Fin de semana y Hazel se encontraba tirada en el sofá de su sala, cambiando los canales de la televisión aburrida de no tener más nada que hacer, Lizet no iba a estar el fin de semana en Boston, y Madeleine se encontraba de viaje con su madre y hermano, no podía ir a donde sus padres porque no quería tener que explicarle sobre el golpe en su cabeza, por lo que sin más opciones se mantuvo encerrada en su apartamento.El timbre de la puerta la hace desviar su mirada y se levantó con dudas de abrir, anoche alguien tocaba su timbre y cuando abría no había nadie, así que le daba pánico salir a mirar y no encontrar nada, o peor aún, encontrarse con la persona que la estaba perturbando. Volvieron a sonar el timbre y ella se negó abrir, volvió a tomar asiento, miró la tele ignorando que afuera había alguien, hasta que…—Hermosa, es Zarek — escuchó su voz y se levantó a abrir.—Hola, siento que no te abriera pero…—Sí, leí tus mensajes, esta mañana, ¿Llamaste a la policía, anoche?—Sí, y no vi
La cena ya estaba organizada y todos se encontraban en espera de que Hazel apareciera, Zarek se mantenía preocupado de que ella no asistiera por la molestia del día de ayer que tuvo cuando hablaron de Madison, y a pesar de creer que ya habían solucionado la duda, era muy extraño que no llegará, sabía la hora que debía estar con ellos, y ya había transcurrido media hora de lo planeado. —Me parece que… no vendrá, Zarek — Madison rompió el silencio. —Lo hará, ella no es mujer de dejar plantado a nadie. —Tú mejor que nadie lo sabes, Calix — Ariana respondió incomodando a su padre. —¿Ya vas a empezar? ¿No habías dicho que pretendías arreglar las diferencias? —Ey, no, hoy — Madison intervino. En eso el timbre de la puerta sonó, él sonrió y salió del comedor para ir a recibirla, estaba ansioso como nunca, era una noche muy importante para Zarek y no quería negar lo feliz que se encontraba. —Hola, siento llegar tarde. —Tranquila, ya estaba preocupado de que no vinieras. —No por la dis
—Zarek yo… me siento muy apenada contigo, en serio lo siento mucho — Madison entró en el despacho de él.—No tienes que… lamentarte, los hechos hablaron por si solos.—Qué vergüenza lo que te hizo pasar en frente de tus hijos ¿Cómo pudo robarme el reloj? ¿En qué momento? — él ladeó sus labios y posó su mano en la frente.—Tiene manos de seda, puede quitarte lo que sea sin que tú te des cuenta, la puedes mirar a los ojos y eso será suficiente para robarte hasta el corazón — bebió su trago — Cuando la conocí me robó efectivo y el reloj que mi esposa me obsequió, era su hobby robar, y un día teniéndome en frente me quitó el reloj y me sorprendió porque no me di cuenta, por supuesto me lo regresó, lo vi como algo fascinante, hasta ahora que te lo hizo a ti, seguro lo hizo porque te odia, Madison, Hazel te odia porque considera que estás interesada en mí, y eso es lo más estúpido que ella puede considerar porque eso es imposible, ya le he dicho que no es así, pero nadie la saca de esa duda
—¿Comerás algo? —preguntó Lizet desde el marco de la puerta.—No tengo hambre.—Llevas 1 mes que no te alimentas bien. Desde ese día que te acusaron de ladrona no has vuelto a ser la misma, y ni mucho menos cuando Ariana y la Madison esa declararon que la habías robado, esas brujas te están destruyendo y tú permites que así sea, Hazel ya pasó un mes, un mes desde esa humillación y todavía sigues afectada.—He… tenido fuertes dolores de cabeza y… muchas náuseas, aparte no tengo apetito de nada.—Estás estresada, destrozada y es muy normal que tengas dolores de cabeza y náuseas, no has descansado desde que te dejaste de Zarek, has tenido problemas tras problemas y eso te agota física y emocionalmente, ay que hacer algo, amiga. No… soporto verte así tan deplorable. Pienso que deberías irte a donde tus padres por un tiempo y alejarte de esta ciudad que lo único que hace es ahogarte con sus críticas, ahora todo empeoró desde que regaron el chisme en las noticias, son malas y crueles esas m
