Princesa Isabella
Por la mañana Ruth me despertó muy temprano y me trajo un vestido. -¿Qué significa ésto?, ¡explícame! le exigí. -Éste es su vestido para la boda. Me respondió con dificultad.-Su padre adelantó la fecha. -¿De qué estás hablando? ¿Tan pronto? Pregunté asombrada, sé que he vivido por esa ubica razón... pero no me siento preparada y mis miedos volvieron aparecer. -Su padre se irá antes de lo esperado, debe resolver asuntos importantes dijo. -Debe ser una broma ... Me dije intentando consolarme pero Ruth no se retracto. Salí de mí habitación para ir a desayunar, en el camino me cruce con las amante de mi prometido. Lo sé por la forma en la que me miran, he incluso ninguna hizo reverencia. Se que me odian, pero lo siento por ellas, yo gane su premio. Llegué al comedor, estaba mí padre con el rey Enrique, tenía mucha hambre salude rápidamente y pedí todo lo haya en la cocina. Mí progenitor dirigió su mirada amenazadora para que me comportara, pero lo que él no sabe es que necesito mucha fuerza en caso de ser atacadas por las niñas bonitas del castillo. Puedo notar la incomodidad de mi padre al tenerme junto a ellos en la mesa, él dice que soy una vergüenza y para ser franca no me interesa su comentario ya no tienen efecto en mí. Luego escuché una voz que hizo que se me erice la piel, siento mis cachetes calientes, debo estar roja como un tomate y mi cuerpo empezó a temblar... ¡¡¡estúpido cuerpo, es solo el príncipe, para de temblar!!!! El saludo a todos y se sentó a mí lado, quería continuar con mi desayuno pero su mirada me incomodó. -Padre, estaba pensando que podríamos aprovechar el tiempo e invitar al rey Robert para ir de caza. ¡Se que le encantar! -Es una brillante idea, quisiera ver que tan bueno eres con tu puntería. Respondió mi padre. -¡Bueno, que no se diga más! Dijo el rey Enrique.-Las damas podrán acompañarnos si gustan. -¡Agradecemos su invitación pero nosotras tenemos mucho que hacer! Escuché una voz detrás mío, era la reina Loren. Yo solo sonreí, se que tienes intenciones de hacer una gran fiesta, honestamente no creo que se célebre.. algo me dice que el príncipe intentará suicidarse antes que eso pase. -Ruth, ¿qué hacen estás personas en mi habitación? -Disculpe princesa, la reina Loise las envio para que nos ayude, quiere que uses un vestido especial. Me respondió. Le pedí que regresarán en un rato. Me quedé a solas, perdida en mis pensamientos... tratando de asimilar todo lo que estaba sucediendo, luego me quedé completamente dormida. Escuché a alguien en la puerta, eso hizo que pegue un sobresalto. -Princesa, soy Ruth, he venido con la modista. Se escuchó en la puerta. ¡uff! no podré librarme tan fácilmente de ellas. Me tomaron un par de medidas, la mujer me pincho varias veces con esa aguja, me moleste tanto que casi se la devuelvo. Ruth me ofreció algo para tomar y en ese momento me acordé de la invitación que me había hecho la reina Loren. -No Ruth, debo irme... -Pero aún ni hemos terminado princesa. -Pues... entonces, consigue a otra gorda que tenga más paciencia. Salí de mi habitación para visitar a mi suegra, esa mujer me cae muy bien. El príncipe es un hombre muy afortunado de tenerla. Quería llevar algo especial, así que fui hacia la cocina y les pedí que preparar unos panecillos dulces como a mí me gustan, para compartir con la reina. Me quedé haciendo algo de tiempo mientras me los preparaban en una bandeja. -Princesa, si me lo permite, yo puedo llevar la bandeja por usted. -Te agradezco, pero no... Mis brazos son más fuertes que los tuyos. Tomé la bandeja, y marché junto a mi nueva madre. En el camino me cruce con mi doble, esa mujer si está gordita... ella se detuvo e hizo una reverencia. - Tranquila, vé... ahora te toca a tí soportar a Ruth y a la modista con su agujas. Le respondí con risa. -¡Abigail! Te he estado esperando, creí que lo habías olvidado. -Si, disculpe la demora, sucede que mande a preparar estos ricos panecillos que amo, y me quedé supervisando para que todos salga de maravilla. -¡Eres maravillosa! Ven, siéntate junto a mí. -Ella empezó a mostrarme todo lo que estaba organizando para la boda, no quise decir