Narra Aitana
Mi hijo se calma en mis brazos mientras yo pienso en todo lo que podría pasar a partir de ahora. Sabía que estaba perdiendo la memoria, porque a veces me olvidaba de muchas cosas, pero, perderme tanto que no recordar a mis hijos, ya era una alarma.Helmut aparece y se sorprende al verme despierta o quizás, tranquila. Ya que, a juzgar por el dolor en mi cuerpo y las marcas en el mismo, he sido atada para no dañarme o dañar a otros. Helmut, me sonríe y se acerca a mí, tomando mi mano con delicadeza.—Me alegra que estés despierta — susurra Helmut.—Te alegras de que yo sea yo, querrás decir— digo y él suspira profundo.—Eso fue algo pasajero. Quizás fue por tanto estrés, pero, eso pronto terminará. — Dice Helmut y yo niego.—No necesitas mentirme. Sé cómo es esto. He visto doctores en China y aquí. Todos me dicen lo mismo. No hay posibilidad de que esto sea pasajero. Cada vez que se presente, durará más tiempo hasta que finalmente me pierda en esas lagunDespués de hablar un poco con Cleo, caminamos hacia la habitación de mi hija. Como me había dicho Helmut, la condición de mi hija se ha deteriorado más. Por lo que, nos piden colocarnos ropa quirúrgica, para evitar una infección para mi hija.Con varias cosas conectadas a su cuerpo, veo a mi pequeña hija con ropa rosada como a ella le gusta. Su cuerpo, se ve vas delgado y sus mejillas, tan pálida como el resto de su cuerpo.Con cuidado de no despertarla, tomó su mano y le acaricio suavemente la misma. Sabía que era estar en la cama luchando por una enfermedad que cada día enfermaba más. Había estado en su lugar y creía que ese era el lugar más doloroso.Pero, ver a una hija enferma lo es más. Porque aun sabiendo donde y cuanto duele, la impotencia de no saber cómo aliviar su dolor, me causa más dolor que mi propia enfermedad.
Buscaba un indicio de broma en Helmut, pero, su mirada decidida y como no retrocede, si no que, avanza hacia mí, me dice que no está bromeando. Sólo ha hablado por medio de su locura, porque es eso lo que ha dicho, una locura.—Aitana, déjame explicarte — dice Helmut y yo niego.—No creo que haya algún argumento válido para justificar lo que acabas de decir— digo firme.—Aitana… sé que no soy el hombre perfecto para ser un buen padre. Pero, me estoy esforzando. He ido a las citas psicológicas, estoy trabajando en ser mejor. Quiero ser lo mejor para mi familia, porque ustedes son mi familia — dice Helmut—Me alegra que veas a tus hijos como tu familia y que estes trabajando en controlar tus ataques de enojo. Pero, eso no quiere decir que yo voy a aceptar que tengamos un hijo. Helmut, es una locura en todo el sentido de la palabra — digo
No entendía que pretendía hacer. Se supone que debíamos alejarnos. Debíamos concentrarnos solo en nuestros hijos, entonces, ¿Por qué estamos hablando de un embarazo y un regreso?—Soy tu exesposa — le digo deseando que recuerde que es lo que significa eso.Helmut acaricia mi rostro suavemente, recorriendo mi mandíbula inferior y bajando hasta mi clavícula.—Lo sé, pedirte que seamos exesposos fue lo más estúpido que hice. — Dice Helmut apretando su mano en mi cintura —Pero, voy a luchar porque dejes de ser mi exesposa, para que seas mi esposa ——Eso no pasará. — Digo mientras comienzo a sentir como su mano en mi cintura hace pequeños círculos en mi espalda, que me envía un hormigueo electrizante en mi cuerpo.‘Debes alejarte, Aitana o no podrás resistirte y eso no sería bueno. Eso s
