El ambiente se enfrió con las palabras de Joel y por ello, cuando se fue, los tres se miraron fijamente. Sabían que debían aclarar las cosas con el pequeño que había entendido mal su situación.
—Debo hablar con él, para que no diga cosas que no son— dice Aitana.—Pero, primero dime si te has reconciliado con el señor Baumann— dice Albert cruzándose de brazos, mientras recuerda que no es solamente la vida amorosa de su hermana de lo que tiene que preocuparse. —No estamos haciendo lo que piensas, niño de mente oscura — dice Aitana.—Pensar que mis padres están teniendo sexo, no es tener la mente oscura. Solo me imagino que se han conectado lo suficiente para llegar a ese punto íntimo. Ahora, si no se han reconciliado, ¿Por qué vienen agarrados de las manos? — pregunta Albert y de inmediato, Aitana suelta el agarre qAl día siguienteLos hombres de negocios Helmut y Albert, caminaban de un lado al otro, preocupados porque la hora de la cirugía se acercaba cada vez más. Aitana, había dormido perfectamente esa noche, porque no sabía realmente quien era.Pero, cuando se despertó, supo quién era y por ello, la angustia la invadió. Misma angustia que le había hecho perder la memoria dos veces y sufrir de mareos y dolor de cabeza durante toda la mañana.—Te ves rara, madre — dice Ariana al ver a su madre pálida.—Solo estoy emocionada porque mi princesa va a dejar de sentir dolor— dice Aitana esforzándose por no mostrar dolor delante de su hija.Le dolía su cabeza y quería vomitar, pero, se esforzaba en mantenerse en pie para ver a su hija, mientras suplicaba no perder la memoria ahora que quiera retratar cada mínimo detalle de su hija.&m
La situación no se veía bien para Aitana. Los médicos tuvieron que correr para hacerle estudios profundos, que los hacían hablar por largas horas sobre lo que debían hacer. Además, estaba la cirugía de Ariana, una de la que aún no habían dado reportes.Pero, solo se veía a varios enfermeros correr de un lado al otro por sangre y varias cosas más que solo significaban una cosa; las cosas no están bien allá adentro. Los dos alfas, caminaban de un lado al otro en la sala de espera del quirófano, preocupados por las dos mujeres de su familia.—¿Estás seguro de que está atendiendo a mi madre y hermana un buen doctor? — Pregunta Albert con evidente preocupación.—Sí, estoy seguro. Eugene también estuvo buscando al mejor cirujano. Si hemos tardado tanto es porque queríamos confirmar que estaba todo bien con la pe
Albert miró a los dos hombres que lo observaban ansiosos. Estaban desesperados, esa era la definición de ellos si estaban esperando que una moneda les dijera que debían hacer. Por lo que, respiró profundo y en un movimiento veloz, que nadie notó, cambio el resultado de la moneda para mostrárselo a los dos hombres frente a él.—Debe operarse — murmura Albert y los dos suspiran asintiendo.—Opérela, doctor. Pero, por favor, haga todo lo necesario para que ella se mantenga en el cinco por ciento de los casos que sobreviven a esta cirugía. — Pide Helmut y Eugene asiente.—Me prepararé ahora mismo para la cirugía, pero, aquí no tengo mi equipo. Pensé traerlo después porque la cirugía no se realizaría por ahora, pero, las cosas se han complicado y no sé si pueda trabajar con la misma agilidad, sin conocer el equipo. — Dic
La tensión aumentaba al pasar el tiempo y Albert, ya había dejado claro que no quería hablar con su padre. Por lo que, los dos esperaban a cierta distancia, deseando pronto tener alguna respuesta de la condición de Ariana o Aitana.Pero, Helmut no se daba por vencido, era claro que su hijo buscaba la manera de encontrar cada cosa desastrosa que él había hecho con Aitana y por ello, debía hablar con él, para disminuir el impacto negativo que ya tenía en su hijo.Solo que no sabía cómo, después de todo, sabía que se había equivocado muchas veces con Aitana y sus hijos, como también, sabía que su hijo no era alguien que perdonaba fácilmente. Él también era así, por lo que, no podía quejarse por ello.—Albert…——Tengo muchas cosas en que pensar que son más importantes que hablar con us
Horas despuésAriana continuaba llamando a su madre y por eso, Albert tuvo que hablar de cosas que su madre mencionaba para clamar a Ariana. Una de esas era viajar al parque de diversiones de princesas y todos los vestidos que le compraría para que se viera como una.Todo ello lo dijo, mientras suavemente masajeaba la cabeza de su hermana, eso era lo que hacia su madre para hacerlos dormir a ambos y por ello, pudo respirar profundo después de horas hablando de paseos que no estaba seguro de que se realizarían.Por otra parte, la angustia invadía por completo a Helmut. Ya que, seguía sin saber que era lo que sucedía con la mujer que ama. Sabía que la cirugía tardaría mucho, pero, no tener respuesta de lo que sucedía, lo desesperaba.Por eso, había enviado a buscar al director del hospital para que le diera algún tipo de información relacionada a la mujer que fue
Las horas pasaban y apenas habían superado una crisis, cuando debían enfrentarse a otra, por lo que, el director no se atrevía a salir y darle tan mala noticia a una persona que no podía atreverse a ofender.Por ello, caminaba de un lado al otro, suplicando que pronto tuviera una buena noticia que reportar. Pero, eso bueno aún no sucedía. Suspirando profundo, el director caminaba de un lado al otro, mientras Helmut había agotado toda su calma y por ello, se dirigía hacia donde había desaparecido el director.—Señor, no puede pasar por aquí. Esta es un área restringida— dice uno de los vigilantes del área.—¡Me importa poco si es restringida, mi mujer está allí dentro y nadie ha salido a darme información de ella! ¡Ya no voy a esperar más! ¡Buscaré respuestas ahora mismo! — grita Helmut con tanta f
Sabía que, si ellos no le daban más opciones, era porque solo podía limitarse a estas. Por lo que, respiró profundo y confiando que aún no era el final de su relación con Aitana, salió de la galería.Deseaba quedarse a observar que era lo que pasaba, pero, sabía que no tendría el valor para soportar algún problema, además, no quería presionar tanto a los doctores, al punto que se concentren más en su presencia, que en lo que hacían en el cerebro de Aitana.Por ello, miró a la mujer en la camilla y visualizándola dormida y cerca de él, le susurró:—Mantente con vida, Aitana. Tus hijos te necesitan, yo te necesito—Después de eso, se marchó derrotado hasta la sala de espera donde se desplomó en una silla. Helmut, había durado días enteros enfrentando una guerra y no se había visto
Albert había mostrado porque era tan frio y distante con su padre. Él había visto como su madre se esforzaba con ellos desde que tenía memoria y todos los que habían trabajado con ella, contaba esas historias cuando ellos apenas eran unos bebés.Siempre había tenido el hábito de escuchar conversaciones ajenas y por eso, se hacia el dormido en los brazos de su madre, solo para escuchar a sus excompañeros que iban a visitarla a veces para saber de nosotros.Por eso, sabia todo lo que su madre había sufrido por tenerlos donde estaban y por ello, los dos se habían esforzado en tener becas para que su madre no pensara en el valor de las matrículas e incluso, vendían dulces en las escuelas para pagar lo que necesitaran en la escuela.Fue cuando se enteró Albert del dinero que tenía su madre que comenzó a invertir y estudiar sobre cómo hacer crecer mejor su