No comprendía la magnitud de nada de lo que estaba sucediendo, pues no sabía absolutamente nada, confiaba ciegamente en mi Julián y para mí, eso era más que suficiente. Hice el juramento que me decían. Yo, Ángel del Castillo de Luz.Pertenezco a la magia.Juro que respetaré y honraré la luz, la utilizaré, y la veneraré. por los siglos de los siglos, prometo ser un servidor de la luz.Me alegré de que fuera tan corto y que no tuviera que memorizar nada, por suerte ya Julián me lo había enseñado. Lo pude decir sin dificultad y sin equivocarme las tres veces que tuve que repetirlo. Luego de volver a tratar de atraparme, dijeron tres conjuros, giraron tres veces a la derecha y desaparecieron. —¿Se acabó? Pregunté respirando aliviada al ver cómo habían desaparecido todos los seres extraños que estaban a mi alrededor. Todavía Julián permaneció conmigo dentro de aquel extraño círculo energético que había creado en el piso, mirando para todas partes volvió a colocar dos dedos en mi
Detenidos delante de la capitanía. Terminamos de recoger todos los permisos y el pasaje en el barco. Luis Manuel revisaba todo para que no se nos olvidara nada. No tenía idea que tenía que pagar tantas cosas y mucho menos que se necesitara hablar con tanta gente. Estoy muy feliz de que Julián esté dentro de Luis Manuel, ambos hacen una buena combinación. En la semana que llevamos aquí, me siento más unida y familiar con el capitán que por momentos se me queda mirando en silencio. Hemos sufrido algunos desagradables encuentros. El primero fue incómodo en el baile, pues había un coronel empeñado en bailar conmigo y el capitán no hallaba cómo negarse. Pues supimos que era un enviado de la capital, tuve que desmayarme para impedir que le hiciera algo a Luis Manuel, lo recuerdo como ahora. Me había quedado sola, porque alguien necesitaba hablar a solas con el capitán, ambos nos miramos porque sabíamos que era una estratagema para que me dejara a merced del engreído coronel que se me ac
—Te pregunté si debíamos tomar camarotes separados o el mismo. Te respetaré, pero creo que sería más adecuado ya que eres mi prometida, y porque quiero cuidarte, serás la única mujer en el barco, el de los militares están más alejados, el tuyo lo conseguí cerca del capitán del barco.—Sí, te quedarás conmigo, en el mismo camarote.—¿De veras? Se quedó realmente asombrado, mirándome fijamente como si no quisiera creer que yo fuera de esa manera. No sé si me encontraba muy atrevida o muy tonta. Sabía que estaba rompiendo con todas las reglas y etiquetas que imponía la sociedad, pero no quería estar aterrada y a merced de una burda de marineros y militares que podían entrar en mi camarote a cualquier hora sin que yo pudiera hacer nada. Por eso prefería que él estuviera conmigo todo el tiempo, lo seguiría a donde quiera que él fuera, iría tras él. Además, sabía que Julián se iba a apoderar de su cuerpo y así podría dormir sin ningún tipo de miedo.—Sé Luis Manuel, que puede que te a
Le di un beso y se fue de lo más feliz, me asomé a la ventana y vi como junto con los demás soldados salieron a todo galope rumbo al pueblo. No podría describir la felicidad que sentía de saber que todo iba a terminar en bien, quité toda mi ropa y entré en el baño que ya estaba lista la bañera con el agua caliente, sentí como llegó Dolores y comenzó a revolotear al lado de mi preguntando miles de cosas.—Ya todo está listo allá en el pueblo.—¿En serio niña? ¿Pasó algo?—¿A qué te refieres con esa pregunta? No pasó nada si es lo que te estás imaginando. Recuerda que debo de mantenerme pura para poder romper la maldición y que las aguas de las gotas eternas funcionen.—¡No es eso señorita! ¿Hizo la ceremonia?—Ah, eso. Si la hice luego, te cuento todas las cosas extrañas que vi y las que me hicieron y las que pasé. Realmente todo es como salido de otro mundo, todavía no me creo que sea una bruja blanca de luz.—Ja, ja, ja…, yo siempre lo supe.—¿Y si lo sabías por qué no me lo
