Zarek entró en su casa y dentro se encontró con su hija quien venía bajando las escaleras, verla después de mucho tiempo le emocionaba y lo conmovía, era la luz de sus ojos y saber que no le dirigía la palabra ni que ya quería vivir con él lo lastimaba. Ella terminó de bajar y se detuvo en frente de él junto con una maleta, aún le quedan cosas en su hogar y había ido por ella, Ariana continuaba firme en su palabra de no volver más con su padre. —Ya me voy.—Espera, hace rato que no te veo, hija, sentémonos a platicar un momento, por favor.—No hay nada que platicar, tú fuiste muy claro cuando me dijiste que no ibas a dejarla a ella, y yo te fui claro que mientras estuvieran juntos no volvería aquí ni muchos menos conversaría contigo de lo mismo, sigo rehusada y así permaneceré.—Denme otra oportunidad, por favor, son mis hijos y me hacen mucha falta, es difícil vivir sin ustedes a mi lado, o sin hablarles, quítenme esa barrera del medio y déjenme ser parte de ustedes mi amor, no es f
El día se mantenía lluvioso y húmedo, hasta el cielo estaba deprimido por lo mal que dos personas la estaban pasando en sus casas por separados, apenas habían pasado cuatro días que se cortó la relación, ella no dejaba de llorar, no había nada que por el momento la hiciera feliz o al menos olvidar al griego, en cambio, Zarek por más triste y afectado que estaba, la presencia de sus hijos de nuevo en casa lo mantenían alegre y con la mente ocupada.Ari y Calix le pidieron no tocar el tema de Hazel nunca más, pretendía hacer que ella nunca existió en sus vidas y que su padre nunca la conoció, Zarek aceptó, no quería hacer nada que a ellos los hicieran enojar y tomar decisión de irse de casa otra vez, la voz de que se habían separado ya estaba en bocas ajenas, Ari se encargó de hacer público la ruptura de ambos, y como estaba llena de odio describió que su padre era quien había dejado a Hazel porque ella mostró ser interesada, por supuesto a Sallow le llegó el rumor, no le afectó, más bi
—Hazel — escuchó de fondo la voz de su amiga.—Estoy bien, ya salgo de la ducha — cerró la llave y tomó una toalla para secar el agua de su cuerpo y envolverse en ella, salió del baño limpiando su rostro y mirándose en el enorme espejo que está pegado a la pared, sus ojos están hinchados y rojos como un tomate, sus ojeras llagan un poco más debajo de su mejilla, y el semblante de su rostro es el peor de todos — ¿Qué vamos a hacer? Míranos, estamos destrozadas y destruidas ¿Será que decidimos mal? ¿Qué nos equivocamos al creer que él y yo tendríamos un final feliz? Como que sí nos equivocamos — se dijo a sí misma.—¿Con quién hablas? — entró Lizet nuevamente a la habitación.—Conmigo misma, estoy diciendo lo horrible que nos vemos por estar sufriendo — se comenzó a vestir.—Debes… dejar de hacerlo, ya denunciamos anoche el acoso, no creo que vuelvan a molestarte.—Lo seguirán haciendo hasta que den con el acosador.—Ya le dimos un nombre, ellos harán lo que estén a su alcance para sabe
Se mantuvo en silencio analizando su respuesta, no quería tomar una decisión apresurada y luego tener que arrepentirse, moría por decir que si, por estar con él y volver a su lado, estaba esperanzada de que ahora, todo si pueda resultar como lo habían soñado, es asuntos es que las dudas sobre los hijos del griego la detenían y la hacían ser paciente y cuidadosa.—No es Calix el mayor de los problemas, de cierta forma nunca lo fue, sabes que Ariana no cambiará de parecer y eso la enfermará, su odio por mí es muy notable y agresivo, saber que todos están a favor de nosotros la hará perder la cabeza, enfócate en ella y ayúdala, no me busques, no me llames, ni preguntes por mí, en serio, Ariana necesita ayuda con urgencia, está perdiendo la cabeza y no es agradable verla en esas condiciones que me hacen sentir culpable, por nosotros ella está así, y hay que encontrar la forma de hacer que vuelva.—Calix y yo estamos en eso, lo de hoy la… hizo entrar un poco en razón, llegó muy alterada ll
