Lyra estaba confundida, habia llegado a su habitación y se habia encerrado con seguro. No porque James no tuviera la llave, si él quisiera entrar aquí no habría nada que lo detuviera, sin embargo, el jamás lo hacía. Y nunca lo habia hecho.
Se lanzo en la cama y se arropo de pies a cabeza. Era patética. Peor que una niña. ¿Qué edad tenía? Ya estaba grande para estas cosas. Pero estaba confundida. No entendía que habia pasado abajo. ¿Acaso el disfrutaba torturándola? No. Que pregunta tan tonta. Claro que lo hacía. Se lo había dejado claro en aquel dia cuando eran más jóvenes en aquel funeral.
Antes, cuando el venia de visita luego de unos de sus tantos viajes de negocio solía pasar de ella. No la miraba, ni le hablaba, casi como si no existiera. Y cuando notaba su presencia solo era para que sufriera la consecuencia de alguna acción absurda la cual el creía que ella era responsable.
¿Por qué no podía ser como todas las otras veces? Tan solo cada quien encerrado en su mundo añorando a la única fuente de amor que los podria haber unido. Pero que irónicamente los habia separado.
“Te extraño papa” habia murmurado a la almohada, y con lágrimas aun cayendo de su rostro mojo la fina seda que envolvía el algodón
No sabría decir entre que momento del sueño y la vigilia ella logro quedarse dormida. Lyra era una muchacha perdida, una persona sin apellido y con una procedencia incierta. Siempre anhelo conocer su pasado, creía que sin un pasado claro no podía construirse un futuro. Pero se equivocaba. Hay mucha gente que construye a partir del ahora. No se nos debe la felicidad, tenemos la obligación de buscarla, ser feliz con nosotros mismo, y el esfuerzo de nuestras acciones por encontrarlo estos sean fracasos o aciertos habrán valido la pena si pusimos todo el corazón en ello. Pero eran verdades que descubriría a su tiempo.
Por otro lado, esa fue la razón por la cual ella no habia escuchado el llamado cuando James Brown habia tocado la puerta, y nadie habia abierto.
Y por primera vez, James tomo el manojo de llaves de su bolsillo y giro levemente la chapa de la puerta. —¿Lyra? — llamo suavemente adentrándose en la habitación. No era una de las primeras veces que pisaba la habitación de la muchacha, pero sí que era la primera vez entrando en media de la noche noche cuando ella estaba durmiendo.
En esta mansión oscuras en medio de tinieblas él le hizo la vida de cuadritos. Piedra tras piedra. Y en los momentos difíciles, el no estuvo allí. No fue su apoyo, fue su muro.
Su intención en primer lugar habia sido despertarla para hablar con ella, quizás para ¿disculparse? No lo sabía. ¿Cómo pides perder por un daño cometido durante diez años? ¿merecía siquiera el perdón?
Pero sus ojos azules nublados por la noche se fijaron en ella, sus cabellos rubios esparcidos sobre la almohada blanca, y la pálida piel de su cuerpo descansado sobre la cama
Estaba dormida.
James suspiro. Esto no estaba saliendo como el habia planeado. Y mientras más esperara más difícil seria. Debía empezar a ser directo, pero aún estaba tratando de comprender lo que sentía.
Era innegable que en un pasado la odiaba, sin embargo, él no era ciego, podía ver las cualidades y virtudes en Lyra, porque jamás habia conocido a nadie como ella, no a alguien con un corazón tan amable y compasivo, con una mente brillante, con ingenio, y carisma. Valiente y tímida, porque se podía ser las dos cosas a la vez.
—Aun después de todos estos años… no has cambiado ni un poco, Lyra.
Se arrimo contra la pared al lado de la puerta y alzo su brazo hasta que este toco su frente —¿pero que estoy haciendo…?—murmuro en medio de la oscuridad —me estoy engañando. Ella jamás podrá verme como otra cosa. Me odio a mí mismo por esto. Pero no la odio a ella. Ya no. Si hay alguien a quien odiar, si hay alguien que merece cargar con toda la culpa, soy yo.
Entonces bajo el brazo y la miro una última vez antes de salir — eres como la princesa de un reino perdido en una tierra lejana y mítica. La heroína que cayó trágicamente en las manos del villano —sonrió amargamente — estos son los papeles que nos ha tocado vivir.
« Tu tan pequeña como siempre. Tan ingenua como siempre. Tan vulnerable. »
Luego solo dio media vuelta y se marchó.
Cuando el joven de traje regreso hasta su propio cuarto se deshizo de su ropa, y su definido abdomen se expuso, pero no habia nadie para apreciar la belleza de un físico bien trabajado. El atractivo entra por los ojos, pero el amor verdadero está en el corazón.
