Estar solo no tiene nada que ver con cuantas personas hay alrededor (Revolutionary Road, Richard Yates)Lo primero que casi la hizo retroceder fue la familiaridad y la inmensidad del cuarto.Apenas cerró la puerta el aroma profundo e intenso de Alexei la inundó de pies a cabeza, marcando cada centímetro de esa extensión como su territorio o como de su propiedad.Olía a cuero y a perfume costoso.¿Por qué no conocía este lugar? Ya había recibido relativamente una guía completa de la mansión y sus rincones o eso había pensado cuando los gemelos la habían acompañado.Qué ingenua.Menos mal que aún no olía la sangre en el aire, significa que no está tan mal como dijeron ¿Verdad?Escuchó unas cuantas palabras amortiguadas de Maverick detrás de la puerta y reparó en la sombra de los pasos de los hombres que se retiraron, por debajo del umbral. Había visto a muchos de ellos heridos, llegó a la conclusión de que los hombres del ruso eran ciertamente devotos y fieles a él para incluso ocultar
Sea un hombre o sea más que un hombre. Sea firme con su propósito y firme como una piedra (Frankestein, Mary Shelley)Adara trata de que la pregunta sea jocosa y que saque un poco de tensión a la situación mientras se inclina un poco más para poder ver mejor la herida. Obviamente no resultó ya que Alexei no dice nada pero, la pelinegra lo toma como una aceptación silenciosa.Grande fue su sorpresa cuando el ruso se medio giró hacia ella acercándose más de lo que Adara se hubiera atrevido, dándole una vista muy buena del hombro/brazo lastimado.La mujer parpadea por unos segundos para recobrar el sentido mientras dirige su atención al área lesionada.Frunce el ceño.El mafioso ya se hizo un torniquete improvisado con alguna tela, la sangre ya se estaba coagulando alrededor y a pesar de tener la cabeza embotada de adrenalina pudo saber qué hacer exactamente para salvarse.Que astuto e inteligente.Lo único malo de los torniquetes es que se deben controlar muy de cerca, aflojarlo cada d
Adara no tuvo tiempo de tener segundos pensamientos cuando fue arrastrada precipitadamente a unos brazos fornidos y cálidos, apenas recobró el aliento cuando fue empujada sin cuidado a la orilla de la cama con sábanas de seda color bordó. Sintió su espalda chocar contra la suavidad de las sábanas de máxima calidad a la que se acostumbró desde que puso un pie en el umbral de la puerta principal de la familia Romanov.Sus labios fueron tomados agresivamente por el mafioso. Ahí estaba, la agresividad que Adara había estado esperando desde que entró en el dormitorio infestado con su aroma.No le dio oportunidad de decir nada cuando el ruso aprovechó su jadeo en busca de oxígeno para dominar su boca con su lengua, la fuerza en esos besos marcaba quien tenía el control ahí. Le mostraba a la paraguaya que no tendría ni la más mínima oportunidad en contra del pseudoDuque si buscaba marcar el ritmo.El agarre en su cintura era casi doloroso y estaba completamente segura de que dejaría marcas
Era posible que el hombre se encontrara en un estado poco consciente y eso influyera en dar tan sincera declaración. Aún si no era Alexei en su totalidad, era más bien una parte reprimida de sí mismo, su parte más animal y primitiva por así decirlo. Así es como veía su psiquis inconsciente a Adara.La paraguaya sintió su respiración temblar y fluctuar cuando Alexei mordió para después lamer la carne sensible detrás de su oreja. Esa partecita que le envió escalofríos hasta en la punta de los dedos de su pie.—¡Ah!—se quejó con sorpresa cuando sintió un dedo entrar en su estrecho interior sin consideración mientras el mafioso seguía mordiendo y besando sus hombros y espalda con puro deleite carnal.Al poco tiempo agregó un dedo travieso más.Los dedos gruesos, largos y calientes del ruso no tuvieron ninguna piedad con ella, se movieron expertamente dentro de su estrechez. Adara no tuvo más remedio que morder sus labios fuertemente para encerrar los
