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Horas después, Mandy decidió volver con Denver, y su corazón estaba realmente herido. Tomó su maleta, pidió un taxi y fue al aeropuerto. Todo lo que quería era estar cerca de Denver, que era honesto, quería estar cerca de quien no podría hacerle daño. Sin embargo, no podía olvidar a Matt, aun sus palabras, sus caricias estaban grabadas en su mente. *** Cuando Denver despertó, recordó a Abigail, su recuerdo aún era como un fantasma en su habitación. Podía oler su perfume, podía sentirla cerca. Se levantó, hizo ejercicio y desayunó. Pronto debía ir con el abogado, debía tomar por fin su fortuna, la empresa y la mansión. Nada de eso tentaba a Denver, el dinero nunca tuvo efecto sobre su corazón. Escuchó que llamaron a la puerta, pensó en ella. ¿Y si era Abigail? Sin embargo, al abrir la puerta, encontró a Mandy. Ella lanzó las maletas al suelo, se arrojó a sus brazos y sollozó. Esto preocupó al hombre. —Mandy, ¿Qué ha pasado? Ella negó. —Nada, no me hagas caso, solo te extra
Mandy rompió el beso, observó a Denver con incredulidad, no parecía ser el mismo dulce hombre del pasado. Cuando mirò los ojos de Abigail, Mandy encontró dolor. «¿Acaso ella siente algo por Denver? ¡No! Ella dañó a Denver, incluso casi lo destruyó. ¡Ella no es una víctima!», pensó. Mandy alzó la barbilla, con un gesto de severidad. Abigail hundió la mirada. —Sigue limpiando, Abigail —dijo Denver. La mujer asintió, no importaba su humillación, ella no dijo nada. Denver sintió rabia, hubiese querido ver en sus ojos cualquier cosa, rabia, tristeza, lo que sea, menos la indiferencia, eso lo corrompía, lo hacía sentir nada frente a esa mujer que odiaba. Lanzó un golpe fuerte contra la tina de agua, haciendo que esta cayera y se derramara sobre todo el suelo. Denver esbozó una sonrisita burlona. —Limpia, tienes más trabajo, Abigail, no olvides cuál es tu maldito lugar a partir de ahora —el hombre se acercò, tomó su brazo con fuerza, y le susurró, de modo en que Mandy no pudo escu
—¡Felicidades, primito! Me alegra que al fin te vas a casar con una maravillosa mujer decente —exclamó Vania, con un gesto burlón contra su hermana.Los ojos de Denver ignoraron por completo a Vania, solo estaban puestos en esa mujer que yacía de cuclillas, intentando levantar la comida y los vidrios.—Sì, tienes razón, Vania, al fin elegí a la mejor mujer del mundo. No solo es hermosa, también es leal, incapaz de romper mi corazón, es digna. Una mujer que no es la segunda opción de nadie, por eso me casaré con mi amada Mandy —dijo y mirò a Mandy—. ¿Por qué te casarás conmigo? ¿Verdad, Mandy?Mandy alzó la mirada, había estado perdida entre sus pensamientos, mientras se preguntaba si era real que estuviera ahí, frente a ese hombre de aquella noche, pensó que nunca lo vería de nuevo, que sería solo un fantasma de sus recuerdos, pero estaba ahí, de carne y hueso, mirándola de una forma que ella no podía entender.«Es solo un juego, es la promesa que le hice a Denver por su venganza», pe
Mandy empujó al hombre, abofeteó su rostro.Matt tocó su rostro, no le importaba soportar cualquier dolor, había encontrado de nuevo a Mandy, y eso era una esperanza en su corazón. Nunca una mujer fue tan especial, nunca una mujer significó tanto para èl.—¡Mandy! —exclamó Matt.—Déjame en paz, lo que pasó entre nosotros solo fue por una noche, una noche que quiero olvidar, ni siquiera fue tan buena como las que he tenido con Denver, tú no eres nada en comparación a èl.Matt le mirò con dolor, ella supo que lo había lastimado.Él dio la vuelta y salió de casa.Mandy notó la presencia de Abigail detrás de la pared.Fue por ella.Sostuvo su brazo.—¡¿Qué fue lo que viste?! No te atrevas a decirlo —exclamó.Abigail la miraba con rabia.—¿Qué sucede aquí? —exclamó Denver.Mandy sintió miedo, y no supo por qué.«Debo decirle la verdad sobre Matt y yo. No quiero que Denver me odie o piense mal de mí», pensó—¡Ella, tu prometida, se besaba con Matt!Las palabras de Abigail retumbaron en la co
