¡Qué maravilloso es que nadie necesite esperar ni un solo momento antes de comenzar a mejorar el mundo! (El Diario de Ana Frank, Ana Frank)

Alexei la elevó con elegancia y le dio la vuelta unas cuantas veces más antes de que ambos se inclinaran con distinción.

Con un paso sereno y confiado, sosteniendo la mano de la pelinegra, salió de la pista de baile, poniéndose el traje que Maverick le dio en el camino.

El mafioso apuró el paso y sin hacer caso a ninguna de las personas que se acercaban para seguir hablando con el líder de la Bratva casi salen trotando del gran salón. La arrastró hacia la salida sin decir una palabra, apretando fuertemente su mano en el lugar de la muñeca.

Hizo una mueca por la presión—. Espera un segundo, Alexei yo…

—Ahora no, маленькая мышь.

Ya lo decidió, debía decirle lo que ese hombre le dijo, no sonaba mucho a broma y si era sincera le llenaba de un miedo inmenso aunque ella era una de las más poderosas ahora mismo.

El anillo en su dedo era simplemente una c