Negué varias veces cada vez que un sentimiento molesto se instauraba en mi pecho por la mención de su esposa que ocurrió varias veces, porque, si salimos a caminar fuera de mi habitación, pero, él no dejaba de hablar de la mujer que educo tan bien a sus hijos estando sola.
—Los niños la aman y por eso, la extrañan. — Dice Helmut y yo asiento.—Quizás es por eso, que están conmigo, soy la figura que relacionan como madre— comento y Helmut asiente.—Aunque intente ser buen padre, la ausencia de su madre es algo que no puedo reemplazar. Ella es demasiado para mí y es muy buena que es irremplazable para la vida de los mellizos— dice Helmut y no sé cuánto tiempo pasamos juntos, pero, terminamos comiendo en el jardín de la mansión.El hombre que seguramente está ocupado, se muestra tan relajado que no parece que sea el jefe de unaEstaba por pensar que yo no era la única con problemas mentales, ya que, ¿Por qué debería mirar solo a un hombre que se encuentra casado con alguien más que ha mostrado estar enamorado y casado de la madre de sus hijos?¿Es un jugador de mujeres acaso? Porque realmente no entiendo porque me dice algo así cuando él está casado, ¿acaso le gusta tener relaciones románticas con mujeres que trabajan con él?—Helmut, no sé si lo ha olvidado, pero, usted es un hombre casado— digo alejándome de él, pero, este no me lo permite.—Tú también estas casada. Así que, no deberías estar pensando de esa forma de Eugene, ¿lo entiendes? — pregunta Helmut y yo golpeo su mano para que me suelte.—Aléjese de mí, Helmut. No quiero que malinterpreten nuestra relación por una cercanía in
Algo me decía que debía ser cuidadosa con el hombre frente a mí, porque parecía no conocerse a sí mismo y mucho menos, lo que quiere decirme, por lo que, aunque quería empujarlo y decirle que recordara nuestra relación, lo que hice fue apartarlo lentamente de mis labios.Debía ser inteligente y por ello, no podía responder con violencia, lo que con violencia me están dando. Por ello, esperé que él respirara profundo con nuestras frentes unidas y que poco a poco, se relajara.—No sabes cuanto tiempo he extrañado tus besos, esposa— dice Helmut y es en ese momento que mi mente hace clic.Entonces es por eso, que actúa así de extraño. Él me ha confundido con su esposa.Lentamente mis defensas se bajan al sentir lastima por un hombre que extraña tanto a su esposa que la confunde con la niñera. Pero, eso no hace que ol
Narrador omnipresenteHelmut no sabía qué hacer para calmar a la mujer que temblaba frente a él. Era evidente que se había salido de control por la mención de que a ella le gustara Eugene y todo intento de controlarse, se arruinó cuando la escuchó decirle que se marcharía.Había experimentado un golpe demasiado doloroso. Él creía que cuando Aitana había desaparecido, había sido su golpe más grande e incluso, pensó después que saber de sus hijos ya grandes, era un dolor más grande.Pero, ver como temblaba de tal forma que su voz se quebraba, era aún más doloroso. La mujer que le suplicaba que no la matara en la primera noche de bodas, volvió a su mente y aunque en ese momento sintió lástima por matar a una mujer tan joven que tenía afinidad con él, ahora el dolor era inmenso.<
Eugene, quería estar para la mujer que se había convertido en algo más que su salvadora en un momento de desesperación, pero, con su condición, no podía hacer mucho. Por lo que, se quedó incluso después de que se quedó dormida completamente.Los lobos, se formaban alrededor de la casa con la intención de no interrumpir el descanso de Aitana y otros, buscaban a los mellizos. Apenas los mellizos percibieron a los lobos, se asustaron pensando que algo malo había pasado con su madre.—¿Qué pasa? ¿Madre está bien? — Pregunta Ariana.—¿Le duele algo? — Pregunta Albert apenas ve a los dos lobos aparecer con su cuerpo agitado por venir corriendo.—No, joven señores. Hemos venido a buscarlos porque el señor nos pidió que este con su madre— dice el lobo enviado por ellos.—Le hizo algo a mi
La ansiedad, el enojo consigo mismo por cómo había actuado frente a la mujer que quería conquistar, más la mirada de ella de miedo y como se aferraba a un hombre que no era él, por sentir miedo de su esposo, era una combinación letal, como si el más amargo de los venenos, fuera presentado de una forma tan sutil, que solo bebiéndolo se diera cuenta de ello.Pero, así, era bastante tarde de retroceder para evitar un daño que evidentemente ya había causado. Por ello, estaba intentando manejar su frustración, mientras acababa con el enemigo.—¿Por qué debe recordar justamente eso? ¿Ah? ¿No podía recordar cuando yo me abrí a ella y le demostré que la amaba? — pregunta Helmut apuntando al mentón de un hombre lobo del clan enemigo.—¿Disculpe? — pregunta el hombre aturdido.—Nada. No fuis
Dos días despuésNarra AitanaEl desastre que había sentido con el enfrentamiento con Helmut, había desaparecido. Por lo que, me encontraba tranquila, caminando como podía para salir con los niños al jardín a tomar un poco de sol.—Estoy seguro de que te gustará mucho la sorpresa que estoy haciendo para ti, madre— dice Ariana y yo me siento incómoda porque me siga llamando así, cuando solo soy su niñera.—Ariana, pensé que habíamos quedado con que era bueno respirar un poco de aire fresco y por ello, habíamos quedado en comer nuestra merienda en el jardín. — Le recuerdo y ella se asoma en la gran ventana de su casa.Aun no entiendo cómo es que siendo tan pequeños tienen sus propias casas. No recuerdo mucho de mi familia o como era mi vida antes de despertar con la mente en blanco, pero, dudo que mis padres a esa edad
La emoción que sentía era indescriptible. Sentía que estaba tocando el cielo con las manos. Porque, sabía que su cariño era sincero. No les habían pagado para esto y mucho menos, estaban intentando aparentar quererme.Ellos me querían de verdad, así era el amor que un niño brindaba y a mí me lo estaban dando los dos sin merecerlo. Así que, eso me hacía sentir menos sola. No sabía quién era mi familia, pero, ello en estos momentos no importaba, porque no me sentía sola. Ellos impedían que me sintiera así.—Todo es muy hermoso, Ariana. Inmensamente hermoso— digo abrazándola, al no poder contenerme más.—Quería darte algo que fuera hecho por mí, pensé en dibujos, pero, eso ya estoy acostumbrada a hacerlos, por eso, decidí aprender a hacer juguetes. Con el fin de hacer el castillo de nuestr
Narra HelmutApenas me había curado de mis heridas causadas en el enfrentamiento en casa de los Black. Pero, había decidido no ir a la mansión directamente, porque no quería preocupar a los niños o alterar otra vez a Aitana.—Fue buena idea marcharse por unos días. Aunque hubiese sido mejor quedarse más tiempo— dice Peeta.—No molestes ahora, Peeta. No pensaba durar una semana lejos. Debo estar pendiente de los niños. Ellos me necesitan— digo molesto.—Señor, si me permite decirle, usted sabe que los niños están bien con su madre, porque aunque ella no los recuerde como sus hijos, los ama. Usted lo que quiere es estar con la señora y eso no es bueno ahora— dice Peeta y yo siento como el enojo me invade.—En el pasado, era por la maldita maldición, después, porque fui un completo idiota y la lastimé y ahora…