Erick continuó su camino cansado y confundido. Al pasar por la puerta sur del palacio se dio cuenta que las puertas estaban siendo abiertas para que Arelis y los dos guardianes salieran, iban montados en caballos blancos, no llevaban el uniforme del reino de los piratas si no el del reino mágico. Se apresuró a llegar hasta los guardianes.
-¡Cierren las puertas!- ordenó llegando hasta la guardiana, Arelis se detuvo al ver al rey -tu detente y ven conmigo- ordenó poniéndose en marcha. La joven se bajó rápidamente del caballo y lo siguió.
Erick camino hasta el pabellón de los héroes en ese instante era el lugar más solitario del palacio- no voy a disculparme ni a retractarme por lo que dije- pronunció girándose hacia Arelis- pero si voy a decirte que Judas
Erick estaba sentado junto a su padre mientras este le informaba cómo se llevaría a cabo la próxima batalla, había pasado ya cuatro meses desde que lo tres guardianes se habían marchado y Judasan aun no regresaba. Había llegado noticias que magia se había debilitado y había perdido poder sobre gran cantidad de guardianes, provocando que muchos se marcharan o fueran asesinados en los enfrentamientos con los paganos. Judan también había estado enferma, había sufrido constantemente fiebres y se la pasaba la mayor parte del tiempo acostada, Erick se había hecho cargo del bebé y había enviado a Judan de vuelta al reino mágico, pero eso le quitaba mucho tiempo así que su padre había vuelto a tomar las riendas del reino.La corneta sonó alarmarlos, los paganos volvían a atacar y aho
Erick escupió sangre, mientras volvía sentir de nuevo el impacto contra su estómago, ya no le quedaban fuerzas ni siquiera de quejarse, escuchó a su padre suplicar que se detuvieran pero aquello solo parecía impulsar para que lo siguieran golpeando, apoyó su frente en el piso y se preguntó cuánto tiempo llevaba soportando eso, espero que lo volvieran a golpear pero en vez de eso sintió que lo sostenían con fuerza de los brazos y lo levantaban.-Mi padre envió por ellos- escuchó decir-Sí alteza- respondió el soldado que lo había golpeado. Erick alzó la mirada con dificultad era la primera vez que algún otro príncipe pisaba el palacio, se preguntó si aquel muchacho era príncipe de los paganos o de los tomareos. Miro al joven
Judan vio el portal abrirse hasta su habitación, su padre le tomó del brazo y la ayudó a ponerse de pie.-¿Estás segura de continuar con esto?- preguntó el rey-Estoy aun paso de lograrlo papá- respondió con determinación. El rey la ayudó a llegar hasta el portal, sabía que nada de lo que le dijera la haría quedarse, sin embargo espero que en el último instante decidiera no ir, pero Judan cruzó el portal sin girarse. El rey sitio que el pecho volvía a dolerle pero espero hasta que su hija desaparecieron a de su vista y se dejó caer sin fuerza.Arelis vio a la reina cruzar el portal con el bebé en brazos, había logrado llevar a varios guardianes y a la reina hasta la cabañ
Judan salió de la habitación al no ver a Erick por ningún lado, los dos guardianes estaban mirando hacia el bosque con atención y Arelis se veía notablemente preocupada.-¿Dónde está Erick?- Sinor se giró hacia Judan al escucharla, se veía cansada y preocupada-Se fue a buscar a su padre- dijo el guardián-¿Como que se fue?- preguntó aturdida- ¿Y por que se fue solo? Tu debiste haber ido con él- dijo dirigiéndose a Arelis-El me pido que me quedara, mi labor es cuidar de usted y del príncipe- la joven reina se acercó a la guardiana con miedo, no podía permitir que nada le pasara a Erick.-&iques
Arelis se giró con miedo al escuchar la orden del rey Nakor; corrió tomando con fuerza al rey del brazo para que no se quedará atrás y lo llevó hasta la salida. La guardiana había logrado sacar del camino a cada uno de los paganos que se le enfrentaban a pesar de sus heridas aún podía luchar. Arelis sabía que no podría llevar al rey hasta la cabaña, tenía que detener a los paganos y ganar tiempo para que el rey lo hiciera, quedarse atrás podría significar su muerte pero ir con él sería asegurar la de ambos.Arelis subió la colina con prisa mientras dejaban atrás el campamento de los paganos y se giró hacia el rey fatigada mientras le entregaba una espada.-Tiene que irse- le indico girandolo hacia el bosque mientras lo empujaba
-Samir-Señora - respondió el príncipe poniéndose de pie-¿Dónde está tu padre?- preguntó con curiosidad la reina al ver el trono vacío-Dijo que tenía algo que hacer- respondió mientras le daba la mano a la mujer para que se sentara junto a él- ha estado muy ocupado buscando al pirata y a la guardiana- la reina suspiró cansada y miró al joven con cariño-Algun dia cuando seas rey no hagas lo mismo que tu padre…- dijo acariciando el rostro del príncipe- uno nunca debe arriesgar a la familia por nada, ni siquiera por venganza-Mi padre nos cuida mamá, él no dejaría que nada nos pasara- dij
El pecho le dolía, respiro con angustia como si llevara mucho tiempo sin hacerlo, abrió los ojos y la luz le cegó. Miro hacia alrededor no reconocía el lugar ¿Donde estaba? ¿Que había sucedido?-Finalmente has despertado- hablaron desde la puerta, un par de ojos azules lo miraron feliz bajo esa máscara- habías muerto pero ahora estas aqui- se llevó las manos a la cabeza, no entendía nada, se recostó en la cama tratando de recuperarse, todo era tan estraño y tan confuso ¿Por qué estaba con Nakor?El viejo pirata se sentó frente a su cabaña a mirara las gigantescas olas que se aproximaban a la costa, su momento había llegado era consciente. Sabía que todo aquello era su culpa, había provocado que tod
Se miró las manos confundida ¿Que estaba haciendo? Tenía un puñal de cristal y lo dirigía a su cuerpo, trato de detenerlo, pero no pudo. No tenía control sobre sus acciones. Miró al hombre que estaba frente a ella, no lo reconocía, todo era extraño y confuso. Buscó con desespero con la mirada a sus hijos, pero no los encontró. Las lágrimas empezaron a caer de sus ojos al comprender que no saldría con vida de allí. Sintió el frío puñal entrar en su piel hiriéndola en el abdomen, se miró las manos y vio mucha sangre allí, ella misma se había apuñalado. El hombre la miró sonriente y le tendió la mano para recibir el arma, ella se la entregó sin decir nada, no podía hacerlo. Su cuerpo se precipitó hacia el suelo, cerró los ojos con miedo. No entendía qué estaba pasando, escucho como se acercaban a ella corriendo y después sintió un insoportable dolor en todo su cuerpo. ¿Qué le estaban haciendo?