nada, pero pienso que es demasiado. -No quiero que te sientas triste por la ausencia de tu madre, confía en mí... todo saldrá bien. Me decía, muy motivada. -Sabía desde un principio que la reina Stephany no vendría. Aprecio todo lo que hace. -Cuentame, ¿Cómo te llevas con tu madre? Me preguntó. Tenía ganas de decirle que ella no es mi madre, y que yo era producto de la infidelidad y desgracia de mi padre, pero no lo hice. -A pesar de pensar diferente, la llevamos bastante bien. Aunque, comprendo que sus cambios de humor se debe a su embarazo. -¡Entiendo! Soy madre, Alexander me suele poner los pelos de puntas, pero no te alarmes, el es un hombre maravilloso, muy amoroso. Una madre siempre hablara de las mejores cualidades de sus hijos, jamás debemos pedirles que hable de sus hijos... jamás revelarán su lado oscuros. Yo no quise agregar ningún comentario, sé que no podría acusar a su hijo de un posible intento de asesinato. Loise es una hermosa mujer, me he divertido mucho a su lado... es la primera vez que alguien me recibe con los brazos abiertos y me escucha con atención. Ruth no cuenta, ella recibe un sueldo por eso. Se escuchó a alguien en la puerta, era Ruth. -Disculpe Majestad, no quiero importunar... estaba buscando a la princesa Isabella. -¡Aquí estoy! ¿qué sucede?, Ven. -Princesa, un guardia me dijo que usted me estaba buscando. Fui al jardín, creí que se encontraba allí. La mire extrañada, yo jamás la había mandado a llamar, e incluso intenté escapar de ella y de la modista. Eso llamó mi atención, algo no andaba bien... si yo no le ordené, ¿quién lo hizo? -¡Oh, si! yo te mandé a llamar. -Majestad, tengo un lindo detalle para el príncipe... Si me lo permite, me gustaría retirarme. -¡Oh! Eres muy dulce preciosa, vé a hacer lo que tengas pendiente. Me respondió con entusiasmo. Salí de los aposentos de la reina... -¡Cuéntame! ¿quién es el guardia que te dió el mensaje? -No lo sé princesa... ¿Entonces, usted me mandó a llamar? -No, querían distraerte... están planeando algo.Dime en dónde estabas... -Fui a buscar a Fabricio, necesitaba que vaya por las flores y en ese transcurso me cruce con el guardia. -Bien, ¿había alguien en mi habitación? -Estaba la modista, junto a Elena, ella es la chica que le tomamos medidas. -Rápido... ¡ven sígueme, apresúrate! -¡Oh, por Dios! quién se atrevería a hacerle daño, usted es una niña buena y dulce... -Fuimos a escondidas hacía mí habitación, vimos a lo lejos que los guardias no estaban en la puerta, eso nos alertó Dimos la vuelta para poder observar desde una de las ventanas, ojalá me equivoque, pero temo lo peor. Vimos a unos guardias dando vueltas y nos escondimos, no sabemos quién, pero alguien quiere lastimarme y de seguro anda dando vuelta en algún lado. Espere un momento a que se alejarse, luego nos dirigimos hacía mi ventana, por desgracia estaban cerradas...no había formas de poder ver, quién estaba dentro. -Princesa, me susurró Ruth. Yo me di vuelta, y ella me señaló una de las ventanas entreabierta. Salte de alegría por un momento. Me asegure de que no estuviera nadie observándonos. Corrí la ventana con mucho cuidado, para no llamar la atención de nadie, mientras le pedí a Ruth que vigilara. Me asomé a la ventana y en ese momento el miedo me llenó, no podía creer lo que veía... -¿Qué sucede? Me preguntó Ruth, pero no me atreví a responder por el asombro. Ella se acercó y luego cubrí la boca de Ruth para que no gritara. Mi corazón empezó a latir con fuerza, sentí mucho miedo, no sabía que decir... esto me había superado, jamás imaginé que alguien fuera capaz de algo tan desalmado. Mi padre era el diablo, pero hoy me doy cuenta de que no es el único. Las lágrimas borraron mi visión, temblaba de miedo... La mujer que había ido a tomarse medidas en mi lugar, estaba tirada arriba de un charco de sangre. La pobre mujer no se merecía eso... Alguien había venido con la intención de acabar con mi vida y aquella mujer tomó mi lugar. Ruth lloraba desconsoladamente mientras me abrazaba, yo lloré con ella. -Debemos contarle a la reina Loise. Sugirió Ruth, con terror. -No, ella jamás creería que su hijo fuese capaz de ordenar un asesinato. -¿Qué? Eso no es posible, el príncipe Alexander no sería capaz de algo así... -¡Oh por Dios! Mira su mano... tiene un cuchillo... -Si, quieren que sea vea como un suicidio. ¡Son unos malditos hijo de perra! respondí con un dolor en mi corazón. -¿Qué haremos entonces, Princesa? Preguntó Ruth, temblando al igual que yo. Pensé por un segundo...