Mientras Ethan y Kate iban a terapia de pareja, sus hijos tenían sus propios problemas. Kitt había sido oficialmente nombrado el futuro capitán de su equipo de futbol, así que ahora estaba muy obsesionado en cuidar su salud para no tener que volver a enfermar y así no faltar a las practicas y partidos, aunque por el clima invernal eran pocos partidos, pero él se estaba esforzando al máximo para no faltar y estar sano y fuerte para cada uno. Iris notaba todo eso en su hermano y lo apoyaba al máximo. Como sus padres estaban tan ocupados con sus cosas, era ella la que iba a todos los partidos de Kitt y lo apoyaba en todo lo que necesitaba, pero la verdad era que tenía sus propios problemas, y esos problemas tenían nombre y apellido… Rich Vogelsberg. Aunque, para ser sincera, él no era su único problema. Su hermana, Rita Vogelsberg, también le resultaba muy molesta, siempre pegándose a Erick, siempre queriendo unirse a comer con ellos en el almuerzo, y claro que, al ver a su h
—Bueno, fue todo un placer pasar esta tarde juntos —habló Rich una vez los tres bajaron del auto, bajando la ventanilla para sonreírle a Iris que se detuvo a mirarlo con cansancio—. El baile será pronto, así que tus respuestas también vendrán pronto… y es curioso que tus primos hablaran de regalos y buena salud… lo que tengo que decirte tiene un poco que ver con eso… —¿De qué hablas, hermano? —preguntó Rita, pero Rich le dijo que no era nada importante y luego le guiñó un ojo a Iris. —Nos vemos en el baile, mi lady. Estoy segura de que esperaras el momento con muchas ansias. —Sin más se fue junto con su hermana para llevar a los primos de Iris a su casa, dejando a Iris resoplando, pero sin poder negar que en verdad sentía muchas ansias por esas respuestas. Vio la mirada confundida de Erick, vio que quería hacerle preguntas, además de seguramente querer reclamarle por, según él, “llevarse bi en con ese niño rico insoportable” pero rápidamente lo paso de largo y corrió a su casa.
Iris se miró en el espejo de su habitación con una mezcla de emoción y nerviosismo. El baile escolar estaba a solo unas horas de distancia, y había estado esperando este evento con ansias durante semanas para así finalmente obtener las respuestas que quería de parte de Rich Vogelsberg. Su vestido para la ocasión, el mismo que había comprado con sus primos y los Vogelsberg hace unos días, colgaba elegantemente en la percha de su armario, esperando ser probado. Era un vestido de color turquesa, exactamente del mismo tono que sus ojos, y había sido amor a primera vista cuando lo vio en la tienda, incluso aunque ella no solía ser mucho de ropa bonita, este le encantó desde que lo vio. Con manos temblorosas, Iris sacó el vestido de su percha y lo sostuvo frente a ella. El corte era sencillo pero elegante, con un escote en forma de corazón que realzaba sus delicados hombros. La falda fluía suavemente hasta el suelo, con un ligero toque de volumen para darle un aspecto casi de “cuento de h
Después de pasar por los primos de Iris, Julie y Caleb, el grupo de siete se dirigió a la escuela para tener su baile. Apenas llegar, Kim se encontró con el chico que la había invitado y se desapareció, Julie y Caleb, que habían venido juntos a pesar de ser hermanos y que eso les podría traer burlas, decidieron ir a divertir se bailando sin que les importara lo que los demás pudieran opinar, y Rita arrastró a Erick también a la pista de baile para bailar. Iris se encontraba ahora para da junto a Rich en el umbral del gimnasio, donde resonaban las melodías alegres y vibrantes del baile escolar. A pesar de que tenía una sonrisa pintada en el rostro, intentando fingir que todo estaba bien para no llamar la atención de muchos de sus compañeros de clase que la miraban a ella y a Rich, su corazón latía con incertidumbre y nerviosismo. No podía dejar que todos se dieran cuenta de que había accedido a acompañar a Rich al baile solo por compromiso y por que practica mente la soborno, y eso
