En medio de un descuido Irina logra escabullirse de las manos de Andrei, se dirigió al baño, necesitaba tomar un poco de aire para lograr estabilizarse. Mientras que se encontraba con la cabeza abajo, una mano tocó su hombro.Irina dio un pequeño salto, lo primero que llegó a su mente fue que se trataba de su agresor quien la estaba acechando, al girar su cuerpo se encontró con aquella figura que se encontraba merodeando en medio de los invitados.—No vayas a gritar, no tienes que tener miedo de mí —habló aquella misteriosa mujer y luego retiró el velo que ocultaba su identidad.Irina frunció el ceño buscando similitudes, el rostro de aquella mujer le era familiar, ella abrió los brazos y le brindó un abrazo a Irina. —Soy yo, Alexandra, tu tía, quizá no me recuerdes bien porque hace muchos años salí del país, pero estoy de regreso, y esta vez me quedaré para siempre —Irina se mostraba confundida.—¿Papá te ha invitado? —Alexandra levantó las cejas al mismo tiempo.—No, aún él no se e
Dmitriy al regresar a casa se sintió destrozado ante la ausencia de Irina, se arrepintió de no haber tenido el valor suficiente para decirle cuanto le importaba, cuanto la extrañaba y lo mucho que la amaba. Un vacío en su pecho lo hacía sentir culpable mientras bebía de su trago favorito, como si fuese agua desocupó la botella, por más que bebió no lograba callar sus pensamientos, pasar por alto que Andrei tendría a Irina, tendría el cuerpo de Irina era imposible. Poco más de una hora Dmitriy se encontraba bastante pasado de copas, una vez que se levantó del sofá su cuerpo se tambaleó, cerró los ojos y se dispuso a cometer una locura.Sin decir una sola palabra a los hombres que trabajaban para él se dirigió a la entrada principal, ingresó a uno de los autos y al instante encendió el motor, ordenó que abrieran la puerta y a toda prisa salió. Su cuerpo se sentía pesado, los movimientos que causaba al timón eran bruscos y descontrolados, de igual manera su pie estaba causando que cad
Ivan se encontraba estático, ante sus ojos el auto en el que había salido su jefe estaba haciendo reducido a una enorme llama de fuego, la vida de su jefe había terminado y de la peor manera, se sentía inepto, porque no vio venir aquel acto trágico.—Ayuda, necesitamos ayuda —gritó una mujer y de inmediato Ivan y el resto de los hombres fueron a toda prisa.Aquella pareja con todas sus fuerzas en sus brazos sostenía en el cuerpo de Dmitriy, Ivan sintió que toda su vida nuevamente volvió a tener sentido, al instante él y los hombres al servicio de Dmitriy ayudaron.—Aún tiene pulso, pero es demasiado débil —comentó Ivan mostrándose preocupado por salvar la vida de su jefe.El sonido de las sirenas era cada vez más fuerte, una vez que regresaron a la vía, los paramédicos esperaban para brindar su ayuda.—Pero, ¿cómo se enteraron de este suceso? —preguntó Ivan.—Hemos sido nosotros quienes dimos aviso a la línea de emergencias —respondió aquella mujer que sostenía uno de los brazos de Dm
Irina cerró los ojos y la comisura de sus labios se arquearon, era increíble la paz y tranquilidad que recorría por su cuerpo al estar en aquel lugar, Andrei le dio unos minutos para que se encontrara consigo misma. —Iremos a dar un pequeño paseo en mi yate, quizá estar alejados de la sociedad nos servirá para crear nuevos lazos y que mejor que sean entre los dos —Irina levantó las cejas al mismo tiempo apretando los labios.—Si tú lo dices —respondió con poco interés.Claramente lo único que ella deseaba era estar nuevamente de regreso al lado de Dmitriy, pero al mismo tiempo sabía que si no lograba hacer que Andrei se sintiera confiado de tenerla, nunca podría escapar de sus manos. —He hecho que preparen tu cabina, allí podrás encontrar todo lo que necesites, puedes cambiarte y trata de no demorarte, porque estaré esperando que salgas y compartas conmigo —Irina ingresó al yate sin tomarse la molestia de responder. En el interior el lugar era amplio, Irina fácilmente supo cual era
