Después de un largo día de sesiones y de tratar de entender el porqué Romeo Ramblocq había surgido de muevo en mi vida, decidí ir a mi piso para relajarme un poco y pensar en todo lo que estaba pasando. De pronto, todo lo que había dejado atrás hace tiempo se convirtió parte de mi presente, moviendo no sólo mis sentimientos que yo pensé ya habían desaparecido, pero que hoy regresan más fuerte, si no los de otra persona más.
Voy caminando por la calle con los auriculares con una de mis canciones favoritas a todo volumen cuando al levantar la vista veo a Javier esperando por mi sentado sobre las escaleras de entrada el edificio con una flor en las manos. Al verlo, admito que mi corazón latió un poco más rápido pero no tanto como hubiese querido. Él se pone de pie al divisarme y se acerca con tiento hacia mí.
[Javier]¡Frustrado! Me siento increíblemente frustrado, de pronto me siento como cuando las personas te advierten y tú no lo haces porque estas seguro que no te pasará a ti y cuando pasa te dicen el típico “te lo dije” y sí, Ella me lo dijo.Ahora no dejo de reprocharme, de reclamarme constantemente mientras trato de concentrarme en esta reunión, porque debo estar aquí pero no quiero. Desearía de verdad poder salir corriendo en este instante ir a buscar a Vera y pedirle que nos fuéramos lejos o desaparecer del mundo, tenerla de nuevo para mí, cumplir todas las promesas que le dije, borrar de su mente el mal rato que le hice pasar, rogarle que pase lo que pase no se vaya con Romeo Ramblocq, que se quede conmigo.Los aplausos resuena por
[Vera]Ocho cuarenta y cinco de la mañana. Voy entrando al edificio de la torre médica, caminando relajada, saludando a mis colegas y escuchando música que me ayude a despejar la mente para dejar todos mis problemas atrás y abro la puerta de cristal con mi nombre encima.DRA. VERA MORETTI CANTÚSexólogaConsultorio 308Salud SexualEntro para ver a mi asistente sentada en su escritorio con la agenda abierta y un café al lado, al verme al
[Javier]Vera me llamó a mi móvil hoy por la mañana para vernos por la tarde en el Café Central donde siempre han sido nuestras reuniones. Para esto he despejado toda mi agenda porque es mi intensión tener toda la tarde disponible para ella para poder platicar y resolver la situación de hace días atrás. Entro quitándome el abrigo para buscar una mesa donde sentarme cuando veo a Romeo sentado en una cerca de la ventana.―¿Qué demonios haces aquí? ― Murmuro mientras me voy acercando a él.Romeo voltea la cabeza y al verme arquea las cejas y sonríe. ― Buenas tardes.―&i
[Vera]Sábado, unos días después del trato que hemos hecho tengo mi primera cita con Javier, quién me espera afuera del hospital donde trabaja Jaén que es el lugar de salida neutral para estas citas. Sí, sé que Javier y yo ya tuvimos algo entre los dos, pero después de lo que sucedió en Córdoba debo admitir que mi corazón está un poco lastimado y él necesita volver a ganárselo, y el ganarse un corazón roto es bastante complicado, porque puedes lograrlo o terminar por romperlo. A todo esto,mi situación con ambos es diferente. Con Javier necesito volver a enamorarnos y con Romeo, necesito saber si puedo enamorarme de él.Llego puntual a la hora que él me dijo y para mi sorpresa ya se encuentra ahí de pie, con las manos dentro
[Javier]Después de salir del piso, Vera y yo volvemos a subirnos al auto para dirigirnos a la próxima parte de la cita. La veo emocionada y con los ojos brillantes como siempre y espero que lo que le tengo preparado le guste más, porque creo que es algo que nos hará bien. Manejo emocionado hasta el lugar de la Casa de Campo, este enorme parque en Madrid con un teleférico, un lago y unos hermosos paisajes que tanto en invierno como en primavera son preciosos.Nos bajamos del auto y la tomo de la mano para caminar juntos hacia el lugar de renta de bicicleta, después de pagar tomo el casco y acomodo su hermoso cabello para ponérselo sobre la cabeza.Siempre protegida. ― Le murmuro y ella sonríe.
[Vera]Romeo Ramblocq, un hombre dedicado al arte al igual que Javier, sólo que él es curador sin embargo, su apariencia puede que diga todo lo contrario. De cabello largo rubio, ojos azules, cuerpo atlético y con una mirada retadora, él grita a los cuatro vientos seguridad y sobre todo libertad. Romeo, rompe en cierta forma los estereotipos de una persona de su profesión y va por la vida probando cosas nuevas.Cuando de chico llegó a San Vicente, su padre acababa de termina un periodo como embajador de Francia en América Latina, por lo que Romeo creció prácticamente en un lado y en otro y en otro, dándole así ese toque de independencia notable en él. Buen estudiante, simpático, agradable y educado. Mejor amigo de Javier y el crush eterno de Jaén, y al parecer uno de
〔Vera〕Saltar en paracaídas es una de las experiencias más increíbles que he pasado y no sé como no lo hice antes. Aún con la adrenalina por todo mi cuerpo y los sentimientos a flor de piel, Romeo y yo regresamos a Madrid para comer en una de las tantas tabernas que hay en Madrid. Mientras él trae las cervezas, yo busco en el menú que es lo que comeré, aunque debo confesar que con todo lo que acabo de pasar no tengo tanta hambre. Él se sienta frente a mí mientras me da uno de los vasos y él alza el suyo.―¡Brindemos! ―Me dice con energía. ― Por el reencuentro, por la cita, por nosotros.Ambos chocamos nuestras copas
〔Vera〕Entro al bar donde Jaén me está esperando y tan solo verme, me sonríe. Debo admitir que moría de ganas por verlo y contarle todo lo que está sucediendo, pero entre los pacientes y las citas no había podido. Sus brazos se estiran y se abren de par en par para abrazarme con toda la calidez del mundo.―Mi Vera ¿cómo te va? ¿Lista para contarme todo? ― Me pregunta ansioso y yo simplemente sonrío.―Todo. ― Respondo. ― Aunque no sé si tu plan pueda funcionar, cuando me lo propusiste después del día que Ramblocq me fue a vistar al consultorio, sonaba bien argumentado