Ariana estaba sentada en el patio trasero mirando hacia la piscina y pensando en su reacción de hoy con Hazel, era consciente que había ido muy lejos y estaba arrepentida de lo que había hecho.—Me siento fatal, Calix — su hermano terminó de fumar su cigarrillo.—¿Tenías que perder la cabeza? ¿Qué está pasándote? No tenías porque ir allá y golpearla de esa manera, Ariana, pudiste matarla ¿Sabes qué hubiera pasado? Estarías encerrada y papá destrozado, debes controlarte y entender una cosa, él la ama y ella a él, ya no quiero seguir oponiéndome ni mucho menos ser la persona que lo haga infeliz. Cometimos un enorme error de ponerlo a decidir, jamás debimos haber hecho eso cuando solo lo íbamos a destrozar, ahora míralo como vive, es como un cuerpo sin alma, por más que se esfuerza de hacernos saber que está feliz, sé que no, y tú lo has visto, es cierto que está tranquilo de tenernos de regreso, pero sigue vacío, Ari, y ese vacío lo llena es Hazel — las manos de Ariana temblaban.—No, n
Fin de semana y Hazel se encontraba tirada en el sofá de su sala, cambiando los canales de la televisión aburrida de no tener más nada que hacer, Lizet no iba a estar el fin de semana en Boston, y Madeleine se encontraba de viaje con su madre y hermano, no podía ir a donde sus padres porque no quería tener que explicarle sobre el golpe en su cabeza, por lo que sin más opciones se mantuvo encerrada en su apartamento.El timbre de la puerta la hace desviar su mirada y se levantó con dudas de abrir, anoche alguien tocaba su timbre y cuando abría no había nadie, así que le daba pánico salir a mirar y no encontrar nada, o peor aún, encontrarse con la persona que la estaba perturbando. Volvieron a sonar el timbre y ella se negó abrir, volvió a tomar asiento, miró la tele ignorando que afuera había alguien, hasta que…—Hermosa, es Zarek — escuchó su voz y se levantó a abrir.—Hola, siento que no te abriera pero…—Sí, leí tus mensajes, esta mañana, ¿Llamaste a la policía, anoche?—Sí, y no vi
La cena ya estaba organizada y todos se encontraban en espera de que Hazel apareciera, Zarek se mantenía preocupado de que ella no asistiera por la molestia del día de ayer que tuvo cuando hablaron de Madison, y a pesar de creer que ya habían solucionado la duda, era muy extraño que no llegará, sabía la hora que debía estar con ellos, y ya había transcurrido media hora de lo planeado. —Me parece que… no vendrá, Zarek — Madison rompió el silencio. —Lo hará, ella no es mujer de dejar plantado a nadie. —Tú mejor que nadie lo sabes, Calix — Ariana respondió incomodando a su padre. —¿Ya vas a empezar? ¿No habías dicho que pretendías arreglar las diferencias? —Ey, no, hoy — Madison intervino. En eso el timbre de la puerta sonó, él sonrió y salió del comedor para ir a recibirla, estaba ansioso como nunca, era una noche muy importante para Zarek y no quería negar lo feliz que se encontraba. —Hola, siento llegar tarde. —Tranquila, ya estaba preocupado de que no vinieras. —No por la dis
—Zarek yo… me siento muy apenada contigo, en serio lo siento mucho — Madison entró en el despacho de él.—No tienes que… lamentarte, los hechos hablaron por si solos.—Qué vergüenza lo que te hizo pasar en frente de tus hijos ¿Cómo pudo robarme el reloj? ¿En qué momento? — él ladeó sus labios y posó su mano en la frente.—Tiene manos de seda, puede quitarte lo que sea sin que tú te des cuenta, la puedes mirar a los ojos y eso será suficiente para robarte hasta el corazón — bebió su trago — Cuando la conocí me robó efectivo y el reloj que mi esposa me obsequió, era su hobby robar, y un día teniéndome en frente me quitó el reloj y me sorprendió porque no me di cuenta, por supuesto me lo regresó, lo vi como algo fascinante, hasta ahora que te lo hizo a ti, seguro lo hizo porque te odia, Madison, Hazel te odia porque considera que estás interesada en mí, y eso es lo más estúpido que ella puede considerar porque eso es imposible, ya le he dicho que no es así, pero nadie la saca de esa duda