Martin (hermano de Isabella)
-¡No puedo creerlo, cómo se atreve! Si no fuese por Isabella, incendiaría su castillo con todos adentro.
-Eso es muy duro, Martín. No me quiero imaginar cómo se debe sentir en este momento. Pero no te preocupes, yo iré contigo.
-No quiero que expongas... tú eres nuestra emperatriz Luci.
-No me perderé el show, quiero ver la cara de Christopher cuando vea Isabella.
-Si... no sé cómo lo tomará mi padre, ¡ésto lo enfurecerá! Creo que por esa razón me pidió que vaya.
-Ya esta todo listo para partir, llegaremos a tiempo.
-¡uff, no puedo con la ansiedad!
...........
Llevo despierta desde temprano, muero de hambre pero este esfuerzo lo vale.
Uno de mis soldados me dijo que la reina Loise me busca... pero no puedo ir, se supone que estoy muerta y quizás sea la primera en descubrir el cuerpo.
-¡Oh por Dios! gritó uno de los soldados que custodiaban mi habitación.
Rápidamente comenzó el revuelo por todo el castillo, veo desde aquí arriba como todos corren para ver el cuerpo muerto.
Sentí un nudo en mi garganta cuando la ví a la reina Loise corriendo con desesperación...
-¡Dime qué no es cierto! ... ¡¡¡Ay Dios!!! ¿por qué? lloraba desconsolado sobre el cuerpo. No pude contener mi llanto y lloré al verla tan mal.
-¡Perdoname Loise! no es mí intención lastimarte.
Escuché que entraba muchos caballos... ¡oh por Dios, han llegado! y el solo ver cruzar al rey Enrique, Junto a mi padre y Christopher sentí un fuerte golpe en el pecho.
Los gritos de dolor de la reina llamó su atención y se acercaron corriendo.
¡¡MI HIJA!! ¡NO!... gritó mi padre aferrándose al cuerpo, que me desgarro. No podia creer lo que estaba viendo, parecía que en el fondo me amaba. Lloré desconsoladamente, sin poder observar.
El príncipe se acercó a mi padre he intentó consolarlo, pero él parecía afectado. El rey Enrique mando a llamar a todo los médicos y envío al calabozo a mis guardias.
Después del alboroto, mi padre se pone de pie, seca sus lágrimas para hablar con el rey Enrique.
Christopher quedó junto al cuerpo, se sentó, parecía decir algo. Vi que se acercó a la cabeza y eso me alarmó.
-¡Rápido Carmen! No debe ver su rostro le dije a una de mis sirvientes, que estaba junto a mí.
Ella corrió con desesperación para poder interrumpir.
-Mi niña, ¿qué te hiciero? ¿quién fue? lloraba.
Es la mejor, lloré con su actuación. Eso hizo que el príncipe tome distancia.
Ruth lloraba a mi lado, no podía imaginar que alguien fuese capaz de lastimarme. Pero lo que más le dolía, es que podría haber sido yo la que estuviese en el lugar de esa joven.
Yo no digo que esto es divertido, porque también estoy sufriendo. Jamás lastimaría a nadie y hoy indirectamente lo había hecho.
Después de un rato llegó Ruth para avisarme que mi hermano llegó con mil hombres y esperaban en la entrada.
Mi padre parecía desvastado, eso fue lo que más me sorprendió... Jamás se ha interesado en mí antes, y creo que eso será un inconveniente.
Le pedí a Ruth que fuera a escondidas para que pusiera al tanto de la situación, ellos no debían saber nada.
Se acercaron al castillo, con algunos regalos. El rey Enrique corrió hacia la entrada muy preocupado. Luego no supe más nada de mi padre y eso me preocupa.
Salí del escondite, no podía perderme ese show, cuando ví Alexander dirigiéndose hacía la entrada junto a su padre.
No había explicación para lo que había sucedido, el príncipe disimulaba muy bien el estar afectado.
Le hizo seña a su padre y luego marchó hacía otro lugar.
¿Qué es lo que tramas? me pregunté, salí a escondidas y ví que se dirigió hacia la habitación de su amante.
Me quedé un segundo en la puerta, y escuché un golpe.
-¡Te he dicho que no podía hacerlo! Luego de eso salí corriendo.
No me equivoque... ¡maldita seas Christopher!
Mordí con odio, mientras veo como sale de la habitación hacía la entrada y mi querido hermano hace una entrada monumental.
-¡Felicidades por su compromiso! Jamás me perdería la boda de mi única y amada hermanita.
-¿Dónde está ella? preguntó mi hermano con una sonrisa malévolo y un ejército en su espalda. Pude ver cómo el príncipe y su padre tragaron saliva y empezaron a sudar de los nervios.