No salía de su impresión, Zarek estaba sentado en el mismo lugar llorando de la emoción y también de la desilusión porque no estaban en el mejor momento de sus vidas, no sabía cómo asimilar, que volvería a ser papá, que la mujer que amaba esperaba un hijo de él. Las amigas de Hazel tomaron asiento a su lado mirando a la nada, también estaban sorprendidas, y a la vez preocupadas, a Hazel le habían hecho una tomografía y temían que el bebé estuviera afectado por la radiación, se habían visto grandes casos de niños al nacer por aquellas madres que sin saber se sometían a una tomografía o radiografía.—¿Están bien? — el doctor indago.—Ella… hace un mes se hizo una tomografía y…—Oh, no se preocupen, se le hizo un eco y está todo en orden, la señorita me comentó cuando fue su última relación sexual y explicó que fue días luego de la tomografía. Nos explicó que no vio su periodo en este mes y pensó que había sido debido a su estrés, pero ya ahora entendía él porque, aparte había dejado de
La marea había cedido al fin después de unas largas semanas, Hazel había podido descansar de las critícas y los acosos, Zarek dio su entrevista y aclaró que su relación con ella estaba mejor que nunca, y que tenían planes de los cuales nadie arruinara, fue directo al decir que no iba a permitir que continuaran atormentando a su mujer, y que quien se atreviera a criticarla, a molestarla con mensajes o en su hogar, denunciaría y encerraría a quien fuera el atrevido, demostró su desacuerdo con la sociedad incluyendo con la misma prensa, nadie replicó, nadie siguió molestando a ninguno de los dos, habían tenido unas semanas libres de molestias y estrés, Hazel se había recuperado en cuanto a salud y su semblante había cambiado para mejor, ya hoy se cumplía otro mes más de su embarazo, en pocas palabras ya tenía dos meses de gestación, su abdomen seguía plano, pero si detallaban de cerca notarían que su vientre estaba un poco no más abultado.Zarek había comprado la casa donde ahora vivirán
Zarek se mantenía en la oficina revisando sus correos y confirmando algunas citas para hoy, cuando en ese momento unos toques en la puerta lo hicieron perder la concentración.—Adelante — gritó desde su asiento.—Hola, lamento si interrumpo — Se trataba de Madison.—En lo absoluto, hacía mucho que no nos mirábamos.—Una regla impuesta por ti mismo, pero muy entendible — Zarek le había pedido a Madison alejarse por un tiempo, necesitaba darle tranquilidad a Hazel, sin comprender aunque Madison era un peligro para todos.—Lo sé, ya sabes por qué lo hice.—Ari me llamó ayer histérica.—Me lo imaginé, de lo contrario no estarías aquí.—Exacto, no quiero cuestionar tus decisiones, ¿Pero no crees que ya fueron lejos? Tu hija está enloqueciendo, y necesitas hacer algo de inmediato para ayudarla, el médico la enferma, Hazel la enferma.—No sé qué quieres decir.—Que has cometido el error de embarazarla cuando tu hija no estaba preparada para un hermano, eso fue muy inconsciente por parte de a
—¿Qué sucedió con Hazel? — llegó Madeleine al hospital.—No lo sé, desde ayer no ha dicho ni una palabra, está… en shock — Madeleine entró en la habitación donde la tenían.—Hola, nena, ¿Qué tienes? ¿Qué pasó? — Se sentó al lado de ella — Tienes que hablar, cariño, decirnos que sucede para nosotras comprender al menos un poco de lo que te está pasando — insistió, pero Hazel ni siquiera la miraba.—¿Ves? No ha querido decir nada.—¿Qué te dijo Zarek? — comenzó a llorar — No, nena, no llores, Hazel, ey, dinos algo — levantó su rostro.—Me dejó, él… él me dejó — Madeleine y Lizet abrieron sus ojos — Dijo que hoy se casaría con Madison, chicas, y que… no me lo había querido decir por qué no encontraba como hacerlo, sé que es mentira y que lo están manipulando, pero no sé… no… no entiendo nada — sus amigas la abrazaron.—Lizet, ¿Puedes ir a verlo? Debe explicarte a ti lo que sucede y porque tomó esa decisión, es imposible que sea cierto lo que dijo, es como dice Hazel, deben estar manipulá