Después de su frustrado encuentro sexual, Jeremith y Bridget regresaron a la ciudad, ella volvió a su casa y tenía planes de ir a la mansión de los Remington por la tarde a beber el té con Megan que la habían invitado.

Jeremy fue de regreso a la oficina. Durante el viaje en coche conservó por dentro un sentimiento de consternación por lo que había sucedido minutos atrás en la casa con Bridget. No sabía si sentir vergüenza o sentir enojo porque no fue capaz de hacerle el amor a su novia. La experiencia le dejó un sinsabor, no porque se quedó con las ganas en medio del acto, sino por la causa, “Lauren que parecía que se había adueñado de sus pensamientos.”

Jeremy luchaba contra todo lo que sentía e intentaba que todo en su vida volviera a ser como antes del secuestro y de perder su memoria. Ahora qué Bridget había regresado y decidido reanudar la relación, parecía que lo estaba logrando, todo le estaba saliendo como lo deseaba, solo debía esperar que sus nuevos abogados adelantaran el