Iris rompió el beso con Erick solo al escuchar el flash de una cámara, cosa que la hizo sentir un momento de pánico al pensar que era alguien que quizás querría mostrarle eso a su padre (aun que eso no tenía mucho sentido, pero estaba demasiado nerviosa para pensar correcta mente), sin embargo, todo lo que vio fue a Kim con su celular en alto y una sonrisa gigante de oreja a oreja. —¡Agh, Kim! —Erick fue el primero en reclamarle por romper el momento. —Kim, ¡¿por qué nos tomas fotos?! Y si tanto querías tomar fotos, ¡¿no pudiste hacerlo desde lejos y sin flash?! —le reclamó Iris también, sintiendo la cara muy roja y más por que muchos en la pista los estaban mirando y murmurando. —Ay, perdón, lo siento, pero es que no lo resistí. —Rio sin pena alguna—. Además, en este salón está todo muy oscuro, esas lucecitas de colores por la pista no me bastan, ¡este es su primer beso, necesitaba tenerlo fotografiado con mucha claridad! Los dos la miraron mal, pero antes de que pudieran seguir
—Es un lugar precioso, ¿verdad? A veces no me detengo a mirar este tipo de cosas, pero esta noche sentí que debía… es bastante tranquilo y bello. Iris asintió con una sonrisa. —Sí, definitivamente. A mí me encantan estas cosas, no sé si lo recordabas, pero… Gracias por traerme aquí, Erick. —Él le devolvió la sonrisa. —Claro que lo recordaba, chiquita. Me alegra que te guste. No estaba seguro de si creerías que soy un bobalicón, pero sé que estas cosas te gustan y… la verdad sé mucho de ti, pero nunca me moleste en poner esas cosas en práctica… yo… siempre creí que… que alguien como tú no era adecuada para… alguien como yo… —¿P… por qué dices eso? —Por que bueno… tú tienes una familia con mucho dinero, eres tan inteligente y tan hermosa… yo solo soy… bueno, tu padre siempre me considero un delincuente que tuvo suerte de ser adoptado por Serena, y yo creí que quizás tú pensabas algo así… —¡Claro qu e nunca pensé algo así, Erick! —Lo miró boquiabierta—. Incluso desde pequeña, tú si
—Entonces, un día… ese hombre… vio a tu madre, la mujer de su más grande rival del pasado, sentada, triste y a abonada en un restaurante, llorando la falta del mayor rival su vida. Iris cerro los ojos con pesadez, de repente comenzando a entender todo.—Desearía que no lo hubiera hecho… —Aunque no me creas, mi padre también, más que nadie. En ese momento, pensó… "¿Por qué Di Castro tenía la vida perfecta cuando yo la perdí? ¿Por qué era feliz y yo miserable? ¿Por qué siempre me superaba en todo?" Pudo notar su cara de abandonada en el restaurante, y creyó… que sería divertido averiguar sí había problemas en su paraíso. —Tu padre es un bastardo —gruñó. —Lo sé, y todavía lamenta mucho usar el mismo truco que uso su ex empleada. Ella usó grandes cantidades de esa droga en la bebida que le dio, pero mi padre además uso la fuerza para someter a tu mamá y obligarla a besarlo…—Escucho el auto de tu padre mientras la besaba. Sabía que iban a aparecer. Su plan salió a la perfección… pero
La terapia era una gran ayuda para Ethan y Kate, tanto de forma individual como las sesiones en pareja, los dos se estaban sintiendo con cada vez más confianza en sí mismos como individuos y en la posibilidad de retomar una relación. Ethan todavía tenía mucha culpa, y eso era algo que a Kate le costó entender, ella nunca había imaginado que él se sintiera en verdad tan pero tan mal por todo lo que pasó y sobre todo por todo el mal que pasaron sus hijos en medio de esos años separados. Gracias a las sesiones de terapia, ella ahora sentía que entendía mucho mejor a su ex marido y sus luchas internas, y también sentía que Ethan la entendía más y que en verdad le creía, que ya no dudaba de que su historia con David fuera falsa, que de todo corazón había comprendido su error, que nunca le fue infiel con David, que siempre lo amó solo a él. No había imaginado la paz que le trajo el solo saberse comprendida, el saber que él sí le creía, que él confiaba… Era una sensación bella, una se