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—¡¿Qué dices?! ¿Voy a ser padre? —exclamó Denzel incrédulo. Una sonrisa suave se formó en su rostro. —Sí, pero… Magnolia no quiere que lo sepas. —¡¿Qué?! ¿Por qué no? —Te odia, ¿Qué le hiciste? Denzel bajó la mirada. —Me vio con Elena, otra vez, pero te aseguro que le pedí que me dejara en paz, la amenacé, ella nunca volverá a molestarme. Quiero ser un buen padre para mi hijo, esto lo cambia todo —dijo emocionado—. No esperaba esto, pero es mi hijo, quiero ver a Magnolia. —Está con Eric. Escuchar eso hizo que el hombre tuviera rabia, odiaba a Eric, y sabía que ese hombre no lo merecía, aun así, fue a buscarlos. Magnolia caminaba con Eric por el jardín, lo hacían en silencio, ella estaba tan nerviosa, sin saber cómo debía decirle sobre el bebé, su relación terminaría, ella debía hacerlo, porque no era justo para él, y porque ella no sentía nada por él, aunque fuese un chico apuesto y dulce. —Yo quería decirte… —Yo también… Los dos hablaron casi al mismo tiempo, sus miradas se
—No puedo casarme contigo, Denzel, no, si no me amas, pero criaremos a nuestro bebé, podrás verlo. —¿De qué bebé hablan? —exclamó Marbella Magnolia se puso nerviosa. —Marbella, Magnolia y yo esperamos un bebé, y quiero casarme con ella, quiero formar una familia con ella y mi hijo. Marbella miró a Magnolia, ella tenía ojos llenos de lágrimas. —Madre… Marbella la abrazó. —¡Magnolia! Tendrás un bebé, ¡eso es maravilloso! Tendremos dos alegrías muy pronto. Marbella besó su frente. —No sé cómo lo tomará papá. Denzel se fue, pero decidió volver por la noche. A la hora de la cena, Paula no quiso bajar, se quedó en su alcoba, Niall subió a verla, la chica parecía tan deprimida. —¿Qué pasa, hija? ¿No confías en mí? —Papá, no es eso, solo, no me siento bien, quiero decirte algo, he tomado la decisión de irme. Los ojos de Niall se abrieron enormes. —¿Qué? No, hija, ¿A dónde? —Hay un diplomado en la universidad de Filadelfia, es solo un diplomado de márquetin presencial por tres m
Un mes después. Celestia y Clyde esperaban a que la doctora los llamara para el nuevo ultrasonido, ella los llamó hace quince días, les pidió que volvieran a fin de mes, ya que, ella estaba ocupada. Celestia estaba ansiosa, ya quería ver a su bebé en el monitor. La asistente les pidió que entraran. Se tomaron la mano, fueron hasta ahí. Saludaron a la doctora, y Celestia volvió a la camilla, levantó su blusa, sintió ese gel frío, aun su vientre era plano, pero su mente estaba ansiosa porque su bebé creciera, soñaba con tenerlo entre sus brazos. La doctora, a diferencia de la primera cita, parecía distante, seria. Miraron en el monitor, Celestia y Clyde estaban muy atentos, la doctora no decía nada, pero ellos tomaron sus manos, estaban felices de volver a ver a su bebé, planeaban llamarlo Dylan, si era niño, como el padre de Clyde, y si era niña se llamaría Clarence, tenían muchos planes, como mudarse a una pequeña casa cerca de la mansión Ackerman, para vivir su propia familia,
Elena titubeó asustada, tuvo que ir a su asiento con su esposo, casi en la parte de atrás del lugar. La marcha nupcial resonó. Marbella entró y fue hasta una banca. Denzel enderezó su postura, apenas escuchó la música, su corazón dio un gran brinco, sus manos temblaron, sonrió en cuanto la vio, ella parecía un brillante, un tesoro que ahora relucía como el sol. «Magnolia, mi Magnolia, pensé que solo eras como mi hermana, como la mejor amiga, ¿Quién me diría que en ti podía encontrar mi destino? Ahora serás la madre de mi bebé, y solo pienso en que tenga tus ojos y alegría, tal vez no sé lo que es el amor, pero cuando veo tus ojos, es como me sintiera bendecido, como si supiera que todo está bien, ¿acaso eso es el amor?», pensó Una sonrisa iluminó su rostro. Lugh llevó a su hija al altar, frente a Denzel. —Cuídala, ella es parte de mi corazón, si le haces daño, es como si arrancarás mi alma, y así mismo lo sentirás. Denzel asintió. —Me dedicaré a hacerla feliz. Lugh besó la fr