-¿A qué se debe tanto revuelo? Pregunté y luego me dirigí corriendo hacia los brazos de mi hermano y la emperatriz que estaba más bella que nunca.
-Princesa.... creí... tartamudeo Christopher, parecía que había visto a un fantasma.
-Pasen por favor, invito el rey Enrique.
Yo agradecí en secreto a mi hermano y a mi cuñada.
-¿Qué es lo que sucede en mí habitación? grite al ver tanta gente.
Christopher me miraba confundido, no podía creer que su plan de deshacerte de mí, haya fallado.
-Ven, princesa Isabella. Me habló Christopher.
-Alguien intentó asesinarte, tu padre está desvastado, deberías ir a verlo. Yo lo observé confundida...
Por dentro me llenaba de gozo haberlo hecho temer a este bastardo.
Me dirigí hacía el aposento de mi padre y no sé porque razón me siento muy nerviosa. Quizás por haber presenciado la escena desde lo alto, pero cuando vea que estoy con vida, me ignorará como siempre lo ha hecho.
Abrí la puerta...
-¿Padre? le dije, pero no lo veía por ningún lado.
-¡Te estaba esperando Christopher!
-¿Cómo es que...?
En medio de la oscuridad salió mi padre, como si fuese el diablo.-Padre...yo.. Intenté explicarle, pero no me salían las palabras. No estoy segura de qué lado está. Sé que siempre ha querido librarse de mí.-No sé por qué esa chica se quitó la vida, mentí y me odio por eso, pero si le digo la verdad, acabará con todos.-Usted me dijo que me esperaba... Comenté, y lo único que quería saber es cómo sabía que aún estaba con vida.-Sabía que no eras tú, por que te conozco. Hice un poco de teatro, porque tuve la sensación de que algo no estás contándome y quiero saber.Yo trague seco... por qué siento que mi padre no creyó lo que acabo de decir.Por fortuna, se escuchó a alguien en la puerta. Cruce los dedos espero que sea Martín, y así fue.-¡Majestad! Saludó con alegría y mi padre se sentía confundió.-¡Martin! No sabía que vendrías. Comentó mi padre, observándome de reojos.-No me perdería la boda de mi hermanita por nada del mundo... respondió él. He recibido una carta de los enamorad
Marché junto a mi asesino que estaba increíblemente hermoso, pero no me dejaré engañar. Mi hermano me arrinconó para decirme que aún podíamos hacer algo. Se que no está de acuerdo con esta boda, pero respeta mi decisión. Por otro lado, mi padre se quedó con un mal sabor de boca después de lo ocurrido. Jamás olvidé cuando lo ví llorando frente al cuerpo creyendo que era yo, hasta que presto atención. Aunque sea algo escalofriante, guardaré ese recuerdo dentro de mi corazón. La reina Loise estaba muy sensible, como yo que estoy haciendo un esfuerzo terrible para soportar esta farsa. Las amante de Christopher, me miran envidiando mi suerte, en verdad lo siento mucho. Intercambiaría mi lugar de ser posible, sé que todos lo desearían. Esta boda parece un velorio, yo no quise que se suspendiera, no le daré el gusto al príncipe. Estaba llendo al altar junto a mi padre, y ví a Christopher esperando por mí... ¡Ay diablos! ¿que es lo que estoy por hacer? Los nervios se apoderaron d
Él clavo sus ojos en mí, eso me incómodo mucho que decidí hacerme a un lado. Eran demasiadas emociones para un solo día, y no quiero que mi primera vez sea con alguien que no me ama.No sé qué es lo que quiere conseguir con esto... Christopher se había excedido de copas, pero no lo suficiente como para dormirlo...Mandé a pedir más vino, él sonrió, aunque se que por dentro quiere dejar de existir por haberse casado con alguien como yo.Mientras, le pedí que me contara lo que había sucedido a Gregorio, quién había organizado una expedición hacía nuevas rutas marítimas y se encontró con una gran isla deshabitada, la cual se había adjuntado a su reino. Conozco la historia por qué mi padre, tiene planes Mantuve distancia de él mientras escuchaba la historia que lo llenaba de orgullo. Disimuladamente observaba su hermoso y tonificado cuerpo, sus hermosos ojos que me miraban de a ratos y esa hermosa sonrisa seductora. Simplemente es perfecto.Mordí mis labios e imagine cómo sería estar
