Una vez más. Esteban y Brooke acuerdan verse, estaban tan inmersos el uno en el otro que ya no podían pasar más de dos días sin tener contacto físico, sin mirarse a los ojos, sin sentir esa calidez que solo encontraban en ellos y en nadie más. Brooke había intentado con todas sus fuerzas no ceder, no caer tan fácil, pero había sido todo en vano, hubiera necesitado una determinación de acero y un corazón de piedra para que su cuerpo no la hiciera sentir explosiones de estrellas cuando él la tocaba o que todos los recuerdos de su amor le asaltaran de inmediato en cuanto él la llamaba “cielo” como hacía antes.Ya ella estaba anegada en él, decían que el amor se sentía en el fondo del alma pero, ella sentía a Esteban hasta en sus huesos. Todos sus sentidos le exigían que se mantuviera cerca de él, que no se separa. Cada despedida dolía como si le arrancaran un pedazo. Ella solo podía pensar en que si tal vez le contara a él toda la verdad, si fuera sincera, él la entendería y toda la
“¿Qué te parece la idea de conocer a Hope”Las palabras de Esteban todavía latían en el interior de su cabeza como si las acabara de decir, había transcurrido toda una tarde y toda una noche y todavía el eco de ellas vivían fuertemente en las paredes de su cerebro.Brooke no era inconsciente de la oportunidad que Esteban le estaba brindando, ella no había tenido ni que pedírselo, ni una sola sugerencia había salido de su boca, había sido todo él y sus sentimientos por ella los que habían actuado a su favor, sentimientos a los cuales ella estaba traicionando a pesar de que existía una reciprocidad entre los de Esteban y los de ella misma.La culpa también latía pero en un lugar más alejado, escondido, en ese momento todo en lo que podía pensar era en que estaba a una hora de conocer a su hija, de verla por primera vez desde que la había dejado en aquella cestita. Dios, el universo, el destino, quien quiera que haya sido, le estaba dando una segunda oportunidad, una oportunidad para enm
Esa mañana y luego de un mes fuera de España, Camila despierta un poco somnolienta, mira su móvil, ya era casi medio día. La fiesta anterior había sido como todas un éxito rotundo para ella. Ser productora de eventos y celebraciones era algo que se tomaba muy en serio por lo que no sólo se ocupaba de programar las actividades, sino que supervisaba hasta el último detalle asistiendo a dichos eventos y verificando que todo saliera como ella misma lo había preparado. Verificó su agenda, aún faltaba una reunión por celebrar en dos semanas, pero al ver la fecha notó que tenía un retraso de una semana. Aquello la preocupó un poco, no estaba en sus planes embarazarse aún. Por lo que luego de ducharse, se arregló y bajo hasta una de las farmacias, compró el dispositivo para hacerse una prueba y verificar que aquello no fuera real. Al regresar al apartamento, fue hasta el baño, se realizó la prueba de embarazo y aguardó por aquel resultado. Estaba un tanto nerviosa, su compromiso con Esteb
En todo el viaje de regreso a la casa la noticia no paró de darle vueltas en la cabeza a Esteban, estaba en estado de shock, estaba tan conmocionado como podía estar después de una noticia como la que Camila acababa de soltarle.¿Por qué? ¿Por qué ahora? Pensaba él en sus adentros ¿Por qué esta situación me ataca cuando estoy siendo más feliz que nunca, cuando estaba a punto de recuperar todo lo que más amaba? Justo después del viaje al parque con Brooke y Hope, él había descubierto la familia tan perfecta que podían llegar a ser, había apreciado con sus propios ojos lo bien que su pequeña recibió a Brooke, su pequeña que no se relacionaba con los extraños de la manera más fácil había hecho lazos con Brooke como si la conociera de toda la vida y él pensó… pensó que ahí estaba su felicidad que sería feliz por el resto de sus días y, ahora, le llegaba esta bomba nuclear gigante acabando con todo el mundo que se había construido en su sueño, desbaratándolo, haciéndolo pedazos, dejándolo
