Me quedo en silencio mientras observo a Javier un un rostro algo desencajado que no comprendo por qué. No sé si son celos, desconcierto o algo más, pero volteó a ver a Sara y le sonrío.
―¿Lara? No conozco a ninguna Lara.― Finjo y utilizo esa estrategia para que ella no entre en confianza.
―No, Sara ¡Ay vamos Vera! Estuvimos juntas en la escuela.
―¡Ah claro! Sara.―Finjo felicidad―¿Qué ha sido de tu vida?
―Pues me casé, tuve hijos y sigo viviendo en Santander.― Dice
―¡Ah lo supuse! Tenías todo el perfil.― Contesto mientras entro.― Perdón mi vida, pero no encontraba un taxi para venir para acá
Con un vestido negro, de mangas largas y cuello largo, corto arriba de la rodilla, unas botas del mismo color hasta la rodilla y el cabello amarrado a la alto, fue el outfit sencillo pero impactante que escogí para la reunión de amigos de Javier o más bien la reunión de mis ex compañeros del colegio.Antes de entrar al restaurante, me pongo un poco de lipstick rojo sobre los labios, saco el pequeño frasco de perfume y lo roció por mi cuello y mis muñecas. Sé que tal vez en este momento no debería estar aquí peo al parecer las circunstancias me llevaron a esto y ahora tengo que enfrentar al pasado, tal y como debí hacer lo hace tiempo atráspero no tuve la fuerza o más bien la edad.—&i
Después de salir de la reunión me dio tiempo de ir a la estación y tomar el último tren que me trajera de regreso a Madrid. Me subí, me senté en uno de los tantos asientos y respiré profundo, fue una noche pesada que me llevó hasta lo más profundo de mi pasado, a una zona donde me sentía completamente incómoda y aún así tuve la fortaleza mental para poder hacer lo que hice y salir de ahí. Es malo cuando se regresa al pasado, porque nos enfrentemos a cosas que antes no pudimos y no podemos cambiar las cosa, el pasado siempre puede despertar en las personas todo tipo de sentimientos y recuerdos, buenos o malos y si no se maneja bien, puede traer consecuencias. Por eso no me gusta visitarlo, pero hay personas que insisten en vivir en él, tal como los amigos de Javier, algo que me da mucha lástima ver como se han quedado en esta zona de confort y que piensan que uti
Me quedo viendo a Romeo fijamente ―¿Puedo ayudarte algo? ― Pregunto.Él me sonríe de una manera suave me atrevo decir seductora, luego se sienta en mi sofá y me invita con la mano que me siente en el qué debería ir él. Cierro la puerta atrás de mí y voy hacia mi escritorio para dejar mis cosas, sacar mi bitácora y acercarme a él―¿Me permites? ― Le pido y él me ve.―¿No puedo analizarte yo?―No, este es mi lugar, así que… ― Y le señalo que &eacut
Después de un largo día de sesiones y de tratar de entender el porqué Romeo Ramblocq había surgido de muevo en mi vida, decidí ir a mi piso para relajarme un poco y pensar en todo lo que estaba pasando. De pronto, todo lo que había dejado atrás hace tiempo se convirtió parte de mi presente, moviendo no sólo mis sentimientos que yo pensé ya habían desaparecido, pero que hoy regresan más fuerte, si no los de otra persona más.Voy caminando por la calle con los auriculares con una de mis canciones favoritas a todo volumen cuando al levantar la vista veo a Javier esperando por mi sentado sobre las escaleras de entrada el edificio con una flor en las manos. Al verlo, admito que mi corazón latió un poco más rápido pero no tanto como hubiese querido. Él se pone de pie al divisarme y se acerca con tiento hacia mí.
[Javier]¡Frustrado! Me siento increíblemente frustrado, de pronto me siento como cuando las personas te advierten y tú no lo haces porque estas seguro que no te pasará a ti y cuando pasa te dicen el típico “te lo dije” y sí, Ella me lo dijo.Ahora no dejo de reprocharme, de reclamarme constantemente mientras trato de concentrarme en esta reunión, porque debo estar aquí pero no quiero. Desearía de verdad poder salir corriendo en este instante ir a buscar a Vera y pedirle que nos fuéramos lejos o desaparecer del mundo, tenerla de nuevo para mí, cumplir todas las promesas que le dije, borrar de su mente el mal rato que le hice pasar, rogarle que pase lo que pase no se vaya con Romeo Ramblocq, que se quede conmigo.Los aplausos resuena por
[Vera]Ocho cuarenta y cinco de la mañana. Voy entrando al edificio de la torre médica, caminando relajada, saludando a mis colegas y escuchando música que me ayude a despejar la mente para dejar todos mis problemas atrás y abro la puerta de cristal con mi nombre encima.DRA. VERA MORETTI CANTÚSexólogaConsultorio 308Salud SexualEntro para ver a mi asistente sentada en su escritorio con la agenda abierta y un café al lado, al verme al
[Javier]Vera me llamó a mi móvil hoy por la mañana para vernos por la tarde en el Café Central donde siempre han sido nuestras reuniones. Para esto he despejado toda mi agenda porque es mi intensión tener toda la tarde disponible para ella para poder platicar y resolver la situación de hace días atrás. Entro quitándome el abrigo para buscar una mesa donde sentarme cuando veo a Romeo sentado en una cerca de la ventana.―¿Qué demonios haces aquí? ― Murmuro mientras me voy acercando a él.Romeo voltea la cabeza y al verme arquea las cejas y sonríe. ― Buenas tardes.―&i
[Vera]Sábado, unos días después del trato que hemos hecho tengo mi primera cita con Javier, quién me espera afuera del hospital donde trabaja Jaén que es el lugar de salida neutral para estas citas. Sí, sé que Javier y yo ya tuvimos algo entre los dos, pero después de lo que sucedió en Córdoba debo admitir que mi corazón está un poco lastimado y él necesita volver a ganárselo, y el ganarse un corazón roto es bastante complicado, porque puedes lograrlo o terminar por romperlo. A todo esto,mi situación con ambos es diferente. Con Javier necesito volver a enamorarnos y con Romeo, necesito saber si puedo enamorarme de él.Llego puntual a la hora que él me dijo y para mi sorpresa ya se encuentra ahí de pie, con las manos dentro