No sabía por dónde empezar... pero no puedo permitir que mi padre arruine todos mis planes.Miré a Christopher... me quedé un momento en silencio antes de contestar.-¡Vamos a reforzar la seguridad del castillo! le dije, y él me miró sorprendido.-Dime ahora mismo qué es lo que está sucediendo. Me exigió molesto.No sabía por dónde comenzar... pero no le podía decir las intenciones de mi padre, por que eso me convertiría en su cómplice y juro que no tengo nada que ver.Sé que este idiota no merece mi compasión después de lo que me hizo, pero no lo hago por él... ahora este reino me pertenece y algún día yo dirigiré todo.-¡Secuestraron a la reina Margareth! estaba viniendo aquí, pero no llego.-¿Por qué afirmas que la ha secuestrado? ¿Qué sabes? Me preguntó exaltado.Su pregunta hicieron eco en mí, porque mi padre jamás dijo los motivos y Martín no preguntó. Abrí los ojos grandes, e intenté contener el miedo que sentí. ¡Todo ésto es mi culpa!-Todos se fueron en búsqueda de pistas, es
Han pasado casi una semana desde que el príncipe fue a buscar a su padre, no hemos recibido noticias y eso me preocupa.La reina Loise enfermo por esa causa, yo le dije que todo estará bien, pero realmente no estoy segura.Martin regreso a sus tierras después de acabar con el mal nacido de Petroski, aún está haciendo rastrillaje del lugar.¿Creen que soy cruel por hacer esto a mi padre?¡Pues no! El ama el poder sobre todas las cosas... si él rey Enrique y Christopher están con él, tendré que preocuparme. Por qué el muy miserable los asesinara, no exagero en lo que digo.Aún no he terminado con el príncipe... no voy a permitir que el me quite mi oportunidad...He enviado un anzuelo para que abandone esas tierras con una pista falsa de su mujer.-¡¡Abran la pu
Llevo días en mi habitación desde que el rey enfermo, cada día rezo para que se recupere.No hemos tenido noticias de mi padre y eso no es nada bueno.Estoy asustada, conozco a mi padre, me aterra este silencio. Escuché el príncipe está dirigiendo un ejército para resguardar la frontera... He insistido para pedir una audiencia con él, pero me ha rechazado en todas las ocasiones. Sin imaginar termine siendo prisionera en este castillo.Debe ser que estoy pagando por lo que le he hecho a la reina Margareth, hace dos días nació mi hermano, siento pena que esto sea así, pero tengo que encontrar el momento oportuno.Ruth ingresó a mi habitación, sé que trae un mensaje importante.-Dime Ruth, ¿qué sucede?-El príncipe pidió verla... ¡la espera en el despacho! me dijo y yo salte de alegría como nunca antes.Me arreglé lo mejor que pude, marché hacía el despacho. Apesar de sentirme deprimida por lo que he hecho, sé que tengo la oportunidad de compensarlo.-Majestad... ¡permiso!, dije al ingre
-¿Qué te sucedió? ¿Has hecho un pacto de sangre con Isabella? Preguntó Francisco riendo.-¡Esa mujer esta loca! por poco se quita la vida. Respondió Christopher algo exaltado.-¡Nos hubiese hecho un favor! -No, a pesar de haber omitido los detalles de la carta, me advirtió sobre el peligro que corría mi padre... además ella es la hija del Rey.-Imagino que debe conocer bien los secretos de su padre... además, ella puede ser la carnada.-He hablado sobre ese tema, ahora deberá mostrar su lealtad hacía nosotros.Francisco empezó a reírse.-¿Qué te hace gracia?-Porque se supone que está mujer es tu esposa... ......................Isabella Reconozco que me he sobrepasado con Christopher... Pero el presionó en mi herida.¡Ay Diosito, piedad! nosé si podré con esto... sé que te he pedido una nueva oportunidad, pero me echaste a los lobos.Vine al único lugar dónde encuentro paz, la cocina. Le pedí a Ruth que mandara a hacer los panecillos que me gustan. En el camino me cruce con la ama
Isabella ¡Hola aquí estoy! ¡sigo viva! Lo que sea que le haya puesto a la comida le dio un toque exótico. Dormí como como nunca antes, eso es muy sospechoso ¿cierto? Hoy es un día muy especial... la reina Loise celebra su cumpleaños y me duele el alma no poder felicitarla y estar con ella. He escuchado que harán un pequeña fiesta familiar, que por supuesto no estoy invitada. Fui a ver a Christopher para hablar de lo que ocurrió con los soldados, pero no lo ví. -¿Qué haces aquí? Escuché detrás de mí, era Francisco.-¡Hola Francisco! estoy buscando a Christopher. Le dije, y siento como su mirada se posa en mí.-Él no podrá atenderte... ¡está con su familia! Me respondió, y eso me molestó muchísimo. -¿Cómo te atreves a hablarme así? Dile que quiero verlo. Exigí molesta, pero él se rió de mí.-¡No sé quién crees que eres para hablarme así...! ¡¡Ocupa tu lugar!! que tengas una estrella en tu hombro no significa que has dejado de ser un simple criado. ¡Nada lo cambiara! Le dije, y me