-Tengo un plan... ¡Sígueme!Princesa Isabella Salimos de aquel lugar sin que nadie nos viera, era necesario escondernos para descubrir los planes de mi asesino.Sé que mi prometido está detrás de esto, pero olvidó un detalle muy importante , soy la hija del rey. No pasaré por alto lo que ha hecho, ha sobrepasado la línea.Ingresé a la habitación de mi padre a escondidas... es momento de poner en marcha mi respuesta ante este homicidio ¡¡No sé librarán de esta gorda tan fácilmente!!Si piensan, que me sentaré a llorar en un rincón, se equivocan, esos días terminaron. Redacté una carta en el nombre de mi padre, coloqué su sello y luego le pedí a un sirviente de confianza para que la entregué con urgencia, con ésto más de uno se llevará una gran sorpresa.Marchaba nuevamente hacía mi escondite, sé que esta en riesgo mi vida por el asesino que anda dando vueltas, pero no podía confiar en nadie más para hacer lo que hice.En el camino ví a las amantes de mi esposo, eso me hizo risa... sé que cuando escuché sobre mi
Martin (hermano de Isabella)-¡No puedo creerlo, cómo se atreve! Si no fuese por Isabella, incendiaría su castillo con todos adentro.-Eso es muy duro, Martín. No me quiero imaginar cómo se debe sentir en este momento. Pero no te preocupes, yo iré contigo.-No quiero que expongas... tú eres nuestra emperatriz Luci.-No me perderé el show, quiero ver la cara de Christopher cuando vea Isabella.-Si... no sé cómo lo tomará mi padre, ¡ésto lo enfurecerá! Creo que por esa razón me pidió que vaya.-Ya esta todo listo para partir, llegaremos a tiempo.-¡uff, no puedo con la ansiedad!...........Llevo despierta desde temprano, muero de hambre pero este esfuerzo lo vale.Uno de mis soldados me dijo que la reina Loise me busca... pero no puedo ir, se supone que estoy muerta y quizás sea la primera en descubrir el cuerpo.-¡Oh por Dios! gritó uno de los soldados que custodiaban mi habitación.Rápidamente comenzó el revuelo por todo el castillo, veo desde aquí arriba como todos corren para ver e
En medio de la oscuridad salió mi padre, como si fuese el diablo.-Padre...yo.. Intenté explicarle, pero no me salían las palabras. No estoy segura de qué lado está. Sé que siempre ha querido librarse de mí.-No sé por qué esa chica se quitó la vida, mentí y me odio por eso, pero si le digo la verdad, acabará con todos.-Usted me dijo que me esperaba... Comenté, y lo único que quería saber es cómo sabía que aún estaba con vida.-Sabía que no eras tú, por que te conozco. Hice un poco de teatro, porque tuve la sensación de que algo no estás contándome y quiero saber.Yo trague seco... por qué siento que mi padre no creyó lo que acabo de decir.Por fortuna, se escuchó a alguien en la puerta. Cruce los dedos espero que sea Martín, y así fue.-¡Majestad! Saludó con alegría y mi padre se sentía confundió.-¡Martin! No sabía que vendrías. Comentó mi padre, observándome de reojos.-No me perdería la boda de mi hermanita por nada del mundo... respondió él. He recibido una carta de los enamorad
Marché junto a mi asesino que estaba increíblemente hermoso, pero no me dejaré engañar. Mi hermano me arrinconó para decirme que aún podíamos hacer algo. Se que no está de acuerdo con esta boda, pero respeta mi decisión. Por otro lado, mi padre se quedó con un mal sabor de boca después de lo ocurrido. Jamás olvidé cuando lo ví llorando frente al cuerpo creyendo que era yo, hasta que presto atención. Aunque sea algo escalofriante, guardaré ese recuerdo dentro de mi corazón. La reina Loise estaba muy sensible, como yo que estoy haciendo un esfuerzo terrible para soportar esta farsa. Las amante de Christopher, me miran envidiando mi suerte, en verdad lo siento mucho. Intercambiaría mi lugar de ser posible, sé que todos lo desearían. Esta boda parece un velorio, yo no quise que se suspendiera, no le daré el gusto al príncipe. Estaba llendo al altar junto a mi padre, y ví a Christopher esperando por mí... ¡Ay diablos! ¿que es lo que estoy por hacer? Los nervios se apoderaron d
