-¡A mí! ¿a mí me han traído rosas? – preguntó extrañada tomando las rosas que le entregaba su madre y que llevaban una nota dentro.
-¿Quién te las ha mandado? – preguntó su madre tan llena de emoción como Rebeca.-Son de Úrsula – dijo Rebeca sonriendo – se está disculpado conmigo por no poder venir el día de hoy, es debido a su trabajó.-Parece que el universo a conspirado a tu favor, no querías que te viera así ¿no es cierto?- Si y no, es algo muy raro. En verdad quería verla, pero no me siento bien como para atenderla – y sonrió – Creo que es mejor que sea mañana. Quizás me sienta menos agobiada.-¿A qué se dedica tu amiga? - No lo sé, no le he preguntado aún, sólo se que acaba de llegar a esta ciudad.Cuando Rebeca d
- Si, me ha gustado mucho y cuando me pongo a leer no quiero dejar de hacerlo, me atrapa. Si mañana tengo tiempo te lo llevo.- Me encantaría eso. Gracias ¿no tienes miedo de que no te lo regrese?- No, no tengo miedo. Yo se que me lo regresaras, confío en tí – dijo mirándola a los ojos.-¿De qué color son tus ojos? – le preguntó de repente Rebeca mirándo fijamente con curiosidad los ojos de Úrsula que se quedó pensativa y un tanto preocupada ante la pregunta.-¿De qué color los miras tú? – le preguntó tanteando el terreno, la verdad es que ni ella misma sabía de que color eran sus ojos pues nunca se había reflejado en algo, mucho menos mirando en un espejo, le daba miedo saber que vería de si misma, por eso quería escuchar de los labios de Rebeca de que color los miraba ella.-Son muy confusos, p
-La verdad – dijo mirándola a los ojos – es que a penas estoy empezando a juntar libros, como te dije, me la paso ocupada, antes estaba estudiando y el dinero era poco así que no leía mucho. Ahora he buscado leer porque tengo un poco de tiempo libre.-Ya veo. A noche se me olvidó pedirte tu número celular ¿me lo darías?-No tengo por el momento, se me ha perdido y no he comprado uno, pero en cuanto pueda te daré mi número. -Que extraña eres – le dijo sonriendo – ¿te gusta la música?- No he escuchado mucha – dijo tímida, Rebeca la ponía nerviosa cuándo se le quedaba mirándo fijamente y le gustaba esa sensación de por lo menos a sus ojos ser un humano.-Ven – le dijo Rebeca tirándose a la cama y dando palmadas a su lado para que Úrsula le imitara y se tendiera con ella y &
La muerte le pregunto a la vida ¿porque todo el mundo te quiere y a mi no?La vida le respondió "porque yo soy una hermosa mentira y tú una cruel realidad"Bueno esperó que les guste esta novela, la escribí hace algún tiempo, pero la volví a reescribir, porque me pareció que le faltaban muchos detalles, fue una de las primeras que escribí hace ya algunos años cuando comenzaba a hacerlo y desde entonces no deje hacerlo.Así como me gusta escribir, me gusta leer. Mis libros favoritos son: el lado ciego del amor, tu nombre escrito en el agua y el azul es un color cálido, entre algunos otros que no mencionó por qué me llevaría todo el día.Esperó les guste mi trabajo y disfruten de la lectura, de esta novela que yo disfruté de escribir y le dedique mi tiempo para compartirla con ustedes.
