Iba caminando en dirección a mi habitación y escuché unos gritos.Me acerque disimuladamente para escuchar de qué se trataba.
-¡Me lo prometió! ¿Por qué permitió esto?. Se escuchó decir a una mujer, mientras parecía arrojar cosas muy molesta. -¡Quiero que te encargues de ella! No permitiré que me falte el respeto con una gorda ridícula. Al escuchar esto, me alarmé… No es que me considere gorda ni ridícula, simplemente que mis músculos confunde a muchos. Ingresé a mi habitación y luego le puse seguro. Sé que las amantes de mi prometido me rodean por doquier, y en este momento mi vida se encuentran en peligro. ……….. -¡No puedo creerlo!... ¿Esto es una m*****a broma? Rezongaba el príncipe Alexander en su habitación. -Estoy seguro que están haciendo esto para fastidiarme. Hasta donde tenía entendido la reina Stephany jamás había dado a luz a un hijo, de dónde salió Isabella. -¡Es cierto Príncipe! Pero estoy seguro que ella es hija del rey Enrique. Tiene los ojos verdes de su padre y hasta el mismo color de cabello rojizo, no creo que sea coincidencia. -Olvidaste el tamaño de esa mujer, ¿La viste? -Sí, pero eso no es un problema ¿Verdad? Usted no quiere perder su libertades… respondió su amigo. -¡Tu comentario no me ayuda Francisco!. -Cuando se entere Rose intentará asesinarte. Comento Francisco, luego comenzó a reírse. -¡Diablos! No habrá forma de calmar a esa mujer. Aunque… dijo el príncipe acariciando su barbilla.- Podría hacerme un gran favor. Pensó en voz alta. -No entiendo a se refiere príncipe, solo espero que no lo perjudique. Respondió preocupado su amigo. -De hecho… esto es algo muy bueno. Respondió Alexander con una sonrisa en su rostro. Francisco lo quedó observando tratando de descifrar lo que tenía en mente. -Tranquilo querido amigo… me casare con Isabella, no puedo desobedecer a mi Rey. -Bueno… no se qué es lo que tiene en mente, pero recuerde que si le llega a pasar algo a la princesa, el rey Robert hará que desate el infierno. -El y cuántos más, respondió el príncipe, luego comenzó a reírse insinuando que solo bromeaba. Alexander salió de su habitación y marchó a ver a una de sus favoritas. Ingresó a su habitación y ahí se encontró con una mujer esperándolo. Sabía que ella siempre estaba disponible para él, y sin duda con ella lograba satisfacer sus deseos. La tomó del brazo y empezó a besarla apasionadamente, con urgencia por apagar las llamas que tenía en su interior. El se perdió en los besos de aquella mujer de curvas perfectas. La colocó encima del escritorio, beso cada rincón de su cuerpo desnudo desaforadamente, Rose se entregó por completo a sus caricias, luego él ingresó en ella y empezó a moverse con fuerza, sus gemidos hacían ecos en todo el castillo, los dos se entregaron por completo, haciendo que en aquel último y leve movimiento de sus cuerpos llegaran a su clímax. Sabía que con Rose podía desatar su lado animal sin que ella opusiera resistencia e incluso lo disfrutaba. -¡No vas a dejarme por esa gorda! Rezongó Rose. -¿Estás celosa? Preguntó el príncipe con una sonrisa. -Sabes que no puedo oponerme a las decisiones de mi padre… dijo antes de marcharse.Rose quedó detrás de la puerta pensando. -¡Tú, mi amor no puedes hacer nada… pero yo sí! Dijo en voz alta con una sonrisa siniestra. El príncipe salió satisfecho de la habitación de una de sus amantes, sabía que Rose era capaz de cualquier cosa. perdido en sus pensamientos caminaba en dirección de su habitación. Luego vió a alguien bajando las escaleras y eso lo asustó. -Princesa Isabella... ¿qué hace por aquí tan tarde? -Quise ir a la cocina a buscar algo para comer, y me perdí... respondió ella un poco avergonzada. -Ven, déjame acompañarte, respondió el extendiendo su mano. Ella lo observó con atención, desconfiando de sus intenciones, lo primero que se le vino a la mente fue su cuerpo rodando por las escaleras. Isabella aceleró el paso y aunque agradeció por el detalle continuo su camino... -No te ví en la cena, imagino que estabas muy cansada, comentó Alexander acercándose a ella, algo que la hizo ponerse en alerta... pensó por un momento y se dio cuenta que no siempre podría escapar, y ella solo quería vivir. -Alexander, déjame decirte que yo no elegí este compromiso... sé que no soy lo que esperas, yo tampoco estoy contenta por qué sea de este modo.... pero lamentablemente no nos tocó elegir. El príncipe se quedó unos segundo en silencio... -¿Qué es lo que tratas de decirme con eso, Preguntó asombrado al ver su reacción tan repentina. -A pesar de que estemos obligados a casarnos, yo no espero nada de tí, no estás obligado a quererme ni aceptarme en tu vida. Puedes hacer tu vida como si yo no existiera, lo entiendo y no me molesta, respondió con