Massimo quedó casi paralizado cuando Brooke lanzó su pregunta. Si a Alice le había costado cuestión de segundos en darse cuenta de lo que estaba haciendo con Sol, su mujer también lo haría, era una de las personas más hábiles que había conocido en su vida.—Y… yo —comenzó a balbucear como un tonto buscando una excusa creíble que darle pero, por más que rebuscaba en su cabeza no daba con ninguna lo suficientemente buena.—¡Brooke! —la voz de Sol resonó desde afuera de la oficina de Massimo.Ella había salido en cuanto Alice hizo su entrada, había estado al tanto de la conversación de Alice con Massimo y supo que este se encontraba en un apuro debido, en parte, por ella, así que no dudó dos veces en sacarlo del mismo.—Sol, sé que habíamos quedados en ir a por un café, pero he tenido unos días muy ocupados, lo siento.—Lo sé, no tienes que preocuparte por eso, ahora estás aquí ¿cierto? Ven tengo varias cosas de las que hablarte, tu Massimo no se irá de aquí.—No lo sé, tengo que…
—Necesito hablar contigo, Massimo, quizás en un lugar más privado —dijo ella acercándose a él mientras colocaba su mano sobre su brazo de forma sugerente.Como si la vida de él no estuviese ya lo suficientemente complicada con las mujeres, llegaba Sonia a ponerle todo patas arriba. Hacía años que no la veía, ambos habían decidido que lo mejor para ambos era terminar la relación que habían mantenido por mucho tiempo, Massimo necesitaba establecer su familia y si continuaban viéndose, en algún momento los descubrirían, él no podía arriesgarse a tanto.Habían acordado mantener contacto cero, lo mejor era arrancarlo todo de raíz, ni negocios de por medio, ni llamadas, ni mensajes clandestinos. Se distanciaron por completo y así habían estado hasta ese momento. La pregunta que se hacía él era más que evidente ¿Qué quería Sonia?Él la conocía demasiado y sabía que si se le había aparecido en su propia empresa a plena luz del día, algo grande se traía entre manos. Aunque él le guardaba un gr
Dicen que quien juega con fuego se quema, y Brooke no parece darse cuenta como poco a poco se ha dejado arrastra por lo que siente por Esteban. Su deseo de venganza hacia él se había ido convirtiendo en deseo de ser constatemente suya. Sus encuentros son más continuos e intensos.Cada vez que están cerca, el uno del otro son como cerillo y gasolina, una sola chispa y explotan de deseo, de lujuria, de ganas. Para la pelirrubia es cada vez más difícil negarse a sus emociones. Es como si al estar frente a Esteban perdiera toda su fuerza de voluntad, hacen el amor como animales en celo que sólo desean poseerse y entregarse a sus instintos más perversos.—Brooke, no dejo de pensar en ti ni un instante, sólo quiero saborearte, ver como tiemblan de deseo entre mis brazos, oler tu sexo, sentir su humedad y escuchar tus gemidos. Activas cada uno de mis sentidos de forma simultánea. —susurra a su oido, mientras su falo se desliza dentro de su caverna.— No quiero que estés con Massimo, me pert
Una vez más. Esteban y Brooke acuerdan verse, estaban tan inmersos el uno en el otro que ya no podían pasar más de dos días sin tener contacto físico, sin mirarse a los ojos, sin sentir esa calidez que solo encontraban en ellos y en nadie más. Brooke había intentado con todas sus fuerzas no ceder, no caer tan fácil, pero había sido todo en vano, hubiera necesitado una determinación de acero y un corazón de piedra para que su cuerpo no la hiciera sentir explosiones de estrellas cuando él la tocaba o que todos los recuerdos de su amor le asaltaran de inmediato en cuanto él la llamaba “cielo” como hacía antes.Ya ella estaba anegada en él, decían que el amor se sentía en el fondo del alma pero, ella sentía a Esteban hasta en sus huesos. Todos sus sentidos le exigían que se mantuviera cerca de él, que no se separa. Cada despedida dolía como si le arrancaran un pedazo. Ella solo podía pensar en que si tal vez le contara a él toda la verdad, si fuera sincera, él la entendería y toda la
