Kate había estado deprimiéndose al borde del llanto en su cama pensando en todas las cosas que habían pasado en las últimas cuarenta y ocho horas y recordando el pasado aparte de todos sus grandes errores cuando de repente recibió una llamada de Ethan, lo que casi la hace tirar su celular porque escuchar su voz era lo último que quería. Sin embargo, él bien podría querer algo relacionado con Iris, así que no tuvo más remedio que contestar su llamada aunque regañadientes. Al principio pareció que él llamaba para disculparse otra vez, cosa que la exasperó porque realmente no estaba de humor para sus tonterías de fingir que estaba arrepentido solo para tratarla como basura al minuto siguiente, pero luego él le recordó el pequeño detalle de que no habían usado protección al tener relaciones sexuales y había una pequeña posibilidad de darle un hermanito a Iris y Kitt.—¡Oh, maldita sea! —No pudo evitar maldecir por haber sido tan estúpida. ¡Tenía treinta y cuatro años, ya no era una mo
Cuando Kitt se despertó esa mañana, se sintió especialmente desganado, así que solo cerró los ojos y decidió esperar a que su mamá viniera a levantarlo. Su garganta se sentía irritada, pero esto era normal en las mañanas así que no veía necesidad de decirlo, sobre todo no ahora que querían llevarlo a otra visita a la clínica donde seguramente dirían que había algún otro virus o bacteria fastidiando a su débil e inútil sistema inmunológico y de nuevo tendría que quedarse en cama aburrido sin nada que hacer. Seguramente sería bronquiolitis. Maldición ¿por qué tuvo que abrir la boca el otro día y decir que ojalá le diera? Ahora tendría que pasar otra navidad encerrado en su habitación y comiendo sopa horrible.A los pocos minutos, mientras todavía se regañaba mentalmente, su madre entró su habitación y lo sacudió levemente haciéndolo abrir los ojos con pesadez, cosa que obvio que la hizo preocuparse, luego le puso una mano en la frente y frunció el ceño, antes de suspirar aliviada.—Bu
El líder de los punks secuestradores sacó una navaja de la nada y sus amigos sacaron palos y barras de metal, cosa que hizo a los niños estremecerse con miedo. —Solo queremos a la de cabello rojo y a la pulga de allá. —El líder señaló al niño pelinegro—. Pueden moler a golpes a los otros tres si quieren. —Rio acercándose a Iris lentamente.—Nos encargaremos de los dos mocosos enanos —murmuraron los que habían estado detrás de su líder.—Tomaremos al grandulón —dijeron con sorna dos de los tres que habían estado fuera acercándose a Erick con barras de metal en las manos.—Me quedó con la chica alta entonces —dijo con una sonrisa perversa el último de los punks, a lo que Kim chilló abrazándose al brazo de Erick.Kitt empezó a temblar. ¿Iban a golpearlos y a secuestrarlos? ¿Por qué? No estaba entendiendo nada, solo podía pensar que realmente desearía estar en casa con su mamá ahora mismo, o incluso en la clínica, los asquerosos jarabes sonaban mejor que esto.Kelly estaba delante de él
Una vez los adultos se quedaron solos, Ethan rápidamente les contó cuál era su plan. —¿Qué quieres decir con que los niños necesitan guardias de seguridad? —preguntó Kate con los ojos muy abiertos una vez él terminó de contarles los detalles de su encuentro con la policía y les dijo lo que consideraba la mejor opción a seguir desde ahora para garantizar la seguridad de sus hijos. —Este intento de secuestro solo fue un incidente aislado ¿o no?— de pronto palideció. —¿O alguien alguna vez intento secuestrar a nuestra hija para que creas que es tan probable que vuelva a pasar?—Temó que sí, intentaron secuestrarla en una ocasión anterior, es inevitable, cada vez obtengo más ganancias y todos saben que soy padre —admitió con un suspiro. –Hace casi dos años, tres hombres intentaron llevársela cuando regresaba de la escuela. Afortunadamente, me aseguré de que ella sepa defenderse a sí misma, y el mocoso delincuente ese de Erick estaba ahí para ayudarla también.—¿Y por qué no le pusiste s
