Farid no respondió ante el ataque de Zaida, por el contrario, se hizo a un lado y dejó que los representantes de cada Emirato se hicieran cargo de ella.—No te verás libre tan fácilmente de mí, Farid —amenazó—. ¡Me has ayudado en muchas cosas, no puedes salir impune de todo esto! ¡No seré la única que pague, tú vendrás conmigo! —gritó.—¡Llévensela! —gritó Jahir, mientras se acercaba a su primo.Farid sabía que Jahir haría pagar a su madre, sobre todo, porque había atentado contra la vida de su tío. Abdel era apreciado por el Emir de Abu Dabi.—Comprenderás que, una vez que hayas involucrado a todos los representantes de cada Emirato, no podrá ocultarse nada. Todo será de dominio público.—Lo sé, Jahir. Lo sé desde el momento que empecé a reunir las pruebas en contra de mi madre. Jamás imaginé que su corazón estuviera tan sucio como para querer matar a mi padre y orquestar otras cosas que han estado ocultas —mencionó.—Sin Hasan, eres el único representante de Dubái y estando
Hasan escuchó atento las palabras de Sienna, hubo momentos en los que ella hizo una larga pausa, como si necesitara valor para continuar. No podía culparla, sabía que su madre era voluntariosa, siempre lo había sabido, pero jamás imaginó que su maldad fuera tan grande. —Hasan.—Debí imaginar que las cosas eran así —dijo él, girándose para no ver a Sienna.—Es difícil, cuando no puedes recordar lo que nos ha hecho durante los últimos meses —expresó Sienna, tratando de hacerlo sentir mejor.—Debí saberlo, debí intuirlo al descubrir que los médicos tratantes de mi padre no estaban haciendo nada por él. ¡No tengo justificación! ¡Debí ser consciente de su maldito juego desde que me presentó a Nayla como mi prometida! —gritó exaltado.Descubrir la clase de mujer que era Zaida fue un golpe bajo, pero lo que realmente le molestó fue no haberse dado cuenta antes de todo el mal que había dejado a su paso. Sus marcas en la espalda, ahora tenía una explicación lógica, era el castigo que Sie
Callie sintió una terrible opresión en el pecho, sus manos temblaron como si fueran hojas mecidas por un bravo viento y un escalofrío recorrió su columna vertebral al tiempo que un nudo se formaba en la boca de su estómago que amenazaba con ahogarla. —¿Callie? —llamó Scarlett a la joven—. ¿Estás bien? —preguntó al ver que ella no respondía, pero que tampoco dejaba de temblar.—No lo sé, tengo una sensación extraña en el pecho y el estómago —susurró al borde del llanto.Callie de repente se sintió profundamente triste y perdida, era una sensación que jamás había experimentado en su vida, ni siquiera en los días más oscuros luego de su regreso de Dubái.—¡Estás pálida y tiemblas como una hoja! —exclamó la joven con preocupación.Callie trató de serenarse, no sabía el motivo por el cual estaba viviendo aquel episodio, quizá eran nervios o talvez la ansiedad por conocer a su bebé.—Deberíamos ir a un médico, puede ser el bebé. Quizá quiera nacer —dijo la chica sin dejar el tono pre
—¡Señor Abdel! —gritó Assim al verlo parpadear.El hombre había pensado que solamente había sido un reflejo cuando lo miró parpadear la primera vez, pero ahora, que Abdel abría los ojos se sintió aliviado. Necesitaba tanto el consejo de un mayor.Abdel, sin embargo, no respondió al llamado de Assim, se sentía aturdido y melancólico.—Señor…Assim presionó el botón que el cuerpo médico había instalado en la habitación de Abdel en caso de cualquier emergencia.Los médicos hicieron acto de presencia con prontitud y Assim no tuvo más remedio que esperar afuera, mientras pensaba en su siguiente movimiento.El ex consejero se paseó por el pasillo, mientras analizaba la posibilidad de que fuese Abdel quien lo ayudara a convencer a Farid de defenderse. No tenía sentido terminar con la maldad de Zaida, si en el proceso uno de ellos fuera a perecer, pero Farid mostraba pocos deseos de vivir. Quizá Callie Costner fuera la solución, pero su entrada al país seguía prohibida, alguien tendría que in