James analizo su siguiente movimiento. Mañana sería un nuevo amanecer, una nueva oportunidad. Y convencido de que se podía reinventar la historia hizo una promesa “para siempre”
Y en cuanto a ese tal Jack…. Si el príncipe de la historia aparecía, no se dejaría vencer por él, después de todo, el seguía siendo el villano.
—No te metas en mi camino. Porque no hay nada en este mundo que no sacrificaría por ella. — el juramente de un villano en una mansión en tinieblas.
Cuando Lyra se levanto al dia siguiente, para su tranquilidad, James ya no estaba en la mansión.Tomo su celular e hizo una llamada “Dime” contesto la voz del otro lado“¿Asi contestas siempre?”“Estoy ocupada apunto de entrar al rodaje. ¿Qué quieres?”“Solo saber si estabas libre porque quería verte”“Puedes venir a verme modelar. Unas fotos. Unas firmas. Lo usual”“Suena aburrido Andrea”“Dímelo a mí, ¿Y, que tal la cena de ayer?”“Terrible. Peor de lo que me imaginaba.”“¿Y qué harás hoy?”“Aparte de esperar mis resultados de la tesis que entregue, no mucho.” Lyra suspiro a través del intercomunicador “desde que sali de la universidad y espero a mi sustentación no he tenido nada que hacer. Debo hallar una forma de tener dinero, o buscar trabajo”“¿Y la mesada de James? ¿sigues castigada?”“Lo que me da no me alcanza para nada. Su teoría es que si me da mas me iré a la fuga”“Y seguramente lo harías”Ella rueda los ojos “iré a verlo a su oficina mas tarde. Aun quiero esclarecer unas
Lo primero que hizo fue recorrerla con la mirada en busca de algún daño físico, pero se tranquilizó al ver que a simple vista se veía a salvo. O quizás era su mansión. ¿Acaso se estaba quemando? De otro modo no imaginaba nunca haberla visto pisar esta empresa. —Dime que tan malo es— fue lo primero que soltó—¿Qué?—la muchacha luce confundida—¿Se prendió en fuego? ¿Qué tan graves son los daños?—¿Qué?— volvió a repetir—No me imagino la razón de tu presencia en mi oficina, pero me imagino uno de los escenarios más catastróficos posibles asi que, dilo de una vez. ¿Qué tan malo es? Lo que sea que sea.Ella suspiro —James, la casa no se está quemando.—¿Tu estas bien entonces?Ella por fin tomo asiento—¿No te he dado permiso para tomarlo ?— le indico con rapidezElla solo se lo quedo mirando aburrida, era el tipo comportamiento que ya esoeraba de James —Se que esta silla no me pertenece, y nada en casa lo hace. Pero no vine aquí a discutir eso, asi que solo te ignorareEl alzo una cej
¿Cómo que su asistente? —Pero… ¿Por qué? Tú me oídas, ¿acaso lo has olvidado? —Y porque te odio te doy trabajo, muy lógico Ella hizo una mueca extraña y algo confundida. —no entiendo de que hablas. Además, no tengo mucha experiencia para cubrir un cargo tan alto — lo que no menciono es que tal vez no tenia la paciencia ni la voluntad para servirle a el directamente. —Hace un rato parecías muy dispuesta a hacer lo que sea. Y ahora tratas de convencerme de que ¿no eres capaz? —No se trata de eso — contesto ella a la defensiva —¿Entonces de que se trata? « De ti » pensó ella —Lyra, escucha. Te guiare en el proceso, ¿Quién mejor persona para aprender todo que de mí? Ganaras experiencia, y aprenderás mas de lo que quisieras. Y ganaras bien. Bueno, no del todo bien. Pero un sueldo estable si es lo que quieres. —¿De cuento seria…? —¿Por qué mejor no lo conversamos esta noche? —¿Esta noche? —Si. Como dos personas a punto de volverse socios. O al menos conocidos cercanos del trabaj
Andrea se marcho temprano aquel dia. No quería distraer a Lyra de que se arreglara bien para su “no cita”Para Lyra la idea de eso era simplemente ridícula. ¿Quién sabe para que estaba organizando James todo esto de verdad? ¿Para burlarse de ella? O quizás solo para decirle que la aceptación de su nuevo trabajo había sido solo una broma cruel y que en realidad no le daría nada¿Quién sabe? Se trataba de James después de todo. Y el nunca había sido especialmente blando con ella.Se coloco unos pendientes largos y brillantes. No llevo collar esta vez. Luego se puso un vestido rojo. No era su color favorito. Tampoco sentía que le favoreciera. Pero era uno nuevo que aun no había estrenado.Una prisionera en esta casa que poseía solo las mejores cosas. Un enemigo un poco controversial ¿no?Se puso tacones muy en contra de su voluntad. No es que no le gustaran. Es solo que siempre se le había hecho difícil caminar con ellos. Como James siempre solía estar fuera, muchas veces la cacho estand
