Una semana más tarde.La situación de Dmitriy luego de aquel accidente fue bastante compleja, Ivan se había encargado de acompañarlo durante el tiempo que estuvo bajo observación médica, su estado físico se encontraba en condiciones aceptables, entre raspones y heridas leves.—Señor Ivan, por favor acompáñenme, necesito hablar con usted —Ivan se levantó de la silla y asintió levemente. —Iré a hablar con el doctor, dentro de poco estaré de regreso contigo —dijo a su jefe y luego salió de la habitación, en el rostro del doctor se podía ver molestia.—Mire señor Ivan, seré claro, porque esta será la última vez que se lo explicaré; ya no puedo posponer más la salida del señor Dmitriy Romanov, físicamente él se encuentra bien, solo debe tener paciencia y esperar que el tiempo haga su trabajo.—Doctor, por favor debe ayudarme, usted me prometió que él se recuperaría con el transcurso del tiempo, pero no llegué a imaginar que se estuviera refiriendo a que fueran meses, ¿acaso serán años? —c
Unos cuantos minutos más tarde los autos se detuvieron frente a la entrada del cementerio, los dos descendieron, Dmitriy continuaba sin comprender.—¿Qué rayos hacemos en este lugar?, con cada minuto que transcurre luego de haber salido de aquel hospital todo se torna aún más extraño —Ivan inclinó la cabeza. —Lo siento por no tener valor y ser directo contigo, pero será mejor que lo mires con tus propios ojos —Dmitriy frunció el ceño.Una vez que ingresaron Ivan fue adelante dirigiendo a su jefe, Dmitriy fácilmente perdía la paciencia, pero en aquella ocasión actuó de manera diferente. Ivan se detuvo frente a una tumba, luego observó a su jefe, Dmitriy se encogió de hombros y con su rostro hizo un gesto indagando sus acciones. Ivan con la mirada le señaló aquellas letras que posaban en la tumba; el rostro de Dmitriy cambió al instante, trago saliva y luego negó moviendo la cabeza.—¿Acaso quieres morir?, si intentas burlarte de mí te aseguro que estás cometiendo un grave error, est
Irina de manera astuta ha logrado saber llevar la situación con Andrei; entre cenas en lugares elegantes, bailes en sitios exclusivos, viajes a lugares excéntricos, Andrei se ha esforzado en hacer que ella se enamoré de él.Unos cuantos golpes a la puerta hicieron que ella despertara, Irina estiró el cuerpo y lentamente abrió los ojos, llevó la mirada a su alrededor y luego se levantó. «Otro día más en esta prisión de oro, ya veremos que tendrá planeado Andrei en este día, solo espero que no pierda la paciencia antes de que encuentre una salida», pensó colocando una bata sobre su cuerpo, se acercó a la puerta y abrió. —Buenos días señora Andreyevna, el jefe espera en la mesa para que lo acompañe a tomar el desayuno —informó aquella mujer mayor. —Gracias, iré lo más antes posible —respondió Irina y luego ajustó la puerta. La nueva actitud de aquella mujer fue gracias a que Irina luego de una discusión que tuvo con ella, le pidió a Andrei que se encargara de hacer que ella no se ent
Luego de aquel desayuno Irina regresó a su habitación, ajustó la puerta y lo primero que hizo fue ir al baño, vómito todo lo que más pudo, luego de haber escuchado aquella tétrica historia de las difuntas esposas de Andrei hasta el músculo más pequeño de su cuerpo se había atrofiado. «¡Demonios!, necesito salir de este lugar lo más antes posible, antes de que mi destino sea similar al de aquellas mujeres; tenía la esperanza de que iba a ser rescatada a manos de Dmitriy, pero ya ha pasado un largo tiempo y ni siquiera he sabido la más mínima noticia de él. Es difícil aceptarlo, pero no queda duda alguna que seguramente se ha olvidado de mí, que nunca sintió nada por mí y solo fui su pasatiempo, jugó conmigo y como una estúpida caí en su juego.Sería un desgraciado, si luego de haber tomado mi cuerpo como se le dio la gana, tan fácil si se haya olvidado de mí, di todo de mí, me entregué a él, lo peor es que estoy perdidamente enamorada de él, nunca lo podré olvidar, nadie podrá ocupar
