Algo me decía que debía ser cuidadosa con el hombre frente a mí, porque parecía no conocerse a sí mismo y mucho menos, lo que quiere decirme, por lo que, aunque quería empujarlo y decirle que recordara nuestra relación, lo que hice fue apartarlo lentamente de mis labios.
Debía ser inteligente y por ello, no podía responder con violencia, lo que con violencia me están dando. Por ello, esperé que él respirara profundo con nuestras frentes unidas y que poco a poco, se relajara.
—No sabes cuanto tiempo he extrañado tus besos, esposa— dice Helmut y es en ese momento que mi mente hace clic.
Entonces es por eso, que actúa así de extraño. Él me ha confundido con su esposa.
Lentamente mis defensas se bajan al sentir lastima por un hombre que extraña tanto a su esposa que la confunde con la niñera. Pero, eso no hace que ol
Narrador omnipresenteHelmut no sabía qué hacer para calmar a la mujer que temblaba frente a él. Era evidente que se había salido de control por la mención de que a ella le gustara Eugene y todo intento de controlarse, se arruinó cuando la escuchó decirle que se marcharía.Había experimentado un golpe demasiado doloroso. Él creía que cuando Aitana había desaparecido, había sido su golpe más grande e incluso, pensó después que saber de sus hijos ya grandes, era un dolor más grande.Pero, ver como temblaba de tal forma que su voz se quebraba, era aún más doloroso. La mujer que le suplicaba que no la matara en la primera noche de bodas, volvió a su mente y aunque en ese momento sintió lástima por matar a una mujer tan joven que tenía afinidad con él, ahora el dolor era inmenso.<
Eugene, quería estar para la mujer que se había convertido en algo más que su salvadora en un momento de desesperación, pero, con su condición, no podía hacer mucho. Por lo que, se quedó incluso después de que se quedó dormida completamente.Los lobos, se formaban alrededor de la casa con la intención de no interrumpir el descanso de Aitana y otros, buscaban a los mellizos. Apenas los mellizos percibieron a los lobos, se asustaron pensando que algo malo había pasado con su madre.—¿Qué pasa? ¿Madre está bien? — Pregunta Ariana.—¿Le duele algo? — Pregunta Albert apenas ve a los dos lobos aparecer con su cuerpo agitado por venir corriendo.—No, joven señores. Hemos venido a buscarlos porque el señor nos pidió que este con su madre— dice el lobo enviado por ellos.—Le hizo algo a mi
La ansiedad, el enojo consigo mismo por cómo había actuado frente a la mujer que quería conquistar, más la mirada de ella de miedo y como se aferraba a un hombre que no era él, por sentir miedo de su esposo, era una combinación letal, como si el más amargo de los venenos, fuera presentado de una forma tan sutil, que solo bebiéndolo se diera cuenta de ello.Pero, así, era bastante tarde de retroceder para evitar un daño que evidentemente ya había causado. Por ello, estaba intentando manejar su frustración, mientras acababa con el enemigo.—¿Por qué debe recordar justamente eso? ¿Ah? ¿No podía recordar cuando yo me abrí a ella y le demostré que la amaba? — pregunta Helmut apuntando al mentón de un hombre lobo del clan enemigo.—¿Disculpe? — pregunta el hombre aturdido.—Nada. No fuis
Dos días despuésNarra AitanaEl desastre que había sentido con el enfrentamiento con Helmut, había desaparecido. Por lo que, me encontraba tranquila, caminando como podía para salir con los niños al jardín a tomar un poco de sol.—Estoy seguro de que te gustará mucho la sorpresa que estoy haciendo para ti, madre— dice Ariana y yo me siento incómoda porque me siga llamando así, cuando solo soy su niñera.—Ariana, pensé que habíamos quedado con que era bueno respirar un poco de aire fresco y por ello, habíamos quedado en comer nuestra merienda en el jardín. — Le recuerdo y ella se asoma en la gran ventana de su casa.Aun no entiendo cómo es que siendo tan pequeños tienen sus propias casas. No recuerdo mucho de mi familia o como era mi vida antes de despertar con la mente en blanco, pero, dudo que mis padres a esa edad
La emoción que sentía era indescriptible. Sentía que estaba tocando el cielo con las manos. Porque, sabía que su cariño era sincero. No les habían pagado para esto y mucho menos, estaban intentando aparentar quererme.Ellos me querían de verdad, así era el amor que un niño brindaba y a mí me lo estaban dando los dos sin merecerlo. Así que, eso me hacía sentir menos sola. No sabía quién era mi familia, pero, ello en estos momentos no importaba, porque no me sentía sola. Ellos impedían que me sintiera así.—Todo es muy hermoso, Ariana. Inmensamente hermoso— digo abrazándola, al no poder contenerme más.—Quería darte algo que fuera hecho por mí, pensé en dibujos, pero, eso ya estoy acostumbrada a hacerlos, por eso, decidí aprender a hacer juguetes. Con el fin de hacer el castillo de nuestr
Narra HelmutApenas me había curado de mis heridas causadas en el enfrentamiento en casa de los Black. Pero, había decidido no ir a la mansión directamente, porque no quería preocupar a los niños o alterar otra vez a Aitana.—Fue buena idea marcharse por unos días. Aunque hubiese sido mejor quedarse más tiempo— dice Peeta.—No molestes ahora, Peeta. No pensaba durar una semana lejos. Debo estar pendiente de los niños. Ellos me necesitan— digo molesto.—Señor, si me permite decirle, usted sabe que los niños están bien con su madre, porque aunque ella no los recuerde como sus hijos, los ama. Usted lo que quiere es estar con la señora y eso no es bueno ahora— dice Peeta y yo siento como el enojo me invade.—En el pasado, era por la maldita maldición, después, porque fui un completo idiota y la lastimé y ahora…
Mi cuerpo dolía, se sentía demasiado mal por las heridas que había sufrido en el enfrentamiento. No sabía que parte de mi cuerpo sangraba más y tampoco, me sentía bien al sentir un sonido molesto en mis oídos debido a mi cercanía con la explosión.Me sentía expuesto al no tener suficiente cabello en un costado de mi cuerpo, pero, aun cuando me sentía mal con todo ello, no podía darme por vencido. Necesitaba encontrar a mi familia y suplicar con mi vida por su perdón.Porque todo esto era mi culpa. El hombre que debía proteger a su familia del peligro, lo traía a casa como si fuera un invitado que anhelaba tener. Porque era eso lo que había hecho al no acabar con todas las amenazas antes de que estas se revelaran.—¡Señor! — gritan mis hombres tosiendo mientras con extintor, entran a la casa que cayó sobre mí.Estab
Levantarme no era sencillo y menos cuando todos intentaban parar el sangrado que había dejado la varilla al entrar en mi cuerpo. Pero, eso no me importaba. No quería ser tratado y mucho menos, cuando no sabía dónde estaban mis hijos y mi mujer—Apártense— digo intentando empujar a mis hombres para levantarme, pero, mi brazo, ese que está cerca de donde fui gravemente herido, no tiene la fuerza que normalmente usa.—Señor… necesita que lo revisemos——Si tanto se preocupan por mí, deberían darme información de mi familia. Solo así sería capaz de quedarme quieto como ustedes desean y recibir ayuda. — Digo molesto y los hombre se miran entre sí y se marchan.—No tenemos mucho tiempo, por eso vamos a movernos rápido. Intente convertirse en lobo a ver si así es menos doloroso todo y la regeneración ocurre m&aac