Pero luego de un momento escucharon un familiar aleteo, levantaron la cabeza y vieron en el cielo nocturno a un pequeño murciélago, tenía que ser Kaia y sus sospechas quedaron confirmadas cuando descendió hasta pone
Con Kaia a la cabeza, empezaron a descender por ese camino. Al principio sólo su tacto y la luz de la luna que entraba detrás de ellos bastaba para poderse guiar por ese pequeño pasadizo, pero una vez que se adentraron varios metros en el interior del monte, la luz detrás de ellos se extinguió y los dejó a oscuras.—Debimos traer una lámpara —dijo Egan.—¿Quién necesita eso cuando me tienen a mí? —respondió Kaia con burla y pronto una luz naranja iluminó el camino. Una llama bailaba sobre la palma de la vampiro.—Se me olvidaba que también eras maga —dijo Carolos un tanto irónico.Egan mientras tanto silbó y luego dijo:—Eres toda una caja de sorpresas.Salomé giró los ojos.«Y qué lo digas…», pensó.Continuaron avanzando por aquel peque
Tenían que admitir que para ser sólo una cachorra, Nicole era bastante rápida, pues aunque sí lograron darle alcance para no perder su rastro, no pudieron estar lo bastante cerca de ella para detenerla. Pero lo que a Kaia le parecía más raro era que Nicole sabía precisamente para donde ir, pues daba vueltas en las esquinas indicadas y en bifurcaciones no se detenía a decidir cuál era la mejor opción. ¿Que no había dicho que había estado encerrada todo ese tiempo? La vampiro tenía un mal presentimiento que se confirmó una vez llegaron a una sala, mucho más grande que el resto, pero en la que sólo había dos columnas adornadas con serpientes custodiando una entrada que llevaba hasta un pasillo cubierto en sombras.—Oh no… —dijo Kaia deteniéndose y los otros tres le imitaron.—¿Qué pasa? —pregunt&o
Un silencio pesado se asentó en aquella sala una vez Kimaris hizo aquella revelación.—E… ¡Eso es imposible! —exclamó Carolos dando un paso al frente siendo él el que rompió ese silencio que logró bajar la temperatura de esa habitación tan ardiente—. ¡¿Por qué ese supuesto guardián tendría en su memoria la imagen de Salomé de cachorra?! ¡No tienen ningún sentido!El lobo se giró a ver a Kaia esperando que ella apoyara su argumento, pero la expresión de la vampiro le hizo ver a Carolos que ella tampoco entendía qué estaba pasando.La demonio mientras tanto se encogió de hombros y burlona dijo:—Yo sólo les digo lo que vi, si ustedes no quieren creerme eso no es algo que me importe. Lo único que me importa, es que Salomé abra la puerta o haré que su hermanit
El cielo estaba completamente oscuro, no sólo porque fuera de noche, sino porque gruesas nubes negras cubrían todo el firmamento, haciendo imposible que las estrellas o la luna pudieran iluminar esa isla. Pero eso no era todo: fuertes vientos huracanados soplaban con tal intensidad que parecían estar a punto de arrancar los árboles y una torrencial lluvia la golpeaba sin piedad, como si su intención fuera inundarla y dejarla sepultada bajo el mar. Pero pese a todo, a la distancia, un volcán semi extinto se las arreglaba para seguir brillando en la oscuridad pese a que el dios de las tempestades lo golpeaba con toda su furia.Todo esto era observado desde una cueva que había adoptado como refugio por un hombre lobo de pelaje ocre y un fuerte físico producto de años en el mar. Pero Balam Canek no se encontraba solo en esa cueva. Se giró y alumbradas por una pequeña fogata que a duras penas lograron enc
Bajo cualquier otra circunstancia, Nikte se hubiera negado a salir a enfrentar una furiosa tormenta y todavía menos con su hija enferma en brazos, pero Balam había dicho esas palabras con tanta convicción que no le quedó de otra más que creer que en verdad había alguna forma de salvar la vida de su hija y además, siendo francos, ¿qué más podían hacer? Si Salomé de todas maneras iba a morir, por lo menos que muriera mientras trataban de salvarle la vida por más descabellado que pareciera lo que fuera que fueran a hacer.Se apuró a envolver a su cachorra lo mejor que pudo en todas las pieles y mantas que quedaban con ellos y al final, cada uno se puso sólo una capa. Balam tomó en brazos a Salomé y la apretó contra su cuerpo esperando que la cachorra se mojara lo menos posible y una vez apagaron la fogata y se despidieron de su pequeño hogar tempor