Iris no cabía en sí misma de felicidad. ¡Finalmente habían regresado a Ciudad Bella Cruz! Oh, cómo había extrañado esta rustica ciudad en la cual creció. El aire olía menos a combustible en comparación a Greenbell, había más árboles, más césped, menos personas en las calles. ¡Sabía a infancia y era perfecto!—Te ves muy emocionada, Iris —comentó su tía Marie con una sonrisa alegre mientras le indicaba a su esposo donde debía colocar las cosas que bajaban del camión de mudanza.—¡Pues claro que está emocionada! —Rachel estaba limando sus uñas sin hacer nada—. Es su ciudad natal en la que hace años no estaba. ¡Aquí creció!—Es verdad, hace mucho que no estaba aquí. —Menos de lo que ellas pensaban, pero aun así bastante—. No puedo esperar por dar largos paseos por las calles, quiero volver a familiarizarme con mi hogar. Greenbell estuvo bien, pero siempre vio a Bella Cruz como su verdadero hogar.—Sí quieres puedes ir a dar un paseo ahora —dijo su padre entrando a la mansión con una gr
El sonido del teléfono inalámbrico llegó a los oídos de Kate desde la sala de estar mientras estaba en la cocina preparando el desayuno para su hijo, por lo que bajó la flama de los huevos que estaba preparando y corrió hasta la sala, atendiendo el teléfono y llevándoselo a la oreja mientras regresaba a la cocina.—¿Hola?—Kate, soy yo.—¡Albert! —Sonrió alegremente al reconocer la voz de su cuñado, el esposo de su difunta hermana—. Es bueno escucharte. ¿Cómo están mis sobrinos? Espero que los estés cuidando bien.—Estarían mejor sí vinieras a visitarlos más seguido, ya sabes —comenzó a reclamar—. ¿Qué demonios, Kate? Nos mudamos a Bella Cruz para estar cerca de la familia, pero tú te niegas a dejarlos conocer a tu mocoso. Ya saben que estás divorciada y que Iris está con el bastardo de Ethan, no le dirán nada al niño. ¿Por qué no presentarlos aún?—Albert, ya sabes que este es un tema muy delicado para mí. —Suspiró mientras seguía encargándose de preparar el desayuno para ella y su p
El primer día en la nueva preparatoria había comenzado.Los tres completaron el papeleo que restaba en la dirección y Iris se despidió de Erick y Kim para ir a su propia aula pues ellos estaban en tercero y ella en segundo. Claro que podrían adelantarla por su gran inteligencia sí quisiera, pero prefería tomar las cosas con calma. Además, eso le daría un respiro de las muchas preguntas que le habían hecho sobre Kitt desde que por fin lo conocieron.—Clase, den la bienvenida a la nueva alumna. Sean amables con ella. —El profesor la introdujo cuando entró al aula.—Mucho gusto. Soy Iris Di Castro. ¡Esperó que nos llevemos bien! —Les dedicó una gran sonrisa. —¿Por qué no cuentas algo sobre ti, señorita Di Castro? —preguntó el profesor sin verdadero interés mirando su celular.—Ehh… claro. —Hizo una mueca—. Crecí aquí en Bella Cruz, pero me mude a Greenbell a los siete años. Mi padre y yo decidimos volver aquí hace poco para poder estar más cerca de nuestra familia. —Sonrió, sabiendo q
Ethan honestamente no sabía qué estaba haciendo en ese lugar. Se había prometido tener paciencia y planear cuidadosamente el procedimiento más seguro para conocer a su hijo y enfrentar a Kate, y sin embargo ahora mismo estaba haciendo lo que se había repetido mil veces que no debía hacer:Acosar a su ex esposa.Apenas salió de la nueva editorial principal después de poner las cosas en orden toda la mañana, en vez de ir a su casa a seguir reorganizando papeles como debería haberlo hecho, condujo su auto directo a la clínica Quincy y aquí estaba varado desde hace dos horas esperando poder ver a Kate.¿Qué estaba haciendo? Aún no quería enfrentarla. ¿Qué haría sí veía algo que no le gustaba? ¿Y sí volvía a malinterpretar todo? Esto realmente era una mala idea. Tal vez ella ya no trabajara en este lugar. Tal vez estaba perdiendo el tiempo y valiosas horas de trabajo.Aproximadamente dos horas y media después de que llegó a ese lugar, finalmente vio algo que no fueron pacientes entrando y
