George.Las cosas no llevaban un buen rumbo, la situación se volvió más complicada y esta vez tenía no solo una sospecha, si no una confirmación de haberlo hecho. Con seis horas detenido, se había hecho la búsqueda de huellas en el arma homicida, sin encontrar nada, lo que atribuyeron a que se limpió para evitar el descubrimiento de estas. Nada me ayudó.Mis amigos tenían la intención de ayudar, pero no sé logró mayor cosa ya que todo apuntaba a que yo era el culpable.Otra vez en una celda, odiaba el hecho de apartarme de Marina más que todo. Víctor la rondaba, si intentó hacerle daño una vez lo haría de nuevo y estando lejos, no podría hacer nada en absoluto.__ Estaré bien. - unió mi frente a la suya, a través de los barrotes. - Me preocupas tú, George. Me asusta que hayan hecho algo más en tu contra. Como sea que llegaron a tu auto, pudieron hacer otra cosa y perjudicarte. __ No me asusta eso. Sé que saldré de aquí, ya sea de la forma correcta o haciendo uso de mis contactos, p
Marina.La opresión en el pecho no me dejaba en paz. Había estado sintiéndolo desde un momento atrás, por ello decidí entrar al baño y poder respirar. Me sostuve del lavabo, dando respiraciones profundas, metiéndome en la cabeza que todo estaba bien, mis bebés debían estarlo. No podría significar que corrían peligro. Me negué a creerlo de esa forma, así que remojé mi cara, amarré mi cabello y me mentalicé en que nada podría ir mal.Aunque la sensación de ser atravesada por una estaca no se fue. __ Marina, al fin estás sola. - giré sobre mis talones para ver, a la defensiva, el hombre que cerró la puerta atrás de mí. __ ¿Que haces aquí, Víctor? - me apresuré a preguntar, presa del temor que verlo de nuevo, causó. - ¿Como hiciste para entrar?__ Marina, linda...__ No me toques. - retrocedí cuando lo intentó una segunda vez. - ¡Craig!__ Guarda silencio. - puso el dedo sobre sus labios. __ No lo haré. Quisiste terminar con mi embarazo, no te acerques. - puse las mano al frente.__ F
Narrador omnisciente.La ventisca fuerte levantó las hojas en casa de los Murcia, nadie supo de quién se trataba porque no fueron avisados de alguna visita, por ello su reacción inmediata fue el hacer espacio a la aeronave que no pretendía quedarse sin aterrizar.La mujer que bajó con paso firme, se abrió paso entre los sirvientes que quisieron saber quién era, más lo único que pidieron ver fue el cabello levantado por el aire, al pasar a su lado siendo custodiada por los tres hombres vestido con traje y cara de no dejar que le pusieran un dedo encima a quien seguían. Entró sin pedir permiso. No iba a esperar a ser anunciada, por ello pasó directamente a las escaleras donde vio aparecer a una señora de edad, acompañada de un sujeto que había visto en el velorio del primo de George. Era por él que estaba ahí, de otra manera jamás iría en búsqueda de la mujer que llevaba en mente. __ ¿Puede alguien decirme que ocurre? - cuestionó Jan con intención de detenerla, pero Max se interpuso
Marina__ ¿Que pasa? ¿porque no responde? - pregunté al hombre con bata al ver que George no se movió ni un poco. - ¿Doctor porqué no...__ Calmese, veremos que sucede en un momento. - pidió en lo que me hizo apartarme de la camilla para tomar sus signos vitales. Abrió los párpados para ver sus reflejos, en lo que impaciente estuve esperando algo que tardó en llegar. - Tenemos que tenerlo en observación. Si ese antídoto llegó a tiempo podremos ver resultados en un par de horas como mucho.__ Pero está bien ¿verdad? - me esperancé. - ¿George se va a reponer?__ No sabemos a ciencia cierta. Tomaré una muestra de sangre, tenemos que descartar todo. - asentí solamente. Las enfermeras se pasearon en el lugar haciendo su trabajo, en lo que se me dijo tenía que salir un momento.Solté el aire retenido. Aún la mano me ardía, pero no medí mi fuerza con nadie para obtener lo que el padre de mis hijos requería. __ ¿Que pasó? ¿Si era ese? - interrogó Aiden con prisa al verme llegar. Gregory esta