El hombre débil se vuelve fuerte cuando no tiene nada, porque sólo entonces puede sentir la locura de la desesperación (La compañía blanca, Arthur Conan Doyle)Pasó más tiempo desmayada por la extenuación y la falta de cansancio por parte de su esposo que lo único y último que recuerda es su cerebro apagarse en el último round.(...)Miró el cuchillo empapado de un líquido rojo, espeso, oscuro y con un olor increíblemente fuerte.El suelo se llenó del mismo líquido asqueroso, haciendo que sus costosos zapatos se ensuciaran por segunda vez.Tomó una calada bien profunda del cigarrillo cubano y exhaló frente a sí mismo. Disfrutando del espectáculo que sus hombres le estaban regalando.Ya faltaba poco para que su nariz se volviera insoportable por la picazón a causa del aroma del cigarrillo y la sangre mezclada, juntos. El ambiente cerrado tampoco ayudaba en lo más mínimo.También tendría dolor de cabeza si no salía rápido del lugar.Golpes brutales se acertaron una y otra vez contra el
Si buscas la perfección nunca estarás contento (Anna Karenina, Leo Tolstoy)Se despertó cuando el sol estaba muy alto en el cielo, después de retorcerse unas cuántas veces por la pesadez de dormir con alguien más en una sola cama y ni siquiera recuerda haber dado vueltas en la cama como acostumbraba hacer.Sus extremidades doloridas y el dolor punzante en su entrepierna fueron las causantes del despliegue de sus ojos.¿Qué hora sería? ¿Por qué le duele tanto el cuerpo?Las imágenes de la noche anterior caen como cascadas frente a sus ojos. La realización de lo que ocurrió al fin llega a su cabeza.Maldición, la agotó tanto como para que ni siquiera recuerde de buenas a primeras la noche anterior.Se mueve para patear la sábana que le está molestando cuando se siente mojada abajo. ¿Qué? Se observa y sube las cejas con incredulidad. ¿Alexei la limpió? No hay rastros de ningún fluido y está muy segura que en la crisis de ayer, que el preservativo sería lo último en la lista de prioridad
Mientras el corazón late, mientras el cuerpo y alma siguen juntos, no puedo admitir que cualquier criatura dotada de voluntad tiene necesidad de perder la esperanza en la vida (Viaje al centro de la tierra, Julio Verne)Se truena el cuello de un lado a otro, sacándose una décima parte de la tensión muscular en los hombros. Adara está sentada con un bolígrafo detrás de la oreja y el otro en la mano derecha, sentada ya por varias horas en la mesa repleta de papeles de distintos índoles.Sus sirvientas la han levantado temprano ese día, diciéndole que había mucho trabajo que debía hacer como esposa oficial del líder de la mafia. Una corta hora después, ya estaba sentada en la mesa leyendo documentos amablemente traducidos al español para que ella entienda.Aunque está mucho más avanzada con el ruso, ya puede leer pequeñas frases sencillas y pronunciarlas, aún no es suficiente. Más, necesita más esfuerzo.Ser esposa de la mafia no es solo eso, no es solo existir, ser bonita y representar
No puedo morir aún doctor. Todavía no. Tengo cosas que hacer. Después de todo, tendré una vida entera en la que morir (El Juego del Ángel, Carlos Ruiz Zafón)—Te quería preguntar sobre eso—señala hacia su cuerpo con la barbilla cuadrada y fuerte. Adara se hace la tonta y ladea la cabeza con una pregunta silenciosa.—Sé más específico. ¿Qué es "eso"?—Ejem—carrraspea—. Sobre tus heridas…esos moretones que tienes en tu…La paraguaya sube una mano frente a ella, callando a Alexei de inmediato.—No te molestes. No pasa nada y no me siento cómoda hablando de algo así.—Soy tu esposo, tengo derecho de saber sobre tu cuerpo.Adara suelta una carcajada sarcástica.—¿Ahora te pones en el papel de esposo?—toma su copa—. Somos marido y mujer solo en documentos. No lo olvides, Romanov.Para consternación de la pelinegra, Alexei sonrió como el gato en el país de las maravillas.—No sé de dónde sacaste esta personalidad nueva pero, debes saber que lo único que haces es encenderme como una moto—Ada