Durante la noche, di vueltas en la cama, pensando en la pregunta de Rik. Realmente quiero decir que sí. Quiero llegar a conocerlo. Es un riesgo, si empezamos a salir. Si no es mi pareja, puede que cause problemas con mi pareja en el futuro. Pero, a partir de ahora, voy a ser su Guardiana. Llegar a conocerlo es importante. Y me aseguraré de mantener mis límites.

Finalmente me duermo temprano por la mañana, pero me despierto a mi hora habitual. Es hora de volver a entrenar. Sé que mi padre no estará de acuerdo, y posiblemente, Rik tampoco. Pero no puedo seguir de brazos cruzados.

Me visto y salgo justo cuando empiezan a aparecer los demás guerreros. Rik aún no ha llegado, así que me acerco a los demás y los saludo. Me chocan los cinco, me dan la bienvenida como “me alegro de que te hayas recuperado", entre otros saludos habituales cuando alguien ha estado fuera durante un tiempo.

"¿Cara? ¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando", dice mi padre.

"Papá, necesito volver a entrenar. N