Cole. Ese mismo día.

Dejé a Lily durmiendo dos horas después; no quería hacerlo pero necesitaba hablar con el rey del Este.

Le di un último mordisco y lamí la herida esperando que las endorfinas duraran hasta que regresara y pudiera hacerla mía de nuevo. Nunca me cansaría de ella, era perfecta en todos los sentidos. Y no quería pensar en que quizá nos quedara poco tiempo juntos.

Me dirigí a la oficina a la que había ido más temprano y esperé a que los guardias anunciaran mi presencia.

-Buenas noches- Dijo Marco con cautela mientras despedía a su guardia y quedábamos solos- Toma asiento, por favor.

Lo hice sin ningún tipo de pudor sobre la ligera bata que estaba usando.

-Quisiera discutir con usted sobre otro tema que no tiene que ver con sus lobas- Dije yendo directo al grano. El rey arqueó una ceja y me hizo un gesto para que continuara- Verá, tal vez no hemos sido lo suficientemente obvios al respecto, pero la reina Lily es mi pareja. - Dije orgulloso.

-Como que lo imaginé, continua