—¡No vuelvas a lastimar a nuestro hijo! —exclamó Flor.Los ojos de Denver la miraron con profundo odio.—¡¿Quién te crees que eres para meterte conmigo?! Estás en esta casa como una arrimada.—¡No te olvides que aún voy a impugnar de nuevo!—¿No te cansas? Ya impugnaste antes y perdiste, mujer, perderás siempre. Ve haciendo tus maletas, para que te largues de mi casa.Denver fue al despacho, Mandy fue detrás de èl.—Denver… Yo… —dijo con voz temblorosa.—Lo sé, Mandy, no te sientas culpable de nada, esa mala mujer pagará por lo que ha hecho.—Denver…—Por favor, no quiero hablar de nada ahora, mejor vamos a descansar, ¿sì? Estoy exhausto.Ella asintió y obedeció.Al día siguiente.En el hospital.Vania estaba con su madre cuando Abigail llegó.Ella fue hacia ellas.—¿Cómo sigue mi padre?La madre de Abigail la mirò con ojos severos, y un segundo después, sintió el golpe de aquella bofetada. Abigail se tocó la mejilla adolorida por tal acto.—¡¿Por qué?!—¡¿Cómo te atreves a querer arru
—¡Vete de aquí, Matt! Lo que pasó entre tú y yo no fue nada para mí.Matt la mirò fijamente, era como si ella hubiese golpeado su corazón, dio la vuelta y se fue.Mandy cerró la puerta, y se quedó un momento ahí.Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, no supo por qué, pero le dolía haber terminado con Matt, así, había una ilusión dentro de ella que se negaba a morir.Matt caminó por el pasillo, bajó la escalera. Su rostro reflejaba cómo se sentía, era un perdedor y le dolía admitirlo.—Hijo, no puedes irte, ¡te lo prohíbo! Esta casa será nuestra, todo volverá a la normalidad.Matt mirò a su madre casi como si fuera una loca.—¿No has entendido aún, madre? Ya todo acabó. Denver ganó, èl es el dueño de todo.Flor acunó su rostro.—Créeme, hijo, ese hombre solo nació para ser un vil perdedor, nunca podrá ganarte, menos a ti.Matt se alejó de ella.—No seré parte de nada de esto —sentenció y se fue.Flor quiso detenerlo, pero fue inútil.***Denver estaba en su oficina. Cuando le ll
Mandy corrió hasta el hospital, estaba muy asustada. Cuando llegó, vio a Flor y a Martín; se hacían los preocupados. Vania estaba con ellos.Matt detuvo a Mandy y ella se desprendió como si él quemara, lo que provocó una mirada confusa en Vania, que se disipó al pensar que, siendo la prometida de Denver, ella odiaba a Matt y a todos.—Tranquila.—¿Dónde está Denver? ¡¿Qué le hicieron?!—¡Fue Abigail, Mandy! Oh, lo siento mucho, mi hermana es una pequeña loca criminal.Los ojos de Mandy se abrieron enormes.—¿Qué dices…? ¡¿Qué hizo?!—Mi hermana envenenó a Denver, quizá harta de todos sus maltratos.—¡¿Qué?! —exclamó Mandy horrorizada.Ella mirò a todas esas personas.—¡Seguro de que ustedes la ayudaron!—Pero ¿qué dices, niña? —exclamó Flor.Mandy se acercò a ella.—¡Usted ganaría mucho si algo malo sucede con Denver, pero, créame, nunca se le cumplirá ese deseo!El doctor apareció. Mandy secó sus lágrimas.—El señor Denver Hank está estable y fuera de peligro, lo trajeron a tiempo,
Una semana después.Denver fue dado de alta en el hospital. Mandy le contó que el juicio de Abigail fue rápido, incluso su familia se negó a contratarle un abogado, o a visitarla.—Ella fue repudiada, eso debe ser duro.—Eso se merece —dijo Denver con ojos oscuros y furiosos.Mandy le mirò confusa.—¿Y si no fue ella?Denver le mirò horrorizado, sin poder entender lo que decía.—¿De qué hablas? ¿No fue lo que me dijiste tú?—Bueno, es que ella estaba contigo el día que ocurrió el envenenamiento. Vania y Flor la acusaron, pero, ella dice que es inocente. Además, dijeron que el café iba a mi nombre. Según el mensajero, lo entregó un repartidor y, aunque han buscado a ese hombre, no aparece por ningún lado.Denver sonrió, extendió la mano para que la chica la tomara.Mandy dudó, pero al final accedió.Se sentó a su lado, y Denver acarició su rostro.—Eres demasiado buena para el mundo, Mandy, debo cuidarte mucho, porque afuera cualquiera podría lastimarte.—Denver, de verdad, ¿no te angus