Él clavo sus ojos en mí, eso me incómodo mucho que decidí hacerme a un lado. Eran demasiadas emociones para un solo día, y no quiero que mi primera vez sea con alguien que no me ama.No sé qué es lo que quiere conseguir con esto... Christopher se había excedido de copas, pero no lo suficiente como para dormirlo...Mandé a pedir más vino, él sonrió, aunque se que por dentro quiere dejar de existir por haberse casado con alguien como yo.Mientras, le pedí que me contara lo que había sucedido a Gregorio, quién había organizado una expedición hacía nuevas rutas marítimas y se encontró con una gran isla deshabitada, la cual se había adjuntado a su reino. Conozco la historia por qué mi padre, tiene planes Mantuve distancia de él mientras escuchaba la historia que lo llenaba de orgullo. Disimuladamente observaba su hermoso y tonificado cuerpo, sus hermosos ojos que me miraban de a ratos y esa hermosa sonrisa seductora. Simplemente es perfecto.Mordí mis labios e imagine cómo sería estar
Cuando escuché aquellas palabras, mi mundo dio un vuelco y el miedo invadió todo mi ser.“Te casarás con el príncipe Alexander y formaremos una alianza te guste o no” Gritó mi padre, el rey Felipe, sin darme otra opción.………………..Debería ser una de las mujeres más felices a mi edad, pero a pesar de ser una princesa y de tener todo lo que quiero, me siento sola. He crecido bajo las sombras; mi padre el rey Robert, un hombre feroz y mi madrastra la reina Margareth , han hecho que mi vida sea un infierno. Mi padre había embarazado a una criada, producto de esa infidelidad nací yo.En esos tiempos se decía que dar a luz a una niña es un mal presagio y mi padre me odiaba por eso.Mi madrastra me detestaba, e incluso me dejó en manos de una de sus criadas. Cada vez que me veían, comenzaban las indiferencia, las ofensas y podía sentir el desprecio de ambos, creía firmemente que ese rechazo se debía a mi contextura física. Al principio esto era muy doloroso, pero con el tiempo comencé a hac
Hoy conoceré al hombre afortunado de tenerme como su esposa.Ruth cargo todas mis pertenencias al carruaje, “es hora de partir” me dijo y el miedo me invadió.No puedo creer lo que estoy por hacer, el solo pensarlo me da terror. Llevo dieciocho años encerrada en mi habitación, dónde nadie más que mis padres sabían sobre mí existencia. Esto va a resultar un desastre, sé que cuando me vea se sentirá intimidado por mis grandes músculos.El castillo del rey Enrique se encuentran a tres días en caballo, pero tuve la percepción de que la distancia se acortó. -¡Diablos, maldita sea! No podía creer ya habíamos llegado a la ciudad del rey. No puedo entender por qué mi cuerpo empezó a temblar, de repente me agarraron unas ganas terrible de salir corriendo. Baje del carruaje y me dirigí junto a mi padre, quién me recordaba en cada momento el trato que habíamos hecho.No quiero perder a ningunos de mis sirvientes.Sé muy bien que el príncipe se llevará una gran sorpresa cuando me vea, todos los
Iba caminando en dirección a mi habitación y escuché unos gritos.Me acerque disimuladamente para escuchar de qué se trataba.-¡Me lo prometió! ¿Por qué permitió esto?. Se escuchó decir a una mujer, mientras parecía arrojar cosas muy molesta.-¡Quiero que te encargues de ella! No permitiré que me falte el respeto con una gorda ridícula.Al escuchar esto, me alarmé… No es que me considere gorda ni ridícula, simplemente que mis músculos confunde a muchos.Ingresé a mi habitación y luego le puse seguro. Sé que las amantes de mi prometido me rodean por doquier, y en este momento mi vida se encuentran en peligro.………..-¡No puedo creerlo!... ¿Esto es una maldita broma? Rezongaba el príncipe Alexander en su habitación.-Estoy seguro que están haciendo esto para fastidiarme. Hasta donde tenía entendido la reina Stephany jamás había dado a luz a un hijo, de dónde salió Isabella.-¡Es cierto Príncipe! Pero estoy seguro que ella es hija del rey Enrique. Tiene los ojos verdes de su padre y hasta