Una vez que llegaron a la propiedad, Dmitriy atravesó aquellos pasillos y fue directo hasta la habitación donde había sido instalada.

Dmitriy dobló la cintura y recostó su cuerpo suavemente sobre la cama, ella no podía retirar la mirada del hombre que la había salvado, para su desgracia se trataba del mismo que la tenía secuestrada.

—Haré que la mucama venga y te atienda, también haré que venga un doctor y te revise —la mirada de Irina se recostó en el cuerpo de Dmitriy, sus ojos se abrieron de golpe al darse cuenta de las heridas que habían sobre su piel.

—No sé como puedo agradecerte por lo que has hecho, en esta noche una vez más me has librado de que tomen mi cuerpo a la fuerza, me gustaría pensar que lo hiciste porque te importo y no porque soy tu trofeo, el punto débil de mi padre, con quien lo vas a hacerlo sufrir —Dmitriy giró su cuerpo y avanzó en dirección de la puerta.

—Tendrás tiempo suficiente para que puedas deducirlo a tu manera, no te dejes guiar por las apariencias