Se estaba acercando la navidad y Rebeca había tenido su última quimioterapia esa mañana, a pesar de sentirse cansada y débil estaba animada, Úrsula le había prometido ir a verla esa tarde para ayudar a ella y a Lucía a decorar el arbol, pero para que la tarde llegara aún faltaba mucho, por eso a penas llegar a casa se fue a su cama a descansar, durmió mucho, tanto que su madre tuvo que ir a despertarla para que fuera a comer un poco si es que le apetecía, Rebeca tardó en desperezarse, sentía mucha pereza, solo quería ver a Úrsula y que le diera un abrazo.Poco después de comer le pidió a su hermana que comenzara a sacar todos los chunches alusivos a la fecha para comenzar con los arreglos navideños, una vez fuera, empezaron por limpiarlos para después comenzar a armar todo, estaban haciendo esto cuando alguien tocó a la puerta, Rebeca no lo pensó dos veces en ir abrir, sólo una persona tocaba a la puerta a la misma hora, abrió de inmediato para toparse con aquel rostro inex
El día de noche buena la muerte llegó a las nueve de la noche con una canasta de frutas, sobre todo las favoritas de Rebeca, entre ellas muchas uvas, sin duda la muerte se iba empapando de lo que los vivos hacían, Rebeca se sintió a penada con Úrsula por no poder darle nada en ese momento, ni en las otras ocasiones en que Úrsula le llevaba detalles, Rebeca no tenía dinero justo en ese momento de su vida, sus ahorros se habían ido agotando y no podia gastarse todo en una sola vez, por ese motivo allá de vez en cuando compraba caramelos de cajeta para Úrsula, quién en un principio cuándo se metió el primer dulce a la boca lo sintió raro y pegajoso, pero después le gustó lo dulce a su paladar y extrañamente su cuerpo lo acepto y no lo devolvió como le sucedía con la comida.Si había algo que Rebeca le estaba dando puro y sincero a Úrsula, era su amor, porque Rebeca para ese momento estaba enamorada de aquella mujer que aun no le había dado un beso en los labios, pero que le ll
- Te amo – le dijo Úrsula en un susurro a Rebeca – mucho te amó – la muerte no tenía ni idea de dónde le habían salido esas palabras pero de qué sentía algo grande muy dentro de ella, lo podía sentir, tanto que creía que podía sentir los latidos de un corazón dentro de su pecho, pero era solo el de Rebeca que se aceleró al oír sus palabras.- Entonces ¿por que no me habías besado?-Porque soy mayor que tu y no quería que pensaras que me aprovechaba de ti, yo te quiero bien, no para llenar mis espacios de soledad.-Yo no hubiera pensado eso de ti, jamás lo pensaría de una persona como tú qué siempre tiene algún detalle para mí. Además yo también creo que te amo.Úrsula sintió que explotaría de felicidad al escuchar aquellas palabras, Rebeca miró como la expresión en su rostro cambiaba y aquello le lleno de ternura y sin poder aplazarlo más se abrazo a Úrsula quien le correspondió, le beso la mejilla pero al hacerlo le tiro el gorro que cubría su cabeza c
Sus padres tenían mucha curiosidad por saber exactamente que tipo de relación había entre ellas realmente, se presentaron como amigas en un principio, pero una mujer que le manda rosas rojas a otra mujer como si fuesen enamorados era muy raro, siempre tenía un detalle en sus manos para Rebeca o en ocasiones para todos, Úrsula era más bien parecido a un enamorado y pretendiente de su hija, pero no le preguntaron nada y la dejaron estar tranquila sin acosarle con preguntas, esperarían a ver que ocurría más adelanté entre ellas.Úrsula entró a la librería el 30 de diciembre con una rosa roja detrás de su espalda. Durante esos días de ausencia trato de alejarse de Rebeca, por el bien de ambas pero sobre todo del de Rebeca, pero le fue imposible hacerlo, no verla era tan doloroso, en el fondo sabía que estaba mal relacionarse con ella, porque ella era una mujer humana de carne y hueso, mientras que Úrsula era una mentira, ella era el ángel de la muerte con disfraz de ser humano
-Si tu te sientes cómoda con esa gorra, lo respeto, pero yo te amo como sea, así como estas me encantas – Rebeca sonrió – te hubieras puesto un gorro, es más cálido – y de la nada Úrsula apareció un gorro en tono marrón y se lo puso – No quiero que te vayas a enfermar de gripe.-¿De dónde lo sacaste? – preguntó asombrada.-Soy mago, una bruja, deberías tener cuidado de mí, podría desaparecerte – y le comenzó a hacer cosquillas, Rebeca no se dejó y también se defendió y las devolvió.A pesar del juego la muerte percibió que la llovizna comenzaría a caer pronto, el cielo comenzaba a tornarse más oscuro.-Vámonos de aquí – dijo Úrsula poniéndose de pie y luego tomando las manos de Rebeca para ayudarla a levantarse – te invito a algo caliente.Rebeca no se opuso y caminaron tomadas de la mano hacia el lugar que les quedaba más cerca y a penas entrar al lugar la llovizna comenzó a caer.- Supongo que mañana tampoco irás con tu familia – Úrsula le sonrió y tomo sus