Marina. __ Necesito levantarme de aquí. - refunfuñó George con hastío. - Me duele la espalda de estar en esta misma posición todo el tiempo.__ Deja de pelear con la sábana y mejor quédate quieto. - reprendí del mismo modo haciéndolo reír.- ¿Te estás burlando de mí? Su risa se hizo aún más grande. Le di un manotazo que desató la carcajada que inundó la habitación donde nos encontrabamos. __ ¡Hey! - se puso serio. - ¿Este matrimonio será con mucha violencia? porque ya me estoy arrepintiendo de no ser quién firme los papeles. __ No hay divorcio. Los dieciocho meses aún no se cumplen.__ Pero el pago ya se realizó. - siguió, achiqué la mirada. __ Eso es mentira. No he recibido ningún...No te atreverías. __ Hace una excelente mañana ¿no crees? Un sol radiante. - miró hacia la ventana. - Bueno, llovizna muy suave. __ George. __ ¿No tienes hambre? Con los bebés de seguro sí, le llamaré a Max que traiga algo para ustedes. - le arrebaté el teléfono para verlo a los ojos. __ ¿Que hici
George.Cuando creí que podría resolver todo por Marina, para quitarle el peso que no era necesario que tuviera, llegó el momento donde para que su tranquilidad no se viera interrumpida, decidiera ver a su padre. No podía negarle eso, no era mi decisión, por más que me molestara el ver que Bruno podría aprovecharse de ella. Marina no tenía ingenuidad, pero si era bondadosa, lo que la convertía en un blanco fácil para su padre. Pensar en eso me distraía del trabajo. La construcción de la casa para Aiden y su esposa estaba iniciando, por lo que debía asegurarme que no hubiera fallos. Prince, el hermano de Isabella sería quien llevaría la supervisión a su cargo, por ello los siguientes días me aseguré que supiera exactamente las especificaciones que estos habían pedido. Cambiar malos recuerdos por unos nuevos, era su plan. El mío que eso se viera reflejado en la obra que comenzaba apenas. Tuve que abordar el helicóptero que me sacó de ese lugar para ir por Marina a su universidad. T
Narrador omnisciente.La noticia se esparció como pólvora, a todos sus amigos les llegó la noticia esperada. Juliana salió de su trabajo para ir a recoger a su hija e ir a la clínica. Susan no pudo contener la emoción al saber que sus sobrinos venían en camino, subiendo al auto que la esperaba. Aiden por su parte junto con Isabella y Tej salieron en sus autos rumbo a ese lugar donde sabían George debería ir llegando. Nada alejado de la realidad ya que para el arquitecto la distancia recorrida había sido mucha, antes de llegar al sitio donde ya estaban esperando por él Un traje especial lo esperaba. Ya no era un momento de angustia por perder la vida, porque literalmente estaba por comenzar una nueva o un par más que llegarian a su vida como un trébol, el cual traería no solo su felicidad sino la nueva dirección de su existencia. Con sus pies siguiendo un instinto persuasivo recorrió el pasillo que lo llevó hasta la sala donde su esposa ya estaba enojada porque no llegaba rápido com
George.Revisé rápidamente los papeles que pusieron frente a mí, mirando a cada nada el reloj en mi mano. No podía abandonar mi trabajo, pero también estaba deseando poder salir lo más rápido posible. Tenía el tiempo contado, por ello le puse velocidad a todo, firmando los que debía, enviando los correos a Daniel para que se hiciera cargo de la entrega de los planos y que dejara en claro que nadie podía hacerle el minimo cambio. No iba a perder por culpa de alguien inexperto que creía podía hacer las cosas a su gusto. Terminé con la firma del nuevo cliente. Revisando la construcción de la casa de Aiden, la cual estaba por terminar. Le envié los detalles para que fuera a verificar que todo hubiera quedado a su gusto, con todos los detalles que pidió, siendo el último correo que envié para tomar las llaves de mi auto y salir rumbo a la casa. El alboroto en ese sitio me hizo ver como la amiga de Marina y su hermana se esforzaban por tener todo a tiempo. Me hice a un lado cuando pasaron