IsabellaDespués de la rica sopa, subí al caballo ... Francisco iba a mi lado, el silencio era incómodo.-¿A dónde me llevas?-Ya verás... dice sonriendo.-¿Me llevarás a tu cueva secreta llena de hombres?, comenté y él comenzó a reírse.-Ja ja ja, eres muy ocurrente.-No entiendo por qué has vuelto, comenté y él se quedó en silencio.-¿Christopher te pidió que haga esto?, pregunté y él negó... pero no agrego nada más.-Tu silencio me hace dudar... no sé lo que piensas, ni lo que planeas hacer conmigo, honestamente no sé qué hago contigo.Él sonríe, -Hasta yo dudo de mis pensamientos... comento y eso me confundió a un más.-¿Has hablado con Chris?... pregunté, y de nuevo el silencio...-He hablado con su Majestad.-¿Ha dicho algo?-Conozco a Christopher desde hace muchísimo tiempo, lo que ha hecho fue terrible, pero también muy valiente. Siento mucha admiración por él, yo no podría haber tomado la decisión que ha tomado contigo.Al escuchar eso, sentí un golpe en mi pecho nuevamente..
Me quedé un rato pensando lejos, mientras veo a Francisco alejarse, luego una voz interrumpe.-¿Ya se ha marchado?... ¿por qué?, creí que se quedaría con nosotros.-Por qué piensas eso, Lorenzo, pregunté.-Él al igual que nosotros, vinimos por usted, comentó y no pude evitar sonreír.-Francisco es un hombre leal... ahora entiendo por qué Chrissiempre lo tuvo a su lado... él sería exactamente la persona que quisiera que esté en estos momentos.-Es cierto... ¿Y ahora qué haremos, princesa?-Tenemos que ir con mi padre... trae a nuestros hombres con nosotros. Él me miró preocupado.-¿Cómo lo tomará su padre?, ¿está segura que es buena idea?.-Créeme que con dos mil hombres en su puerta, este asunto no tendrá importancia.Necesito hablar con Martín, no puede hacer esto. Además, la aparición de Christopher puede ser malinterpretado.Salimos junto a Lorenzo y el resto de mis hombres hacia el castillo. En la entrada nos detuvieron los guardias, hasta que me reconocieron.-¿En qué demonios e
Ya había llegado el momento de poner fin a todo esto... salimos junto a Lorenzo para hablar con MartínSabíamos exactamente donde se asentaba, apenas había dormido... no quiero perder tiempo, en este momento es lo más preciado que tenemos. La brisa fría de la mañana choca con mi cara recordándome a cada instante que estoy viva, me siento bien cada vez que estoy fuera del castillo.El hecho de ser una princesa solo me ha traído mucho sufrimiento, los bienes materiales no tienen más valor que el que le puede dar un ser humano.Es terrible lo que una persona puede hacer por poder, en mi caso, nunca tuve la opción de elegir, estamos atrapados, la única salidas de esta prisión es la muerte o vivir condenado. Jamas imaginé encontrarme en esta posición, montada en un caballo en medio de una absurda venganza, y mucho menos en contra de mi hermano. Habíamos llegado a su asentamiento, sé que se llevará una gran sorpresa al verme aquí. Martín salió de su tienda, su mirada es confusa. Sé acerca a
Salí de la tienda de Christopher, tratando de recuperar el aliento, luego siento una mano sosteniendo mi brazo.-Espera princesa, escuché decir, era él.-No quiero que te vayas aún, por favor... quédate un poquito más, tomemos algo. -Ya he desayunado con mi hermano, y tengo afán... además no tengo nada que hablar contigo, en este momento, las palabras sobran.Me toma con fuerza y me atrae hacia él.-Sé que me quieres, Isabella... yo me he equivocado contigo, pero puedo repararlo. Sé que siente lo mismo que yo, escucha a tu corazón, por favor, quédate. Me dijo, siento un nudo en mi garganta, y mis lágrimas quieren salir. ¡Maldita seas, Christopher!-Yo sí te quise, pero tú te encargaste de arrancarme el corazón, ahora ya no siento nada por ti. No hay nada que pueda reparar ese daño. ¡Con permiso!, dije y me marché.-Haré lo que sea para detener esto con tal de me perdones, me dijo y en ese momento me detuve. Sería grandioso que eso pasará, pero no creo que esté en sus manos.-Si lo ha
