❝ No olvides que lo que llamamos hoy realidad fue imaginación ayer ❞ — José Saramago — (Desde la perspectiva de Sheis) Algunos segundos prudentes transcurrieron, unos en los que yo por idiota puedo llegar a decir que verdaderamente me confié hasta que la lección más grande de mi vida sin dudas dio inicio. Todo parecía transcurrir con toda calma, como una mansa oveja aquella chica aparentaba comportarse hasta que llegó el momento justo de apartarnos. Con detenimiento a los ojos la contemplé, una expresión sumamente sería dominaba las esquinas laterales de su rostro, cosa que para mí era algo sumamente gracioso de ver, provocando que con ello algunas carcajadas salieran de mi boca, pero en ella a diferencia de mí no había reacción, ni el más mínimo intento de formar una sonrisa en ella apareció más la frialdad en toda su extensión parecía haberla tomado para sí. — Te parece gracioso — reclamo aquella haciendo que por ello yo guardara silencio por un momento antes de decir. — Sí me
❝ Soy lo que los demás no ven ❞ — Cuento Infantil — Beatriz de las Heras — (Desde la perspectiva de Sheis) Lo que era cierto, los vampiros en sus garras son capaces de desprender un veneno que gradualmente al adentrarse al torrente sanguíneo va debilitando el cuerpo en caso de ser un humano el que lo reciba este hace que se inhiban las facultades básicas de su cuerpo dejándoles a merced de aquellos chupasangres, pero en el caso de los lobos la cosa es un tanto diferente. A la uña desprenderse dentro de la piel del lobo no solo libera su bien conocido veneno, lo cual provoca una gran debilidad que los lycans medianamente pueden llegar a resistir, sino que las mismas al poco tiempo comienzan un proceso de descomposición en la cual la misma va pudriéndose llevándose tejido importante de por medio hasta formar un cuadro infeccioso el cual mata al lobo lenta y dolorosamente, claro, si ellos no logran matarte primero. — Y tanto tiempo ha transcurrido. — Podría decirse todo sucedió en p
❝ Deja que mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo ❞ — Pablo Neruda — Una vez papá se alejó disimuladamente dirigí mis ojos en dirección a aquel hombre queriendo contemplarlo, inesperadamente al voltear terminé encontrándole de pie recostado contra la pared con la mirada perdida, además de que parecía sutilmente incómodo al contemplar como mi padre se había alejado. Su rostro y su aspecto para aquel instante de algún modo empezó a hacer ruido en mi cabeza al contemplar como su imponente figura ante mí ahora se alzaba, aquel era alto y probablemente oscilaba la misma estatura que papá ostentaba. Dándome media vuelta me acerqué hasta el escalón que da acceso al porche y justo por el lado de aquel hombre di algunos pasos antes de detenerme próxima a su vera alejada por unos pocos centímetros de su ser quien de paso no lo noto hasta el último momento. — Regresa a la cama no estás en condiciones aún de estar de pie tanto tiempo, escuchaste a papá así que obedece — dije enmarcando
❝ A la vida hay que hacerle el amor sin drama, con locura y pasión ❞ — Federico Moura — Mi mano sin tardar aquel capturó en el aire mientras enmarcaba en las esquinas de su boca una risilla llena de complacencia que solo y a sinceridad solo, me hacía sentir mucho peor. Aquel tras su evidente proeza me miró de una manera la cual jamás había sido presenciada por mí en la que el deseo y la añoranza se combinaban en una misma expresión y antes de que yo pudiera forcejear para escapar de su agarre con fuerza tiró de mi brazo y como a cuál muñeca de trapo carente de voluntad propia él mismo me hizo subir hasta la cama sin hacer mucho esfuerzo que digamos. Con un solo agarre ya puesta ante él me dominó haciendo de mis brazos los únicos elementos que yo podía usar como mi defensa directa sus fieles prisioneros de los cuales me sujeto fuertemente al tomarme de una manera bastante hábil por las muñecas. Al hacerlo directamente los llevó hacia atrás en dirección a mi espalda baja contra la cu