Al escuchar de su ex marido que la próxima Navidad la pasarían juntos en familia, Kate no pudo evitar pensar en todas las navidades juntos que tuvieron en el pasado en familia, Navidades dónde la vida le parecía simplemente perfecta, aún a pesar de todas las dificultades, simplemente por estar junto a las personas que amaba.Su primera navidad como casados la pasaron con ella embarazada, con su linda Iris en el vientre, con siete meses de embarazo. Eran solo Ethan y Kate jóvenes e ilusionados, apenas salidos de la preparatoria y con muchos sueños del futuro. El padre de Kate había muerto hace unos años en ese entonces, su hermana Camille llevaba varios meses fallecida también. Y su hermano, después de la muerte de Camille, había tomado a su esposa e hijo y se había ido del país, sin importarle dejar a Kate sola y con el corazón roto por perder a Camille.Muchas veces, al pensar en su hermano, Kate no podía evitar resentirlo, incluso odiarlo, porque era la única familia que le quedaba
Para cuando Ethan e Iris regresaron a la mansión, la adolescente seguía con una gran sonrisa en su rostro sin dejar de hablar acerca de navidad, su madre y por supuesto de Kitt.—Sé que fue muy malo que esos maleantes nos atacaran pero eso hizo que Kitt finalmente volviera a confiar en mí. ¡No podía creer que me haya invitado a pasar navidad con él y mamá! Tengo una buena oportunidad de que tal vez pronto empiece a considerarme su hermana de verdad. —Eres su hermana de verdad —señaló Eric, divertido. —¡Sí, pero él no me trata como tal! Al menos no todavía.—Tampoco creo que te odie —murmuró Kim. —No, pero me resentía, por las mentiras y por todo el problema que se armó cuando fui a su casa la primera vez, además mi mamá dice que es un poco celoso, tal vez por eso también me trataba mal. ¡Pero ahora cree que soy genial porque patee a esos tipos que intentaron secuestrarnos! —Y tu que te quejabas de tantas clases de defensa personal. —Ethan sonrió orgulloso al ver a su niña tan feli
—¿Tengo bronquiolitis, verdad? —preguntó Kitt desanimado una vez Kate y Mirian terminaron de revisarlo.—No, pero estuviste cerca. Tienes bronquitis. —Kate le sonrió con cariño a su hijo, acariciando tiernamente sus mejillas, frunciendo el ceño al sentirlas más cálidas de lo que deberían estar debido a la fiebre—. Afortunadamente la detectamos rápido, apenas tienes una fiebre leve. ¿Ves porque si fue necesario venir a que te chequeen? Siempre te enfermas en estas épocas, Kitt —le recordó regañándolo un poco por su descuido.—Lo sé, lo siento, mamá. —Kitt hizo un pequeño puchero que de inmediato derritió cada posible pequeño gramo de enojo que Kate pudiera haber tenido, aunque no era mucho, la verdad, nunca podía enojarse con él—. Solo no quería pasar la navidad en cama de nuevo. Apesta —refunfuñó el pequeño.—No la pasaras en cama porque te daremos medicamentos para los síntomas que tengas, beberás mucho líquido, harás mucho reposo y para navidad estarás lo suficientemente bien para c
—¿Iris? ¿Rich? —Su hija la miró con la boca abierta mientras el primogénito de David sonrió victoriosamente, por alguna razón. —¿Ves, Lady Di Castro? Te dije que mi adorada tía Kate sí me conocía. —Apartó su flequillo recto de sus ojos verdes y sonrió cordialmente a la mujer—. Tía Kate, mi tía querida, vengo por mi madre. ¿Está cuidando a Kitt otra vez, verdad?—Sí… tu mamá está aquí —respondió un poco perdida. —¿Qué hacen aquí juntos? ¿Son compañeros de clase? —preguntó recordando que ellos tenían casi la misma edad, Iris era unos meses mayor sí no se equivocaba.Pero ¿en serio había tenido tanta mala suerte para que su hija acabara en la misma clase que el hijo de David, el hombre que arruinó su vida? Lo peor es que David y Rich se parecían bastante, ¿acaso Iris no se había dado cuenta del lazo que los unía? Y si se daba cuenta, quizás querría preguntarle cómo es que ella conocía a Rich… Y seguramente no le creería que era inocente de haber sido infiel si sabía que seguía en cont