Magnolia observó a su ahora esposo, la sangre escurría de su hombro, ella gritó asustada, se puso entre él y Tyron. —¡Basta! —¡Magnolia! —gritó Denzel levantándose, intentaba evitar que ese hombre enloquecido fuera capaz de dispararle a ella. Unos hombres llegaron a ellos, detuvieron al hombre y se acercaron a Denzel. No tardó en llegar la policía y una ambulancia, Denzel estaba a punto de desmayarse, había perdido sangre, estaba mareado. Cuando llegaron al hospital, Magnolia corría tras la camilla donde llevaban a Denzel, no pudo entrar al área de urgencias, tuvo que esperar afuera. Estaba sollozando, cuando escuchó la voz de su padre que la llamaba, ella corrió a sus brazos. —¡Padre! —Tranquila, mi amor, Denzel es muy fuerte, va a estar bien. —¡Fue mi culpa, padre! Debí decirle sobre el señor Tyron. —¿Qué fue lo que pasó, hija? —exclamó Lugh —Antes de casarnos, Denzel fue amante de la esposa del señor Tyron, èl descubrió lo que ocurrió, quiso matarlo —dijo perpleja de sus
Tyron reía como un loco, Denzel le miraba furioso, incrédulo. —Dime, ¿la has matado? —¡Nunca lo sabrás! Ese es tu castigo. —¿No has pensado en tu hijo? Èl estará solo por tu odio. Tyron hizo un gesto de dolor. —He pensado en èl, solo en èl, lo único que me duele es que estoy aquí, puedes atribuirte mi infierno, ahora vete. El hombre se levantó, se fue de ahí. Denzel hundió la mirada, estaba destrozado. Cuando Denzel salió de ahí, llegó a esa casa, era la casa que compró para vivir con Magnolia, era tan bonita, pero estaba vacía, sin importar la decoración o muebles, era una casa solitaria. Entró y se sentó en el sofá, había hecho planes, había pensado que su vida iba a cambiar, pero ahora sabía del peso de una mala decisión. Llamaron a la puerta, apenas abrió, Clyde estaba ahí. Lo dejó entrar, sin decir una sola palabra o saludo. Ambos se sentaron en un sillón. Tenían las miradas bajas. —¿Cómo está Noli? —exclamó consciente de que ella no quería saber nada de su presencia.
—¡¿Quién eres tú?! ¿Es esto una m*****a broma? Kate tenía una sonrisa socarrona en sus labios, lo mirò. —Siéntate, querido papito, hablemos. Bryce frunció el ceño, se sentó. —Habla, dime, ¿Quién eres? —Soy tu hija, padre, soy tu única hija. Los ojos de Bryce volvieron a ensancharse, negó. —¡Yo no tengo hijos! No sé quién eres tú, pero te garantizo que no eres nada mío. Kate se quedó perpleja, había esperado por años enfrentarse a eso, esperaba que su padre la amara, como en sus sueños más fervientes. —Soy la hija que tuviste con Lucía Mont. —¡¿Lucía Mont?! ¿Quién es esa zorra…? —exclamó con duda—. ¡Ah, ya! Es la mujerzuela que quería con mi hermanito Niall, ¿acaso ella es tu madre? Se quedó embarazada la idiota y no me lo dijo, de todas formas, no me importa, no tengo hijos, niña, ahora vete, no quiero tener nada que ver contigo. Bryce se levantó, estuvo a punto de irse. —¡Eres mi padre! Bryce se detuvo, la mirò con desprecio. —¿Y qué? ¿Qué esperas que te pida perdón, rec
—Busqué a esa mujer, y también a mi padre Orson Ackerman, ya después nos encargaremos de Kate. Cuando el investigador se fue, Lugh y Niall se sentaron a hablar. —No le daremos nada a Kate, nada sobre la herencia Ackerman, ella no merece nada, nos ha mentido a la cara en múltiples ocasiones, creo que ella nos odia, ella es quien ha estado detrás de todos los ataques que ha sufrido la familia —sentenció Lugh Denzel estaba en la comisaria, peleaba con los policías. —Ya le hemos dicho todo lo que sabemos, los vecinos de Elena Miles dieron su testimonio de ver a la señora salir de casa con sus maletas, por su voluntad, y sin ninguna lesión, por favor, le pedimos que retire. —¡Ustedes están a favor de Tyron Miles solo por ser colegas! Peor, puede haber una mujer en peligro, cuando lo sepa todo, no dudaré en decirlo ante la prensa y denunciarlos. Denzel dio la vuelta, salió de ahí furioso. Decidió visitar la casa de su madre, no quería ir a una casa solitaria, su madre estaba ahí, iba