Una semana más tarde.La situación de Dmitriy luego de aquel accidente fue bastante compleja, Ivan se había encargado de acompañarlo durante el tiempo que estuvo bajo observación médica, su estado físico se encontraba en condiciones aceptables, entre raspones y heridas leves.—Señor Ivan, por favor acompáñenme, necesito hablar con usted —Ivan se levantó de la silla y asintió levemente. —Iré a hablar con el doctor, dentro de poco estaré de regreso contigo —dijo a su jefe y luego salió de la habitación, en el rostro del doctor se podía ver molestia.—Mire señor Ivan, seré claro, porque esta será la última vez que se lo explicaré; ya no puedo posponer más la salida del señor Dmitriy Romanov, físicamente él se encuentra bien, solo debe tener paciencia y esperar que el tiempo haga su trabajo.—Doctor, por favor debe ayudarme, usted me prometió que él se recuperaría con el transcurso del tiempo, pero no llegué a imaginar que se estuviera refiriendo a que fueran meses, ¿acaso serán años? —c
Unos cuantos minutos más tarde los autos se detuvieron frente a la entrada del cementerio, los dos descendieron, Dmitriy continuaba sin comprender.—¿Qué rayos hacemos en este lugar?, con cada minuto que transcurre luego de haber salido de aquel hospital todo se torna aún más extraño —Ivan inclinó la cabeza. —Lo siento por no tener valor y ser directo contigo, pero será mejor que lo mires con tus propios ojos —Dmitriy frunció el ceño.Una vez que ingresaron Ivan fue adelante dirigiendo a su jefe, Dmitriy fácilmente perdía la paciencia, pero en aquella ocasión actuó de manera diferente. Ivan se detuvo frente a una tumba, luego observó a su jefe, Dmitriy se encogió de hombros y con su rostro hizo un gesto indagando sus acciones. Ivan con la mirada le señaló aquellas letras que posaban en la tumba; el rostro de Dmitriy cambió al instante, trago saliva y luego negó moviendo la cabeza.—¿Acaso quieres morir?, si intentas burlarte de mí te aseguro que estás cometiendo un grave error, est
Irina de manera astuta ha logrado saber llevar la situación con Andrei; entre cenas en lugares elegantes, bailes en sitios exclusivos, viajes a lugares excéntricos, Andrei se ha esforzado en hacer que ella se enamoré de él.Unos cuantos golpes a la puerta hicieron que ella despertara, Irina estiró el cuerpo y lentamente abrió los ojos, llevó la mirada a su alrededor y luego se levantó. «Otro día más en esta prisión de oro, ya veremos que tendrá planeado Andrei en este día, solo espero que no pierda la paciencia antes de que encuentre una salida», pensó colocando una bata sobre su cuerpo, se acercó a la puerta y abrió. —Buenos días señora Andreyevna, el jefe espera en la mesa para que lo acompañe a tomar el desayuno —informó aquella mujer mayor. —Gracias, iré lo más antes posible —respondió Irina y luego ajustó la puerta. La nueva actitud de aquella mujer fue gracias a que Irina luego de una discusión que tuvo con ella, le pidió a Andrei que se encargara de hacer que ella no se ent
Luego de aquel desayuno Irina regresó a su habitación, ajustó la puerta y lo primero que hizo fue ir al baño, vómito todo lo que más pudo, luego de haber escuchado aquella tétrica historia de las difuntas esposas de Andrei hasta el músculo más pequeño de su cuerpo se había atrofiado. «¡Demonios!, necesito salir de este lugar lo más antes posible, antes de que mi destino sea similar al de aquellas mujeres; tenía la esperanza de que iba a ser rescatada a manos de Dmitriy, pero ya ha pasado un largo tiempo y ni siquiera he sabido la más mínima noticia de él. Es difícil aceptarlo, pero no queda duda alguna que seguramente se ha olvidado de mí, que nunca sintió nada por mí y solo fui su pasatiempo, jugó conmigo y como una estúpida caí en su juego.Sería un desgraciado, si luego de haber tomado mi cuerpo como se le dio la gana, tan fácil si se haya olvidado de mí, di todo de mí, me entregué a él, lo peor es que estoy perdidamente enamorada de él, nunca lo podré olvidar, nadie podrá ocupar