Otro mensaje le había enviado Esteban a Brooke, otro de los tantos que le hubo estado enviando durante días, otro más diciéndole que quería verla solo que estaba vez le golpeaba de una forma diferente. La ya acostumbrada sonrisa que se le formaba cuando ella le daba la respuesta afirmativa no apareció en los labios de ese hombre, la felicidad irradiante no se mostraba por todo su rostro, no, ahora todo era diferente, todo estaba a punto de cambiar porque las cartas no habían jugado a su favor, a favor de su amor por Brooke, pero revertiría ese amor, se lo brindaría todo al hijo que Camila estaba esperando, ese amor no sería desechado y era el único consuelo al que se aferraba mientras iba de camino al hotel habitual.Esta vez él se adelantó, quería estar ahí antes para poder ver el brillo en los ojos de Brooke una última vez cuando sus miradas se encontraran entre sí porque, una vez le contara lo que iba a contarle, no podría disfrutar de esa brillantez en sus ojos nunca más, no si
Brooke sentía como si le hubiesen arrancado el alma por segunda vez, la primera había sido cuando tuvo que dejar a su pequeña y porque, cuando Sonia le hizo la jugarreta y tuvo que salir de casa de Esteban, le había dolido, se había sentido sola pero, ahora, él la había abandonado por segunda vez después de haberle dado esperanzas, después de haberle dicho que quería recuperarla, que quería formar una familia con ella.Esteban la había elevado al cielo, la había invitado a ver las estrellas, se las pintó, permitió que ella las tocara, que apreciara su belleza y, cuando más entregada estuvo, cuando más confiada se sintió, la dejó caer al vacío a toda velocidad ¿Cómo se podía ser tan cruel?Nadie nunca la había lastimado más que él, ni siquiera Sonia ya que, de ella se esperó lo peor siempre pero, no hay nada más triste ni nada desalma más que la traición de una persona cercana, la traición de alguien a quien amas, ese tipo de daño es irreparable y Brooke se estaba enfrentando a él nu
Sonia estaba feliz y entusiasmada al ver como la vida jugaba a su favor; el hecho de que Camila había regresado y que Esteban se casaría por fin con una mujer cuyo prestigio y moral, eran innegable, inflaba su ego y la llenaban de satisfacción. Su odio contra Brooke era tan grande que todo lo que pudiera hacerla sufrir, para Sonia sabía a gloria.Sólo le faltaba algo por hacer y era recuperar a su amante, Massimo fue para ella su obra de arte, lo perfeccionó en el arte de amar y hacer enloquecer a cualquier mujer sobre una cama. Con ella aprendió a ser el hombre que era hoy. Habían pasado varios años, eso era cierto, pero ella tenía la capacidad de reconquistarlo si así lo deseaba, de eso estaba más que segura. “Una manera más de hacerle daño a Brooke Méndez” pensó y sonrió placenteramente. ¿A qué se debía tanto odio? ¿Qué tanto daño le había hecho Brooke para que se ensañara con ella de aquella forma? Todas las respuestas estaban en su pasado. Cuando Sonia era una chica de la
Esteban entró a su oficina, esa mañana había llegado un poco retrasado, su noche anterior había sido un completo caos. No paraba de pensar en Brooke, en sus palabras de odio. Ella tenía toda la razón para tratarlo de esa manera, pero quién podía ponerse en su lugar, quién podía entenderlo por apenas una milésima de segundo. Posiblemente nadie. Sólo él sabía lo que sentía en ese momento, tener que escoger entre la única mujer que amaba y entre el hijo que pronto tendría en sus manos. Nuevamente el destino jugaba en su contra. A veces desearía no ser tan justo ni tan bueno, a penas amar y ser feliz, estar al lado de la mujer que amaba y junto a sus dos hijos. Pero sabía que de no hacer lo correcto moralmente tampoco lograría sentirse bien, sus hijos no eran responsables de sus actos impulsivos. Debió dejar atrás su pasado con Brooke, debió alejarse cuando la vio aquella tarde en la subasta. Mas, hizo todo lo contrario, se dejó arrastrar por lo que sentía por ella, por aquel amor q