—¿Me extrañabas que me mandaste a llamar? — Hazel cerró la puerta con seguro y caminó en dirección a Galani para tomar asiento sobre sus piernas.—Sí, estuve pensando en ti todo el día.—Interesante, señor anciano, porque estuve en las mismas condiciones que usted — le dio un beso en los labios.—Te llamé por dos razones, la primera porque quería verte, y la segunda porque debo cancelar nuestra cena, espero me perdones y no te enojes conmigo — ella lo sostuvo de su corbata.—¿Por qué tendría que molestarme? Si no se puede está bien, ya tendremos otras oportunidades de salir a cenar, por alguna razón no puede ser hoy y está bien.—¿En serio no te molesta la idea de que deba cancelar la cena?—No, debes tener un motivo importante para cancelarla.—¿Y no te da curiosidad saber?—Zarek, no voy a meterme en tu vida ni tampoco en tus decisiones, además, no tengo derecho hacerlo por más que diga que eres solo mío, cada quien necesita su espacio para hacer otras cosas.—Entonces puedo estar t
Hazel se sentó en el sofá del apartamento donde mi vive con sus piernas abrazadas mirando una película, su amiga Lizet y Madeleine, la observaban, era evidente que algo le estaba molestando y no quería compartirlo con sus amigas porque sabía que hacerlo ocasionaría que ambas hicieran bromas de lo que siente en ese momento. —Ya que no quieres decirnos lo que sucede, te pregunto ¿Pasa algo contigo? — Lizet no se aguantó e indagó. —Estás muy rara, y desde que llegaste no has hecho más que hacer gestos de molestia, aparte en ocasiones te he pillado hablar contigo misma — Hazel miró a sus ojos. —Está pasando algo muy extraño conmino que no sé cómo explicarlo, eso me tiene… muy preocupada porque… no quiero. —¿Estás embarazada? — Lizet acercó su rostro al de Hazel y ella lo frunció. —¿Qué te pasa? ¿Estás loca? —Pregunto nada más ¿Qué te pasó? —Que estoy enojada porque Zarek fue a cenar con una vieja y sus hijos, supuestamente es una amiga de hace años y como hacía tanto tiempo que no l
Galani caminó con pasos suaves hacia el balcón donde Hazel se encontraba bailando una música suave, ella tenía en su mano derecha una botella de champán, y en la otra una copa donde se había servido, sin saber que su Griego la estaba mirando ella movía sus caderas de un lado a otro dejándose envolver por la música a media noche, todo el lugar se presenta a oscuras excepto por las luces de la piscina, de la luna y de toda la hermosa isla Santorini, aja, allí estaban, en esa isla que muchos desearían visitar, en ese precioso lugar que de día te quita el aliento, pero que de noche te quita los sentimientos. Hazel se dio la vuelta y caminó en dirección a Galani aun Bailando, él sonreía por verla tan feliz y emocionada, sabía que estaba algo entonada; sin embargo, no iba a hacer nada para que ella dejase de tomar, le encantaba verla disfrutar del viaje, estaba a gusto de haberla transmitido con él. —Baila conmigo, anciano — le ofreció un trago a Zarek. —Me gusta verte así, alegre y disfr
Los días en Santorini se estaban agotando, y la relación entre Galani y Hazel era cada vez más interesante y bonita, él, la complacía en tondos los sentidos, ella, le demostraba ese afecto de cariño que lo hacía sentir de maravilla, después de tanto tiempo, Zarek estaba motivado tener la compañía una mujer, y a pesar de ser tan joven, Hazel se estaba convirtiendo alguien importante para el griego, en alguien valioso. —Flores para una hermosa dama como tú, buenos días, bella durmiente — ella sostuvo el ramo de flores en sus manos. —Buenos días, anciano mío, me estoy acostumbrando a despertar y encontrarme con algún detalle que provenga de ti, y no es bueno, porque cuando regresemos ya no será así — se sentó en la cama. —No pienses de esa forma, me ocuparé de que cuando volvamos no te falte un detalle de buenos días —Hazel olió las rosas y le sonrió. —Me parte el alma, saber que ya mañana volveremos. —Te prometo que en otra oportunidad haremos otro viaje para acá. —Vale, ¿Y qué har