Todo el cuerpo de Irina se estremeció en aquel momento de tensión, había tenido que pasar por difíciles momentos, pero al estar allí su respiración se agitó al instante, habiendo salidas, una y la más fácil, era quedarse allí sentada como si nada hubiese sucedido.Debido al tiempo que había compartido con Andrei estaba segura que antes de que tocara el cuerpo de Dmitriy él sacaría la pistola y acabaría con su vida.Los segundos transcurrieron en cámara lenta, frente a sus ojos estaba el hombre perfecto, el hombre que la había llevado hasta el cielo y con sus manos había tocado las estrellas, un macho alfa, el hombre que había logrado impregnar sus bragas, el dueño de su corazón y cuerpo. Andrei se mostraba tranquilo, en la mano sostenía la copa y bebía de ella con una sonrisa enorme en su rostro, tal como si se hubiese ganado la lotería.La mirada de Irina se había posado en la mesa que se encontraba frente a ella, allí se encontraban varios hombres elegantes, por supuesto su hombre
Irina se balanceaba al ritmo de la música sosteniéndose del cuerpo de Andrei, por supuesto, sin retirar la mirada de Dmitriy, el tiempo pasaba, y él no se dignaba a fijar la atención en ella, tan solo permanecía sentado con el rostro firme evitando tener la más mínima expresión ante la reunión con aquellas personas.En aquel instante, Irina comprendió que si ella no buscaba la forma de acercarse a Dmitriy perdería aquella importante oportunidad para librarse de las manos de Andrei.Llevó la mirada a su alrededor, todas las personas se encontraban ocupadas en sus asuntos, nadie los estaba mirando así que pedir ayuda era algo imposible. «Muy bien Irina, tendrás que hacerlo tú misma, si no te arriesgas terminarás en el sótano de la casa de Andrei», se incentivó a sí misma, retiró el cuerpo y dio un giro, momento que no desaprovechó. Irina rápidamente emprendió la huida, sus ojos se humedecieron deseando con todas sus fuerzas poder alcanzar a llegar hasta la mesa donde se encontraba Dmi
Dmitriy se mostraba pensativo e impaciente luego de que Irina se acercó a él de aquella manera, se levantó de la silla y fue directo a la parte de afuera donde se encontraba su hombre de confianza. —Hace unos cuantos minutos atrás una mujer se lanzó sobre mí, se mostraba preocupada, angustiada y llena de dolor; habló de que me conocía, de sentimientos y demás cosas similares, pero por más que me esforcé en recordarla, no lo he hecho, ¿sabes de quién se trata? —Acaso era una mujer de cabello color rojo ondulado, con ojos color azul claro y su cuerpo...—Sí, su cuerpo era delgado, pero en su mirada dejaba ver que estaba sufriendo —interrumpió Dmitriy.Al instante Ivan soltó un chiflido indicando a sus hombres que estuvieran alerta, llevó la mano hasta la parte de atrás de su cintura, empuñó la pistola y se preparó para hacer uso de ella. —¿Qué sucede, por qué actúas de esta manera? —le preguntó Dmitriy sin tener la más mínima idea de lo que estaba sucediendo.—¿Ella estaba con un hom
Mientras que Dmitriy buscaba respuestas, Andrei llevó a Irina a un lugar apartado, allí todo lo había preparado para que en aquella noche ella pudiera corresponder como él lo deseaba. Irina descendió de la camioneta, llevó la mirada a su alrededor, el lugar se encontraba decorado con luces de colores, flores y en el medio una pequeña tienda. —Irina, luego de todo el tiempo que ha pasado, ahora estoy completamente seguro que eres la mujer ideal —Andrei tomó sus manos y las sostuvo con delicadeza.—Entiendo que tus sentimientos sean claros, pero como pudiste darte cuenta el día de hoy yo aún no estoy lista, aún me siento atraída hacia él, estoy enamorada de Dmitriy y lo único que consigues con tu presión es que quiere estar más lejos de ti. »Si aún te queda paciencia podrías darme más tiempo, necesito entender mi destino y comprender que todo lo que viví fue un error, no quiero engañarte al fingir que estoy sintiendo algo por ti, cuando no lo es.»A pesar de que haces cosas interesan