Mientras estaba revisando las cartas que acababa de sacar del buzón, Ethan recibió un aviso de parte de Rachel acerca de que su hija quería encontrarse con él sí no estaba muy ocupado, a lo que le dijo que podía venir en unos diez minutos y que trajera unos tés para ellos ya que estaba.La mayoría de las cartas eran cuentas o relacionadas con el trabajo, pero hubo una carta en particular que le llamó la atención. Una carta de Magda, aquella joven que había insistido tanto en casarse con él por un simple capricho.Leyó la carta cuidadosamente y finalmente decidió simplemente arrojarla a la basura. Le agradaba Magda, pero lo mejor era no contestarle y que dejara de hacerse ilusiones con él. A esa niña le faltaba mucho por madurar. No quisiera ser así de frío con ella, pero no veía otra salida.—¿Papá? —Justo cuando terminó con el resto de las cartas, su hija llegó con una bandeja con dos tés y unos cuantos bocadillos, bollos para él y galletas con chispas de chocolate para ella—. Espero
—Oye, mamá…—¿Sí, mi amor? —Kate no apartó la mirada de los huevos que estaba batiendo al escuchar la voz de su hijo, estaba muy concentrada en no arruinar esta comida para la cena por una vez.—¿Recuerdas a la chica que te mencione a la que también le gustan los frutos secos también?—Ajá, tu amiga la que va a preparatoria, sí. —Asintió, todavía no muy contenta de que frecuentara chicas mayores, pero como él no tenía tantos amigos y estaba con Kelly prefería no prohibírselo. —Estábamos hablando y dijo que tú suenas como una madre muy genial. —Kate sonrió extrañada ante eso—. Y preguntó sí podríamos invitarla a cenar aquí. Fue muy insistente en conocer a una mamá tan genial como tú. —Ella rio ante esto.—¿Qué esa chica no tiene una madre a la cual pondrá celosa hablando así? —Sonrió divertida.—Ella dijo que hace mucho que no ve a su mamá en nada más que en fotos…—Oh… —De pronto se sintió mal por bromear acerca de eso—. Bueno… sí planeas seguir frecuentando a esta jovencita entonces
Cuando su madre se desmayó después de haber tenido el comportamiento más raro de la vida, Kitt jadeó y se quedó estático en su lugar, sin tener ni idea de qué hacer. ¿Así se habrá sentido su madre cuando lo encontró desmayado en el baño? Porque no se sentía para nada bonito.—¡Oh, no! —Por alguna razón, Iris parecía aún más horrorizada de lo que él se sentía—. ¡Mamá! —Corrió en dirección a la mujer mayor, pero él no prestó atención a eso.¿Mamá?¿Era su imaginación o Iris acababa de decirle mamá a SU mamá? ¿Había escuchado mal, acaso? ¿Por qué ella diría algo así? ¿Y por qué la extraña actitud de su madre? ¿Por qué todos actuaban como si se conocieran? ¿Qué demonios estaba pasando aquí?Seguro todos se habían vuelto locos… eso o él estaba teniendo una especie de pesadilla extraña. Sacudió la cabeza y también corrió hacia su madre, arrodillándose junto a Iris y mirando con desconfianza el modo en que acunaba suavemente el rostro de su madre. ¿De verdad escuchó bien y ella sí la llamó
Afortunadamente Ethan llegó a ver en qué dirección corrió Kate, así que logró alcanzarla rápidamente.Se preocupó más al no ver al niño por ningún lado. Parecía ser que corría muy rápido. —¡¿Dónde está?! —le preguntó angustiado mientras corrían.Kate lo miró extrañada, antes de fruncir el ceño. Dudó un momento, pero finalmente habló:—No lo sé —exclamó preocupada—. No lo sé… pero él no es tonto. Irá a un lugar que conozca. Puede ser a la plaza, a la clínica Quincy, que es donde trabajo o a la casa de su amiga Kelly… Yo apuesto por la plaza, probablemente se escondió en un árbol, es lo que hace cuando se enoja. —Lo miró de reojo, recordando algo. —Le gustan los lugares altos, en eso se parece a ti —comentó en voz baja—. Sí fuera a la casa de Kelly sus padres me llamarían. En la clínica están las enfermeras del turno tarde y noche, también me llamarían… Así que el lugar que debemos cubrir debe ser la plaza —dedujo astutamente. Llegaron a la plaza y ralentizaron el paso, comenzando a