-¡Arelis toma el arma bien!- dijo Arene furiosa- ¿si no puedes hacer siquiera eso como te convertirás en una buena guardiana?- pregunto molesta. La pequeña la miró con tristeza, lo estaba intentando pero la espada pesaba demasiado- ¡vamos una vez más!- dijo
.¿Por qué tengo que aprenderlo yo? los demás niños aún no manejan estas armas- dijo negándose a seguir
-Porque ahora eres una guardiana y no cualquiera, algun dia seras la mejor
-Pero yo no quiero, yo quiero ser como los niños normales
-¡Tu no eres normal Arelis!- dijo furiosa arene- ¡tu no puedes ser normal porque los niños normales son libres y tu no!<
El rey soltó la carcajada al recordar las palabras de su hijo, Judasan lo miro preocupado, era la sexta vez que lo hacía, de la nada empezaba a reírse como si nada.-Judasan, llama a Arelis, se que ya ha despertado-Si señor- el guardián salió de delante del rey sintiendo que de repente las cosas había tomado un rumbo bastante extraño, camino hasta la habitación que el príncipe le había asignado a la guardiana, apunto de tocar escucho la voz de la guardiana en una conversación misteriosa con alguien.-… no puedo incumplir mi palabra, mi deber es protegerla Arelis- le llevó un momento identificar esa voz pero finalmente se percató que pertenecía a Sinor-Y mi de
Judasan volvió a entrar a la habitación del príncipe para llevarle la comida. En los últimos días lo había visto distante, desanimado y bastante triste; intento hablar con Arelis para que averiguara que le sucedia al príncipe, pero Arelis se había negado hacerlo, la negativa de la guardian y el silencio del príncipe le confirmó que algo había sucedido entre ellos, algo de lo que Sinor era responsable ya que cuando el rey y él llegaron, Sinor había mencionado un corazón roto y Arelis había casi enloquecido a punto de atacar al guardián.Habían pasado tres días desde que habían presenciado lo sucedido entre Arelis y Sinor; Judasan quería saber a que se había debido la pelea entre los guardianes, pero no era amigo de Arelis y el príncipe parecía no qu
Arelis sostuvo la carta en sus manos nerviosa, no se atrevía abrirla, llevaba horas observando el sobre sin animarse a romperlo, cualquiera fuera las palabras de magia no podría negarse a cumplir su orden. A pesar de no estar bajo el poder de la magia, aún seguía siendo una guardiana y pronto tendría que marcharse junto a sus compañeros que aún quedaban en el reino pirata. Sinor hizo acto de presencia sin siquiera avisar, Arelis lo miró indecisa un instante pero finalmente se animó a mostrarle el sobre.-Es de la magia- dijo, Sinor miró la carta, pocas personas eran dignas de recibir ese tipo de trato- debo confesar que por primera vez en la vida tengo pánico, no se con que me pueda encontrar-¿La abro por ti?- Arelis le tendió el sobre, Sinor los tomó y sin pensar
La noche había caído sobre el reino hacía varias horas, Erick aun no podía conciliar el sueño, Judasan se había marchado temprano a alistarse para el viaje así que no tenía con quien hablar.Partirían el día siguiente y no volverían a pisar aquel lugar nunca más. Se sentó planteándose la idea de intentar convencer a Arelis, pero sabía que quedarse no estaba en manos de la guardiana, volvió a dejarse caer en la cama, todo lo que había hecho era recordar a Arelis y lo que le había dicho Sinor, sus palabras lo llenaban de gozo pero recordar que ella jamás accedería a convertirse en su pareja lo desanimaba. Cerró los ojos tratando de dormir pero nuevamente se sintió frustrado al no poder lograrlo “Arelis
Judasan busco con desespero a algún sanador, el salon de cuidados estaba totalmente vacío, no había rastro de nadie por allí, las mesas, las camas y los utensilios estaban volcados; señal de que los paganos habían pasado por ahí, llamó a gritos a alguien pero nadie apareció, busco salón por salón puerta por puerta, pero parecía que todos en el reino se habían esfumado. Se dirigió hacia la torre del consejo, busco las pociones que ellos tomaban cuando caían heridos, pero quedaban pocas, las tomo todas y corrió de vuelta hacia la casa real, en el camino se topó con Sinor, estaba terriblemente herido, le costaba caminar y en cualquier momento se desmayaría, lo sostuvo cuidadosamente y lo llevó hasta la habitación de príncipe.-Arelis- dijo entrando sin aviso- no he
-Su majestad- entró el jefe del consejo con un a gran sonrisa- el reino de los piratas está a punto de caer- le tendió un gran pergamino al joven rey, los azules ojos del rey detallaron el papel sin tomarlo.-¿De que se trata?- preguntó sin moverse, el consejero desenrollo el pergamino y le mostró. Era una series de mapas de todo el reino pirata-Las equis son cada uno de los puntos que nuestros ejércitos ha tomado. Actualmente, el rey solo ha mandado a proteger la ciudad principal, en donde se encuentra el castillo central- explicó el consejerose ha filtrado la noticia que el joven heredero está herido de muerte, sus días están contados-¿Hay noticias de la princesa?<
Sinor observó la nota de Arelis, se preguntó porqué había tardado tanto en llegar, se levantó sin pensarlo y se colocó su ropa de viaje y un par de armas. Era entrada la noche, esperaba que Arelis continuara con vida. Salió a su encuentro. Anduvo un par de horas hasta que la divisó recostada en una piedra, se veía cansada y un par de ojeras grandes se dibujan alrededor de sus ojos. Unos cuantos soldados la ayudaron a ponerse de pie, se aproximo rápidamente a ellos pero dos de ellos le cerraron el paso apuntándole con sus armas, al verlo, Arelis lo reconoció y pidió que lo dejaran pasar.-¿Pero qué locuras haces?- preguntó tomándola en brazos- ¿quieres morir?-No-Pues si sigues asi te v
Arelis sintió que acariciaban su cabeza, alzó la mirada y se encontró con aquellos ojos violeta que recordaba.-Por favor- suplico al borde del colapso-Mi querida niña- respondió una voz femenina bajo aquel gran abrigo de piel- si tan solo me escucharas cuando debes- Arelis se sujetó de las rodillas de la mujer, no podía verle el rostro pues iba cubierta de pies a cabeza pero sabía que era ella.-Por favor, permítame salvarlo una vez más- Jadu la ayudó a ponerse de pie sosteniéndola del brazo-Pero que cosas dices- la abrazo con cariño- en la condición que estas y ¿aun te sigues preocupando por el?-Por favor- Arelis se s