franqueza. El príncipe la miró a los ojos, y con una mano tocó su hombro y agradeció sus palabras. -¡En verdad lo siento tanto!. No podemos forzar pero debes saber que no tengo ningún interés en una relación amorosa, no es lo que busco, me alegra que lo hayas dicho. -¡Con eso quiero pedirte que no intente deshacerte de mí! ¡No seré una carga para tí, sé defenderme! he estado entrenado artes marciales. ¡Te aviso por si las dudas! El príncipe comenzó a reírse sin poder contenerse... -Me alegra que sepas defenderte, pero aquí tienes muchos guardias a tu disposición no es necesario. -Si, estoy segura... pero los veo muy debilucho al igual que a tí... eres muy delgadito. El príncipe se reía por sus ocurrencias, ella ingresó a la cocina y lo invito a pasar, pero el se negó. - No veremos mañana Isabella... fue una gran charla, tendré en cuenta esto que me dices. -¡Por supuesto! yo también te tomo la palabra... El príncipe marchó hacía su recámara asombrado por la respuesta de la princesa Isabella, se preguntaba si era capaz de leer la mente... el plan que tenía en mente ya no sería necesario, si cumple con sus palabras, pero Rose, pensó, sabia que ella era capaz de cualquier cosa. Rose debería ser muy cuidadosa, de lo contrario, se podría desatar un infierno. El rey Robert prendería fuego el reino entero... no tenía dudas de eso. Ese pensamiento lo alarmó, su amigo Francisco tenía razón, aún era muy pronto para hacer algo. Se dirigió para poder advertirle, que desistiera de cualquier plan. Luego se marchó.Princesa Isabella Por la mañana Ruth me despertó muy temprano y me trajo un vestido. -¿Qué significa ésto?, ¡explícame! le exigí. -Éste es su vestido para la boda. Me respondió con dificultad.-Su padre adelantó la fecha. -¿De qué estás hablando? ¿Tan pronto? Pregunté asombrada, sé que he vivido por esa ubica razón... pero no me siento preparada y mis miedos volvieron aparecer. -Su padre se irá antes de lo esperado, debe resolver asuntos importantes dijo. -Debe ser una broma ... Me dije intentando consolarme pero Ruth no se retracto. Salí de mí habitación para ir a desayunar, en el camino me cruce con las amante de mi prometido. Lo sé por la forma en la que me miran, he incluso ninguna hizo reverencia. Se que me odian, pero lo siento por ellas, yo gane su premio. Llegué al comedor, estaba mí padre con el rey Enrique, tenía mucha hambre salude rápidamente y pedí todo lo haya en la cocina. Mí progenitor dirigió su mirada amenazadora para que me comportara, pero lo que é
Princesa Isabella Salimos de aquel lugar sin que nadie nos viera, era necesario escondernos para descubrir los planes de mi asesino.Sé que mi prometido está detrás de esto, pero olvidó un detalle muy importante , soy la hija del rey. No pasaré por alto lo que ha hecho, ha sobrepasado la línea.Ingresé a la habitación de mi padre a escondidas... es momento de poner en marcha mi respuesta ante este homicidio ¡¡No sé librarán de esta gorda tan fácilmente!!Si piensan, que me sentaré a llorar en un rincón, se equivocan, esos días terminaron. Redacté una carta en el nombre de mi padre, coloqué su sello y luego le pedí a un sirviente de confianza para que la entregué con urgencia, con ésto más de uno se llevará una gran sorpresa.Marchaba nuevamente hacía mi escondite, sé que esta en riesgo mi vida por el asesino que anda dando vueltas, pero no podía confiar en nadie más para hacer lo que hice.En el camino ví a las amantes de mi esposo, eso me hizo risa... sé que cuando escuché sobre mi
Martin (hermano de Isabella)-¡No puedo creerlo, cómo se atreve! Si no fuese por Isabella, incendiaría su castillo con todos adentro.-Eso es muy duro, Martín. No me quiero imaginar cómo se debe sentir en este momento. Pero no te preocupes, yo iré contigo.-No quiero que expongas... tú eres nuestra emperatriz Luci.-No me perderé el show, quiero ver la cara de Christopher cuando vea Isabella.-Si... no sé cómo lo tomará mi padre, ¡ésto lo enfurecerá! Creo que por esa razón me pidió que vaya.-Ya esta todo listo para partir, llegaremos a tiempo.-¡uff, no puedo con la ansiedad!...........Llevo despierta desde temprano, muero de hambre pero este esfuerzo lo vale.Uno de mis soldados me dijo que la reina Loise me busca... pero no puedo ir, se supone que estoy muerta y quizás sea la primera en descubrir el cuerpo.-¡Oh por Dios! gritó uno de los soldados que custodiaban mi habitación.Rápidamente comenzó el revuelo por todo el castillo, veo desde aquí arriba como todos corren para ver e