Nunca en mi vida me había sentido tan nerviosa como en este momento, no se porque mi mente y mi energía esta en Christopher, como si estuviese en sus manos detener esto. Hace rato que estamos aquí y no hemos visto ningún solo movimiento, la calma que antecede a la tormenta. Si mi madre estuviera aquí estoy segura que extraía muy decepcionada. A lo lejos puedo ver a varios hombres acercándose con una bandera, no se lo que eso significa, los hombres de mi padre van hacia su encuentro y esto me pone muy nerviosa y más aun ver a las tropas movilizarse. -¿Qué está sucediendo?, pregunto y veo a Andrés junto a Ibrahim yendo a ver lo que ocurre, es un momento de mucha tensión. Escucho la voz de los soldados y veo como todos levantan su espada, yo me quedé inmóvil en el lugar mientras las lagrimas se derrama por mis mejillas, no puedo creer lo que esta sucediendo. -Creo que marchan en dirección de su Majestad Christopher. -¿Cómo es eso posible?, dije y me sobresalté. No entiendo qué es l
Me aleje de Christopher y lo mire confundida, porque no sabia que hacia en un lugar como este, tan remoto, qué fue lo que sucedió con Martin y si habia tenido algo que ver en todo esto, pero no hubo necesidad de preguntar, el tomó de mi mano, algo que me hizo sentir un poco incomoda, despues de todo lo que ha sucedido entre nosotro.-Podría llamarle como una coincidencia, pero yo lo llamó destino, he visitado estas tierras con mi padre en varias ocasiones cuando visitabamos el castillo. Ahora entiendo porque tu padre le gustaba venir aquí, creo que los recuerdos de tu madre aun siguen vivos en este lugar.-No entiendo...-Cuando tu padre era un principe se solia escapar y venir a estos lados, le gustaba ver como las personas vivian en armonia y con sencilles, fue en ese entonces que se enamoró de la mujer más hermosa, esa era tu madre. Ser un principe es ser una moneda de cambio, enamorarse puede traer grandes desgracias, te vuelve vulnerable, me dice Christopher y se quedo en silenci
Cuando escuché aquellas palabras, mi mundo dio un vuelco y el miedo invadió todo mi ser.“Te casarás con el príncipe Alexander y formaremos una alianza te guste o no” Gritó mi padre, el rey Felipe, sin darme otra opción.………………..Debería ser una de las mujeres más felices a mi edad, pero a pesar de ser una princesa y de tener todo lo que quiero, me siento sola. He crecido bajo las sombras; mi padre el rey Robert, un hombre feroz y mi madrastra la reina Margareth , han hecho que mi vida sea un infierno. Mi padre había embarazado a una criada, producto de esa infidelidad nací yo.En esos tiempos se decía que dar a luz a una niña es un mal presagio y mi padre me odiaba por eso.Mi madrastra me detestaba, e incluso me dejó en manos de una de sus criadas. Cada vez que me veían, comenzaban las indiferencia, las ofensas y podía sentir el desprecio de ambos, creía firmemente que ese rechazo se debía a mi contextura física. Al principio esto era muy doloroso, pero con el tiempo comencé a hac
Hoy conoceré al hombre afortunado de tenerme como su esposa.Ruth cargo todas mis pertenencias al carruaje, “es hora de partir” me dijo y el miedo me invadió.No puedo creer lo que estoy por hacer, el solo pensarlo me da terror. Llevo dieciocho años encerrada en mi habitación, dónde nadie más que mis padres sabían sobre mí existencia. Esto va a resultar un desastre, sé que cuando me vea se sentirá intimidado por mis grandes músculos.El castillo del rey Enrique se encuentran a tres días en caballo, pero tuve la percepción de que la distancia se acortó. -¡Diablos, maldita sea! No podía creer ya habíamos llegado a la ciudad del rey. No puedo entender por qué mi cuerpo empezó a temblar, de repente me agarraron unas ganas terrible de salir corriendo. Baje del carruaje y me dirigí junto a mi padre, quién me recordaba en cada momento el trato que habíamos hecho.No quiero perder a ningunos de mis sirvientes.Sé muy bien que el príncipe se llevará una gran sorpresa cuando me vea, todos los