Sus labios recorrían mi cuello una y otra vez, mientras mi pelvis se movía de manera circular sin que yo se lo pidiera. La dureza que había empezado a sentir bajo mi entrada, hacia que sintiera mi canal húmedo y ardiente.Si no me detenía ahora, perdería ante él. Porque reconectaría de una forma de la que no se puede romper y no quería volver a cometer los mismos errores del pasado. No podía arruinar lo bien que nos llevábamos solo por un poco de sexo casual.No podía pedir sexo antes de morir, cuando eso solo complicaría lo que hasta ahora hemos formado. Por lo que, debía detenerme. Debía hacerlo por mis hijos y también, por mi tranquilidad.—Debemos detenernos ahora — digo y Helmut sonríe sobre mi piel, lanzando un aliento cálido que eriza mi piel.—¿Estas segura? — pregunta Helmut con una voz ronca.<
Helmut me observa por varios segundos y asiente finalmente levantándose de la cama y alejándose de mí. Por lo que, yo siento que la tensión se disipa al ver que deja en el olvido sus juegos sexuales para excitarme.—Tienes razón, no puedo pedirte que olvides todo lo malo que te ha pasado y retomemos donde lo dejamos— dice Helmut.—Dónde lo dejamos fue cuando tenías sexo con alguien más mientras yo los miraba. ¿Quieres retomarlo desde allí cuando hablas de retomar donde lo dejamos? ¿o prefieres retomarlo cuando me decías que no dijera que estuve relacionada con tu manada por ser una beta débil?>> No, quizás quieres retomarlo en la parte donde me dices que si quedara embarazada tú…— comienzo a decir, pero, Helmut hace una señal con su mano para que me detenga y yo lo hago, no deseando discutir, cuando puedo pasar el
Narrador omnipresentePoco a poco, la tensión se disipa y Joel comienza a jugar con los mellizos hasta que Ariana se queda dormida por el cansancio. Como una niña pequeña, fue arrullada por Aitana mientras Helmut miraba la escena feliz.Había sido rechazado por la única mujer que desea, pero, momentos como estos, le hacían olvidar sus propias necesidades para concentrarse en los momentos valiosos que su familia le daba.Después de dormirse Ariana, su madre quiso quedarse un poco más y por eso, Helmut salió con los chicos, llenando de dudas a Joel. Pero, estando más tranquilo con el miedo relacionado a los hospitales y los doctores.—Señor Baumann— dice el pequeño Joel llamando la atención de Helmut.—¿Qué sucede, pequeño? ——¿La niña va a morir si no la ayudo? — pregunta Joel y ello hace que el
Días despuésCada día, la rutina de todos era la misma: Albert, estudiaba en las mañanas con los profesores enviados por su padre, en la tarde hacia sus obligaciones académicas y por la noche, visitaba a su madre y buscaba médicos que fueran capaces de darle tratamientos menos invasivos.Helmut, pasaba todo su día resolviendo los problemas de sus negocios, buscando una cura para Aitana e intentando acercarse a ella con conversaciones triviales o relacionada a su vida con los mellizos cuando nacieron.Pero, ni siquiera eso los había hecho más cercanos. Aitana se negaba a tener una relación cercana con alguien. Quería minimizar el dolor de quienes quedarían atrás cuando ella muriera.Eugene, por su lado, se había marchado del país, buscando entre todos su conocidos alguien que le ayudara a tratar las enfermedades de Aitana y Ariana, pero, seguía sin tener
Horas despuésCleotilde tuvo que marcharse con su hijo, porque aún no estaban los resultados de los exámenes de Ariana, pero, si habían hablado de internar pronto al niño para hacer el trasplante, ya que, si había la oportunidad de hacer la cirugía pronto, la realizarían.Por otra parte, Helmut caminaba de un lado al otro ordenando a varios betas que cuidaran este lugar y como libo posesivo, exigía que, bajo ningún motivo, permitieran el ingreso de Joel. Algo que hacía negar a Aitana quien dormía a su hija en sus brazos.Justo cuando intentó levantarse, Helmut entró y de inmediato, le quitó a la niña de sus brazos, para después acostarla en la cama.—¿No crees que estás exagerando? — pregunta Aitana y Helmut niega.—Por supuesto que no. No es normal que siendo un niño piense en esas cosas. Por lo que, l