En medio de la oscuridad salió mi padre, como si fuese el diablo.-Padre...yo.. Intenté explicarle, pero no me salían las palabras. No estoy segura de qué lado está. Sé que siempre ha querido librarse de mí.-No sé por qué esa chica se quitó la vida, mentí y me odio por eso, pero si le digo la verdad, acabará con todos.-Usted me dijo que me esperaba... Comenté, y lo único que quería saber es cómo sabía que aún estaba con vida.-Sabía que no eras tú, por que te conozco. Hice un poco de teatro, porque tuve la sensación de que algo no estás contándome y quiero saber.Yo trague seco... por qué siento que mi padre no creyó lo que acabo de decir.Por fortuna, se escuchó a alguien en la puerta. Cruce los dedos espero que sea Martín, y así fue.-¡Majestad! Saludó con alegría y mi padre se sentía confundió.-¡Martin! No sabía que vendrías. Comentó mi padre, observándome de reojos.-No me perdería la boda de mi hermanita por nada del mundo... respondió él. He recibido una carta de los enamorad
Marché junto a mi asesino que estaba increíblemente hermoso, pero no me dejaré engañar. Mi hermano me arrinconó para decirme que aún podíamos hacer algo. Se que no está de acuerdo con esta boda, pero respeta mi decisión. Por otro lado, mi padre se quedó con un mal sabor de boca después de lo ocurrido. Jamás olvidé cuando lo ví llorando frente al cuerpo creyendo que era yo, hasta que presto atención. Aunque sea algo escalofriante, guardaré ese recuerdo dentro de mi corazón. La reina Loise estaba muy sensible, como yo que estoy haciendo un esfuerzo terrible para soportar esta farsa. Las amante de Christopher, me miran envidiando mi suerte, en verdad lo siento mucho. Intercambiaría mi lugar de ser posible, sé que todos lo desearían. Esta boda parece un velorio, yo no quise que se suspendiera, no le daré el gusto al príncipe. Estaba llendo al altar junto a mi padre, y ví a Christopher esperando por mí... ¡Ay diablos! ¿que es lo que estoy por hacer? Los nervios se apoderaron d
Él clavo sus ojos en mí, eso me incómodo mucho que decidí hacerme a un lado. Eran demasiadas emociones para un solo día, y no quiero que mi primera vez sea con alguien que no me ama.No sé qué es lo que quiere conseguir con esto... Christopher se había excedido de copas, pero no lo suficiente como para dormirlo...Mandé a pedir más vino, él sonrió, aunque se que por dentro quiere dejar de existir por haberse casado con alguien como yo.Mientras, le pedí que me contara lo que había sucedido a Gregorio, quién había organizado una expedición hacía nuevas rutas marítimas y se encontró con una gran isla deshabitada, la cual se había adjuntado a su reino. Conozco la historia por qué mi padre, tiene planes Mantuve distancia de él mientras escuchaba la historia que lo llenaba de orgullo. Disimuladamente observaba su hermoso y tonificado cuerpo, sus hermosos ojos que me miraban de a ratos y esa hermosa sonrisa seductora. Simplemente es perfecto.Mordí mis labios e imagine cómo sería estar
Cuando escuché aquellas palabras, mi mundo dio un vuelco y el miedo invadió todo mi ser.“Te casarás con el príncipe Alexander y formaremos una alianza te guste o no” Gritó mi padre, el rey Felipe, sin darme otra opción.………………..Debería ser una de las mujeres más felices a mi edad, pero a pesar de ser una princesa y de tener todo lo que quiero, me siento sola. He crecido bajo las sombras; mi padre el rey Robert, un hombre feroz y mi madrastra la reina Margareth , han hecho que mi vida sea un infierno. Mi padre había embarazado a una criada, producto de esa infidelidad nací yo.En esos tiempos se decía que dar a luz a una niña es un mal presagio y mi padre me odiaba por eso.Mi madrastra me detestaba, e incluso me dejó en manos de una de sus criadas. Cada vez que me veían, comenzaban las indiferencia, las ofensas y podía sentir el desprecio de ambos, creía firmemente que ese rechazo se debía a mi contextura física. Al principio esto era muy doloroso, pero con el tiempo comencé a hac
Hoy conoceré al hombre afortunado de tenerme como su esposa.Ruth cargo todas mis pertenencias al carruaje, “es hora de partir” me dijo y el miedo me invadió.No puedo creer lo que estoy por hacer, el solo pensarlo me da terror. Llevo dieciocho años encerrada en mi habitación, dónde nadie más que mis padres sabían sobre mí existencia. Esto va a resultar un desastre, sé que cuando me vea se sentirá intimidado por mis grandes músculos.El castillo del rey Enrique se encuentran a tres días en caballo, pero tuve la percepción de que la distancia se acortó. -¡Diablos, maldita sea! No podía creer ya habíamos llegado a la ciudad del rey. No puedo entender por qué mi cuerpo empezó a temblar, de repente me agarraron unas ganas terrible de salir corriendo. Baje del carruaje y me dirigí junto a mi padre, quién me recordaba en cada momento el trato que habíamos hecho.No quiero perder a ningunos de mis sirvientes.Sé muy bien que el príncipe se llevará una gran sorpresa cuando me vea, todos los