Y sin esperar que yo dijera que sí o que no. Ya Dolores me estaba tirando un abrigo por encima, y me llevaba casi arrastras para un carruaje que apareció delante de la casa. Me subió en él y le dijo al cochero que nos llevará al pueblo. Sabía que debían hacer algunas cosas para realizar la ceremonia, pero nunca me imaginé que tuvieran que desenterrar a todos los muertos que existían en la casa. ¿Qué necesidad me preguntaba en mi mente, tenían de hacer tal cosa? ¿Por qué no dejarlos que descansaran en paz y resolver nosotros como pudiéramos? Fuimos directo al cuartel, unos soldados nos llevaron a la dirección donde Luis Manuel al verme se quedó muy sorprendido. Pude percatarme que sin Julián dentro de él tenía algo muy diferente. Aunque seguía siendo amable, me miraba de una manera que no estaba acostumbrada.—¿Qué hace aquí, señorita Ángel? Y vi que también me trataba más respetuosamente, sin tutearme como ya estábamos acostumbrados. Dolores me dio con disimulo en el cost
Las semanas pasaron, sin que mis sirvientes dejaran de hacer diferentes preparativos para la gran ceremonia, que deberíamos de realizar. No solamente entraron todos mis antepasados en el salón negro, sino que sacaron todos los suyos del cuarto aquel que nunca había podido entrar y los colocaron allá también. Mi trabajo consistía en entretener al capitán Luis Manuel, que ya se había acostumbrado a que me apareciera todos los días en el cuartel, hasta creía que estaba muy enamorada de él y me daba miedo quedarme sola en la casa. Por lo que optó por esperarme en las mañanas, para que me fuera con él a su trabajo y pasarnos todo el día en el pueblo y regresar en las tardes. En las noches Julián se apoderaba de su cuerpo y trataba de enseñarme muchísimas cosas de la magia, que yo practicaba todo lo que podía. A veces me gustaba mucho lo que aprendía y otras veces me llenaba de terror. Pasaba muchas horas en la iglesia esperando por el capitán y conversando con el padre Bartolomé,
Luego vi como la mía entraba dentro de las suya, que salió después colocándola en mi pecho y regresó a Julián.—Ahora alma mía, no importa que yo desaparezca, no importa que muera el capitán, no importa que muera yo. Regresaré a ti y me sabrás reconocer, solo por esas gemas que me traerán de regreso dentro de alguien.—¿Qué quieres decir?—Quiero decir que estamos unidos por una eternidad, y en todas las reencarnaciones de nosotros nos encontraremos y volveremos a casarnos, a ser una familia y a vivir felices. Te amo mi querida esposa, te amo.—Yo también Julián, pero enséñame cómo te reconocería si la gema no estará visible.—TócameLo hice, y una pequeña sensación de felicidad me embargó y a mi mente se reflejó la gema suya hermosa y divina. —¿También ves la mía?—Sí.Nos quedamos casi toda la tarde dentro del invernadero, hasta que vimos aparecer el capitán a lo lejos en su corcel. Pude ver claramente como se disipó delante de mí, fue y se introdujo dentro del capitán,
Gritó en medio de aquella locura, yo temblaba en el centro del círculo de luz, comencé a llorar ante la imposibilidad de hacer lo que se me pedía. Cuando de pronto vi a mis padres que me tomaban mis manos sonrientes, infundiéndome tranquilidad, y me ayudaron a realizarlo. Al tiempo que me iluminaba aún más y conmigo toda la habitación se iluminó, dejando que viera las criaturas demoníacas más horribles que se pudiesen ver.—¡No las mires! —me pidió Julián que a pesar de estar dirigiendo todo, no me perdía de vista. Y todo se volvió muy confuso de pronto. Las extrañas criaturas avanzaban hacía mí y era como si se tragaran la luz convirtiendo todo en oscuridad. Todos conjuraban, gritaban o rezaban, pero podía ver que el mal estaba ganando y me asusté .—No mi Ángel, confía en mí, en nosotros. Me pidió Julián por encima de todo aquella algarabía, dirigí mis ojos y los conecté con los suyos, una fuerza muy grande nos unió, y me iluminé aún más haciendo que la oscuridad comenzara a