❝ En mi cama olor a lujuria quedo... y por las noches mientras sueño, tu aroma a perdición me acaricia... haciéndome recordar los días en los que era feliz. ❞ — Facundo Gerez — (Desde la perspectiva de Sheis) Y sí, las cosas no serían tan divertidas si yo mismo no me complicará la vida más aún de lo revuelta que la misma ya se encuentra por la cantidad de problemas que me persiguen. La verdad y lo tengo que admitir poner uno de mis famosos juegos de seducción ante aquella para mí resultó ser tan fácil, algo que se me ha de alabar por lo mismo no me pude resistir, pero realmente yo no contaba con su reacción. Aysun no solo se resistio al encanto lobuno sino que también se atrevió a medir fuerzas conmigo y vaya que era sin dudas la primera que lo hacía en mis casi cuarenta años, sino que de igual manera se atrevió a colocar leyes de por medio y aún yo sabiendo lo que podía suceder porque las cartas siempre se inclinan hacia donde más les convienen, yo acepte y selle todo como yo si
❝ La medida de lo que somos, es lo que hacemos con lo que tenemos. ❞ — Vince Lombardi — He de admitir que Sheis tiene una forma aunque algo particular si se podría decir que bonita de ver la vida pues quien diría que aquel hombre a quien considero ser tan pervertido posee un lado tierno que con solo esforzarse por intentar hacerme sonreír lo pude llegar a ver surgir. Con sus palabras junto a sus puestas con interés de querer ver la magia que aún habita en el mundo en sí me hacía sin dudas pensar que la malicia en él solo es sinónimo de lo mal que lo ha venido pasando sabrán los cielos desde cuándo y aunque no lo quería hacer pues sin más volvió a suceder y heme aquí justificando sus actos perversos y pecaminosos solamente porque la esencia de la maldad como tal no puede habitar en mí. La noche con él pese a que papá no estaba y que vamos, era evidente de que estaba ante un extraño parecía ser menos pesada de lo habitual la serenidad se podía llegar a percibir brotar desde el propio
❝ No hay pasado ni futuro, todo fluye en un eterno presente ❞ — James Joyce — (Desde la perspectiva de Sheis) La vida puede llegar a ser tan burlona a veces que ni tiempo a reaccionar nos concede, por ello nos envuelve en su innegable juego de que todo lo que pensábamos que alguna vez era bueno y que imaginábamos que era noble por un tiempo se vuelve tan bonito que cuando nos damos cuenta de que todo es una farsa es porque hace rato ya vamos en picada y en caída libre sin paracaídas directo y sin rechistar hacía las fauces de la gran bestia que nos espera hambriento por devorarnos, sin piedad y con toda malicia. Para este instante y lo puedo decir a manos llenas que realmente no habría existido otro lugar en el mundo en el cual yo pudiera llegar a sentirme mejor, con solo tener una simple taza de chocolate a mi disposición sentado sobre este tronco improvisado con Aysun frente al fuego realmente me sentía ser yo y aún mejor me sentía libre cosa la cual me he negado a sentir durante
❝ No puedes cambiar el viento, pero puedes ajustar las velas ❞ — Proverbio — (Desde la perspectiva de Sheis) Cuando llegue la impotencia colmo mi alma al notar como Aysun yacía petrificada en medio de unos arbustos entre los cuales se habían permitido hacerse un lugar para observar hacia el otro lado dejándose inundar con las escenas de aquella imagen tan atroz que allí sucedía. Su llanto era desgarrador y yo no entendía aún el porqué, realmente no comprendía que era lo que le producía aquel rastro de dolor el cual me desconcertaba con creces en ella además de que era la primera vez que la veía así, pero una vez que lo descubrí mi alma se encogió en un mar agonizante lleno de desconsuelo porque realmente hubiera deseado borrar aquel mal momento de sus recuerdos de un solo tirón, aunque evidentemente no podía ser así. Sin perder tiempo me acerqué por su espalda y me aproxime a ella midiendo aún la distancia, pero muy a pesar de ello Aysun no me noto ni siquiera su rostro volteo pes