La esposa rebelde del rey alfa.Capítulo 1.Diana.Se suponía que aquel día debería ser el más especial para mí, pues sería la noche en la cual se decidiría mi destino.Mi padre, el alfa de la manada, había organizado una celebración en mi honor, para que pudiera conocer a todos los alfas solteros y así determinar quién sería mi mate.Papá decía que ya era tiempo de que formara mi propia familia, argumentando una sarta de cosas que para mí carecían de interés, yo tenía otros planes, las prioridades de mi manada no eran para nada igual a las mías.No quería unirme a nadie, prefería estar sola y viajar por el mundo para conocer otras culturas, y vivir aventuras como las que podía leer en mis libros favoritos, no es que fuera una soñadora ni nada de eso, pero, tenía la impresión de que la vida era más que solo encontrar un compañero y reproducirse, y todo para preservar el bendito linaje.Miraba mi imagen en el espejo y no me reconocía, era como si se tratara de otra persona, deseaba con
La esposa rebelde del rey alfa.Capítulo 2.Diana.Los alfas y sus familias se desvivían en atenciones para tratar de congraciarse con mi padre, pues eran conscientes de que de esa manera las posibilidades de ser elegido se incrementaban, propuestas de negocios, obsequios costosos y toda una parafernalia tal como se acostumbraba en el círculo social de los licántropos de las grandes ciudades.Descendía por las escaleras de nuestra casa y sentía que con cada paso estaba dejando atrás mí preciada libertad para dar paso a una serie de acontecimientos desafortunados, y si las cosas ya iban mal, lo que estaba a punto de ocurrir terminaría por empeorarlo.—Diana, luces espectacular, nadie podrá quitarte los ojos de encima esta noche —me dijo Ariel con esa sonrisa deslumbrante que tanto me cautivaba.— Agradezco que seas amable conmigo, sobre todo en esta noche tan difícil —contesté tratando de reprimir las lágrimas que amenazaban con salir a borbotones.— No he dicho eso por amabilidad, sin
La esposa rebelde del rey alfa. Capítulo 3.Andrew. La fiesta estaba en su máximo apogeo, un gran número de familias prominentes de nuestro Clan se habían dado cita para solicitar la mano de la hija mayor de Dorian Cooper, uno de los alfas de mayor renombre de nuestro imperio. Los alfas trataban de congraciarse con la familia, buscando la aprobación, y aún cuando la joven en cuestión tenía antecedentes que no eran muy bien vistos en nuestro círculo, eso resultaba poco trascendente al momento de establecer prioridades. Se hablaba mucho sobre el carácter de la chica y su poca empatía a cumplir con sus obligaciones como luna de nuestra prestigiosa sociedad, regida por el deber y las tradiciones, pero como toda hija de familia, no le quedaba más alternativa que cumplir con su deber, le gustara o no, ya que nuestro linaje tenía que preservarse, y para ello era necesario cumplir con el ciclo natural sin importar los sentimientos y los deseos personales de cada licántropo. Teníamos tan sólo
La esposa rebelde del rey alfa.Capítulo 4.Diana.Cuando entramos al salón, todas las miradas estaban puestas sobre nosotros, sin duda la presencia del rey de los licántropos acompañado de la luna prometida daba mucho que pensar.Su proximidad me ponía sumamente nerviosa, ese alfa tenía la capacidad de descontrolarme por completo y hacer que mis sentidos se dispararan con tan solo tenerlo cerca.Desde que percibí su delicioso aroma masculino experimenté el deseo más grande que jamás me hubiera imaginado, y que decir de aquel beso robado, fue la experiencia más abrumadora que hubiese podido pasarme.En cuanto Andrew apareció se convirtió en el centro de atención, y por supuesto yo detestaba de sobremanera tener que verme involucrada en todo aquello con tal de agradar a ese antipático alfa que tan mal me ponía, pero que debía reconocer que me encantaba, aún cuando él jamás lo escucharía de mis labios, sin importar el famoso vínculo que existía entre los dos.–Al menos deberías sonreír
La esposa rebelde del rey alfa.Capítulo 5.Andrew.Si Diana estaba pensando que podía jugar conmigo, estaba muy equivocada, nunca le había permitido a nadie que me manipulara con sus actitudes y por supuesto que no iba a empezar a hacerlo.Al verla en la pista de baile con ese sujeto sentí como la rabia se apoderó de mí, y cuando Érick me dijo que él era el futuro esposo de su hermana, me relajé un poco, aún cuando resultaba evidente que ese imbécil tenía interés por ella.Pero no pensaba permitirle ni a él ni a nadie que me arrebatara lo que por derecho me pertenecía, así lo había decidido el destino y así sería sin importar lo que tuviera que hacer para lograrlo.Desde que vi a mi mate bailando de lo más contenta con Ariel, supe que en parte lo hacía para provocar mis celos, ella pretendía darme una lección por haberla fastidiado cuando ingresamos a la fiesta, pero no pensaba permitírselo así que decidí hacer lo mismo y fui en busca de una chica de las que se encontraban en la fies
La esposa rebelde del rey alfa.Capítulo 6.Diana.Deseaba con toda mi alma que ese día por fin terminara, habían sido muchas emociones para un solo día y estaba cansada, y lo peor es que sabía perfectamente que todavía faltaba lo peor, ya que mi compromiso aún no había sido arreglado, o al menos eso era lo que yo creía.Estaba absorta en mis pensamientos cuando de repente lo vi aparecer frente a mí, tenía ese gesto de arrogancia que tanto me molestaba, caminaba con esa seguridad digna del rango que ocupaba, era tan apuesto que me bastaba verlo para que mis sentidos se pusieran en alerta, y él parecía darse cuenta porque utilizaba su porte y los efectos que ejercía sobre mí para atormentarme.Llegó hasta donde me encontraba y me miró fijamente, parecía molesto, lo supe al ver la expresión de su rostro y la ira que nublaban sus hermosos ojos que me miraban con intensidad.— Espero que hayas solucionado los asuntos pendientes con tu cuñado, porque no vas a volver a verlo —pronunció con
La esposa rebelde del rey alfa. Capítulo 7. Andrew.Sentí una gran alegría cuando ese pusilánime de Ariel negó sus sentimientos hacia Diana, pude ver la decepción en sus ojos, y aún cuando me molestaba porque seguramente lo que estaba sintiendo era una profunda decepción porque él le importaba, también me sentí aliviado porque el cariño que existía entre ellos acabaría en ese momento, y esperaba que así fuera, pues de lo contrario haría que sus vidas fueran realmente miserables. Me despedí de mi mate y de su familia y Eric y yo nos disponíamos a retirarnos, cuando pude ver a mi prometida mirándonos desde la ventana de la que seguramente era su habitación.–Adelantese al castillo, Eric, deja uno de los coches, yo los alcanzaré después.– Indiqué –No creo que esa sea una buena idea, señor, usted no puede quedarse sin seguridad.– Espetó mi beta tratando de convencerme. –Deja de contradecir mis órdenes y haz lo que te digo, soy el rey alfa, recuérdalo, nadie es más fuerte que yo y no nec