HamburguesasSi. Ese fue el menú de aquella noche.¿Lo culpan? Eran las tres de la madrugada de un lunes. No es que hubieran muchas opciones abiertas tampoco...Lyra jamás había visto a James comer comida rápida. Peor una hamburguesa, casi como si fuera un simple mortal, una persona mas del montón, alguien común y corriente comiéndose un pedazo de pan con carne. No es que ella considerara eso una mala comida, ah decir verdad ella comía lo que sea. Pero no James.El tipo tenia un chef personal que solía hacerle y planificarles todos sus almuerzos. Un menú específicamente solo para el. Lleno de verduras, y proteínas. Un menú totalmente variado, balanceado y nutritivo. No sabia que el pudiera consumir algo que no saliera de sus manos.-¿No te gusta?- entonces su pregunta la sorprendió -No has empezado a comer aun.-Oh no… no es eso -habia estado distraida solo viendolo. Entonces Lyra tomo su hamburguesa con las dos manos. Si, con sus manos. No iba a usar cubiertos para tragarse una hambu
¿Cómo explicar el desconcierto? ¿Cómo reaccionar antes situaciones que están fuera de nuestro control o nos resultan inimaginables?De hecho, Lyra se congelo. Al inicio pensó que lo estaba imaginando. Quizás estaba soñando. Quizás aún seguía dormida en aquel sofá esperando a que James saliera del trabajo para ir a la dichosa cena en ese seguro elegante restaurante. Después de todo, la idea de estar cenando comida rápida también parecía algo que podría ser producto de su imaginación. Pero no. No. No lo era.Y la prueba de ello era la presion que el ejercia contra ella. No era un sueño, no cuando el cuerpo de el se pegaba cada vez mas al suyo. No cuando sus manos estaban sobre su cuerpo recorriendola y presionandola de esta manera. Cuando su lengua entraba y salia de su boca a velocidades increibles.Lyra jadeo tratando de recuperar el aire, tratando de girar su rostro para poder respirar. Y noto que el se alejaba tan solo unos milímetros. Solo los suficientes para que ella respirara. T
La oficina se sentía como un campo de guerra.-Pásame los papeles de alláElla los tomo-Los otros- sonó con sornaTodo era un campo minado.Lyra evito con todas sus fuerzas evitar torcerle los ojos. Se los tendió de forma casi amable mientras sonreía -¿algo más, jefe?-No. Sigue organizando lo que te deje por alla -hizo una seña movimiento ligeramnete la cabezaElla volvió a su puesto y siguió organizando todo. Su primera tarea era simple. Tenia una caja llena de papelitos de colores. Y los ubicaba en ciertos casilleros. Unos se enviaban. Otros se archivaban, y otros se guardaban de vuelta. Blanco, rosado y azul. Una tarea simple que cualquier inútil podría hacer.Lyra suspiro. No aprendería nada si hacia esto todos los días.-Solo por hoy -comento él.Ella parpadeo. ¿Acaso le leía la mente? Volvió a lo suyo y comprendió que tenia que iniciar con algo. James la estaba tratando como si fuera un pasante mas en su empresa.Seguía clasificando las cosas cuando su voz sonó nuevamente-Co
-¿Poque almorzaste sin mí?- pregunto horas más tardes cuando regreso a su oficina -las encargadas me dijeron que te vieron bajar. Pensé que me esperarías-¿Todos los trabajadores esperan a su jefe para poder almorzar? -preguntoJames hizo una mueca extraña – no... -contesto-Bien- entonces fingió seguir limpiando y acomodando unas carpetasEl joven del traje suspiro – te enseñare otra cosaElla volteo hacia el -dime.Entonces al ver que ella no lo miraba dijo – si estarás con esa actitud quizás sea hora de que te mande por hoy a uno de los otros departamentos. Cualquiera menos el mío-De acuerdo -fue lo único que contesto. Y siguió con su indiferencia. Su alejamientoJames soltó un bufido- bienY el resto del día la joven paso en el departamento jurídico. Aprendiendo a identificar documentos, leyes, como hacerlos, los modelos, que debía editar. Y demás cosas.Las horas del día pasaron rápido. Y cuando la jornada laboral llego a su fin. James paso por ella para recogerla.Solo con verl