“¿Qué te parece la idea de conocer a Hope”Las palabras de Esteban todavía latían en el interior de su cabeza como si las acabara de decir, había transcurrido toda una tarde y toda una noche y todavía el eco de ellas vivían fuertemente en las paredes de su cerebro.Brooke no era inconsciente de la oportunidad que Esteban le estaba brindando, ella no había tenido ni que pedírselo, ni una sola sugerencia había salido de su boca, había sido todo él y sus sentimientos por ella los que habían actuado a su favor, sentimientos a los cuales ella estaba traicionando a pesar de que existía una reciprocidad entre los de Esteban y los de ella misma.La culpa también latía pero en un lugar más alejado, escondido, en ese momento todo en lo que podía pensar era en que estaba a una hora de conocer a su hija, de verla por primera vez desde que la había dejado en aquella cestita. Dios, el universo, el destino, quien quiera que haya sido, le estaba dando una segunda oportunidad, una oportunidad para enm
Esa mañana y luego de un mes fuera de España, Camila despierta un poco somnolienta, mira su móvil, ya era casi medio día. La fiesta anterior había sido como todas un éxito rotundo para ella. Ser productora de eventos y celebraciones era algo que se tomaba muy en serio por lo que no sólo se ocupaba de programar las actividades, sino que supervisaba hasta el último detalle asistiendo a dichos eventos y verificando que todo saliera como ella misma lo había preparado. Verificó su agenda, aún faltaba una reunión por celebrar en dos semanas, pero al ver la fecha notó que tenía un retraso de una semana. Aquello la preocupó un poco, no estaba en sus planes embarazarse aún. Por lo que luego de ducharse, se arregló y bajo hasta una de las farmacias, compró el dispositivo para hacerse una prueba y verificar que aquello no fuera real. Al regresar al apartamento, fue hasta el baño, se realizó la prueba de embarazo y aguardó por aquel resultado. Estaba un tanto nerviosa, su compromiso con Esteb
En todo el viaje de regreso a la casa la noticia no paró de darle vueltas en la cabeza a Esteban, estaba en estado de shock, estaba tan conmocionado como podía estar después de una noticia como la que Camila acababa de soltarle.¿Por qué? ¿Por qué ahora? Pensaba él en sus adentros ¿Por qué esta situación me ataca cuando estoy siendo más feliz que nunca, cuando estaba a punto de recuperar todo lo que más amaba? Justo después del viaje al parque con Brooke y Hope, él había descubierto la familia tan perfecta que podían llegar a ser, había apreciado con sus propios ojos lo bien que su pequeña recibió a Brooke, su pequeña que no se relacionaba con los extraños de la manera más fácil había hecho lazos con Brooke como si la conociera de toda la vida y él pensó… pensó que ahí estaba su felicidad que sería feliz por el resto de sus días y, ahora, le llegaba esta bomba nuclear gigante acabando con todo el mundo que se había construido en su sueño, desbaratándolo, haciéndolo pedazos, dejándolo
Otro mensaje le había enviado Esteban a Brooke, otro de los tantos que le hubo estado enviando durante días, otro más diciéndole que quería verla solo que estaba vez le golpeaba de una forma diferente. La ya acostumbrada sonrisa que se le formaba cuando ella le daba la respuesta afirmativa no apareció en los labios de ese hombre, la felicidad irradiante no se mostraba por todo su rostro, no, ahora todo era diferente, todo estaba a punto de cambiar porque las cartas no habían jugado a su favor, a favor de su amor por Brooke, pero revertiría ese amor, se lo brindaría todo al hijo que Camila estaba esperando, ese amor no sería desechado y era el único consuelo al que se aferraba mientras iba de camino al hotel habitual.Esta vez él se adelantó, quería estar ahí antes para poder ver el brillo en los ojos de Brooke una última vez cuando sus miradas se encontraran entre sí porque, una vez le contara lo que iba a contarle, no podría disfrutar de esa brillantez en sus ojos nunca más, no si