Viernes por la madrugada y ya Hazel y Galani se encontraba de vuelta en Boston, ambos habían llegado apenas hace una hora, y en estos momentos se encontraban en el apartamento de ella esperando a que terminara de amanecer para él irse su casa, los dos se mantenían en el sofá solos recostados y en silencio, Lizet no se encontraba en el apartamento, lo que él aprovechó para quedarse unas horas más con Hazel y tener un momento a solas con ella, le estaba costando irse a su hogar. Ambos habían llegado a un acuerdo, luego de la conversación que tuvieron el último día en Santorini, Hazel le pidió esperar un poco, no se sentía lista para decirle a ellos la verdad, aun cuando la idea le gustaba no se sentía preparada para encararlos a ambos a pesar de que Calix era quien menos le interesaba. Zarek no se opuso, al contario, le resultó bien su idea, incluso, hasta creyó conveniente ir conversando con ellos sobre el tema sin revelar el nombre de Hazel, después de todo no era tan fácil llegar y d
—¡Has vuelto del viaje! — Hazel se levantó de la cama exaspera por el grito de emoción que su amiga dio al verla dormir.—¿Qué, qué pasó? — preguntó entre el susto que se llevó — ¡Ay, Lizet! — Se volvió a lanzar en la cama — No vuelvas a hacer eso, amiga — cubrió de nuevo su cuerpo con la cobija.—Es que te extrañe mucho, te enfermaste por una semana y wow, estuviste en donde tus padres recuperándote, sabes, entonces estuve preocupada — Hazel se descubrió el rostro y miró su amiga para luego soltar la carcajada, esa era la mentira que había usado para que su jefe le diera los días libres, aunque la idea fue de Galani.—¡Me fue de maravilla, amiga! — Lizet se lanzó en la cama a su lado — ¡Santorini es hermoso, y la experiencia con Zarek fue maravillosa en todo momento, ese hombre es… es lo más bello que puede existir en el planeta tierra! — Gritó su felicidad — Ansiaba que llegaras para contarte todo, incluso lo que siento por él, es… no sé, es… ¿Me estaré enamorando? En fin, es maravi
Ariana tomó asiento en la silla del comedor para cenar junto a su padre, hermano y Madison, quien había sido invitada por ella, la compañía de la mujer la hacía sentirse de maravilla y le gustaba la idea de tener a alguien con quien conversar, y como ya tenía días que no sabía de Hazel, había buscado refugio en ella. Zarek no tenía ningún problema en que ella compartiera con sus hijos, al contrario, la idea le resultaba espléndida, si ellos se sentían cómodos con Madison, él no iba a ser quien lo arruinara, después de todo, su amiga era una buena persona para sus hijos.—Oye, papá, Calix y yo estuvimos pensando que este fin de semana podemos irnos a un viaje en la playa, por supuesto que Madison está incluida en los planes — Zarek limpió sus labios con la servilleta.—No tengo problema, hija, saben que la casa de la play
—Hazel, despierta, mira lo que llegó al apartamento — ella abrió y cerró sus ojos un par de veces tratando de despertar de su amado sueño, Lizet continuó con la insistencia hasta que Hazel se levantó por completo de la cama, sus hombros se mantenían caídos, sus ojos entre abiertos, y sus ánimos de estar despierta eran caóticos, daba pasos forzosos para poder llegar a la sala, no dejaba de estrujar sus ojos intentando así despertar del todo, cuando llegó a la sala y miró el enorme ramo de flores y ese enorme peluche más alto que ella el sueño desapareció y alegría y energías se apoderaron de su cuerpo. —¡Ay por dios! — cubrió su rostro feliz — Es hermoso, Lizet, muy hermoso — buscó la nota — Muy buenos días para la mocosa más hermosa del universo, espero haberte hecho feliz en esta maravillosa mañana, le deseo un buen provecho en el desayuno y que llegue pronto al trabajo, mi bella Hazel, un beso, Galani ¡Ah! — gritó emocionada, daba brincos por todo el apartamento feliz.