Assim miró a Hasan desde su posición, su labio roto sangró y pronto un ligero hematoma se formó en él.—¿Cómo puedes tener el valor de venir a esta casa cuando sabes que me has traicionado? —preguntó Hasan con la ira barriendo por su cuerpo.Las mujeres observaron en silencio, Sienna estaba en shock, Scarlett no estaba en distintas condiciones y Callie ocultó su vientre bajo la mesa.—¿Cómo fuiste capaz de mentirme, Assim? —preguntó acercándose al hombre—. Te pregunté muchas veces lo que no podía recordar, te dije lo vacío que me sentía, aun así, decidiste no contarme la verdad —reclamó.Assim se puso de pie, mientras Hasan se acercaba más a él.—No tuve muchas opciones, señor Hasan, pero debo reconocer mi error. Fui egoísta con usted y con la señora Sienna. Antepuse mi amor antes que el suyo, pero créame, el precio que estamos pagando es muy alto. El señor Farid ha sido el más perjudicado —comentó.Callie sintió de nuevo ese escalofrío capaz de congelar la sangre caliente de su
«Quizá un hijo sea una razón suficiente para seguir viviendo»«Un hijo»Farid se tensó como la cuerda de un violín al escuchar aquella voz, que pensó jamás volvería a escuchar. Tenía tanto miedo de girarse y darse cuenta de que solo era producto de su imaginación. Sería demasiado bueno para ser cierto, Callie no podía estar allí, ella…—¿No es suficiente para ti, Farid?Callie aferró una mano sobre su vientre y la otra en los hierros de la celda, su corazón latía acelerado dentro de su pecho, mientras miles de emociones la atravesaban. Desde el miedo a equivocarse y que el bebé no le importara a Farid hasta ser echada de nuevo por él.«Una razón para vivir», pensó.Farid solo necesitaba una, una sola razón para seguir viviendo. Una sola esperanza.—Dime que, si volteo a verte, no te esfumarás de nuevo —pidió Farid en un hilo de voz.Callie tragó el nudo formado en su garganta. «¿Qué significaba eso?»—Prométeme que no te moverás de allí, que no desaparecerás como tantas otras veces —s
«¡Farid era inocente!»«Era inocente»«Es inocente»Una esperanza se abrió paso por el corazón de Sienna, ella no había sabido cómo ayudar a Hasan, pues era muy probable que no le dejaran siquiera presentar una declaración ante los miembros de Sharia, pero ahora tenía una declaración que podía hacer la diferencia entre la vida y la muerte.Farid, como todos, merecía una segunda oportunidad.—Tienes que hacer algo por Farid, Halima, tienes que declarar y ayudarlo a salir de prisión —dijo Sienna con prisa, como si temiera que la mujer fuera a marcharse, escapar y no volver jamás.Halima tragó el nudo formado en su garganta, mientras se acomodaba la ropa en su sitio.—El señor Farid me dio una nueva oportunidad de empezar de nuevo. Estoy en deuda con él, solo tiene que decirme lo que tengo que hacer —respondió.Halima había sido pieza clave cuando se descubrió la mentira de Zaida y Nayla, por lo que su declaración podía tener el mismo peso que antes.—Llamaré a Hasan —dijo.Halima salió
«¡Noooooooo!»El grito de Zaida fue escuchado por todos los presentes y por quienes aguardaban a tener noticias sobre la sentencia, en una de las habitaciones privadas.—No pueden liberarlo, él estuvo de acuerdo conmigo —sollozó, pero ya ningún miembro del Consejo le prestó atención y los guardias se acercaron a ella para llevarla de regreso a su celda.—Eres un hombre libre, Farid —dijo Jahir, acercándose a su primo.Hasan miró al hombre, a quién él había acusado de sabotaje antes del accidente…«¿Sabotaje antes del accidente?»Hasan trató de recordar un poco más de lo que había sucedido entre su primo y él, pero sus recuerdos parecieron cerrarse en el momento que les prestó atención.—¡Hasan! ¡No puedes permitir que me hagan esto, hijo! ¡Todo lo hice por ti, solo por ti! —gritó Zaida, mientras era arrastrada lejos de la sala.Hasan se vio en un momento de confusión y antes de que pudiera pensarlo mejor, salió detrás de los guardias y de su madre.—Déjenme a solas con ella —ordenó un