Luca comenzó a caminar hacia la habitación de Nina, sin ser consciente de su estado actual, solo caminaba con un solo pensamiento que tenía en la cabeza.
Cuando llegó a su destino abrió la puerta sin tocar, entró sin ningún contratiempo.
En el momento que llegó hacia donde se encontraba, se lanzó prácticamente sobre ella, arrinconándola entre la cama y su cuerpo para que no pudiera moverse por más que quisiera hacerlo. Esa omega sería suya esta noche.
Nina se sentía tan sofocante y más aún debido al peso que tenía sobre su cuerpo.
— Luca, ¿Qué estás haciendo? —se sentía sofocante.
— Estoy haciendo lo que debí de hacer desde hace mucho tiempo —susurró, acercándose más allá de sus labios.
— Ya quítate por favor. No me gusta esto —pidió nerviosa —. Además, estás caliente —comenzó a decir, pero sus palabras se quedaron en el aire.
— Y quiero hacerte mía —omitió sus palabras —. Concédeme esta noche —murmuró, aun encima de sus l
Nina despertó por sentir un peso en su pecho, bajó un poco la mirada y se encontró con la cabellera rizada de Luca.Aún tenía sus brazos en su cuerpo abrazándola posesivamente, mientras que ella tenía sus brazos en los hombros de él.Suspiró con gran nostalgia antes de pasar sus dedos, por el cuero cabelludo de este, hasta la puntas rizadas. No podía creer lo que hizo con su primo, todo era una locura total, se salió de sus manos.No se atrevió a negar que desde hace más de tres años o mejor dicho desde que vio a su primo entrar por la puerta, sintió algo moverse dentro de ella. Algo que jamás había sentido con nadie.Era el primero en todo: su primer amor, su primer beso y su primera vez. La noche anterior la disfrutó más de lo que debería.Mandó todo al diablo, su cuerpo habló por
Días más tarde, llegaron al sitio que tanto Nina deseaba conocer debido a que sólo los omegas dominaban esa pequeña parte del mundo. Quiso darse el lujo de seguir explorando más el lugar, pero los besos que le daba su fabuloso primo no le permitieron pensar con claridad. Ese país sólo estaba lleno de omegas, los alfas no se podían ver por ningún lado y a decir verdad ya le estaba gustando mucho ese sitio.— Espero que este país tenga buenas universidades para poder terminar de estudiar mi último año —dijo Nina, cuando entraron a la enorme casa de Luca —, ¿Crees que sea posible terminar mis estudios?— Sí, ya hice todos los trámites para que puedas iniciar en una semana si lo deseas —dejó las maletas en la entrada —. Le pedí a tus padres los documentos necesarios para que no se te complique el que te convaliden las asignaturas… — Nina lo abrazó, de imprevisto —. No me esperaba esto.— Estoy muy feliz de que te tomaras el tiempo de hacer esto po
— Es un amigo que conocí en el parque que está a unas calles de aquí —puso sus manos detrás de su espalda —. No veo nada de malo en conocer a más personas, ¿Eso es un problema?— No, solamente no te confíes mucho de las personas de por aquí si eres nueva —se pasó una mano por el cabello —. Quise venir temprano para llevarte a comer algo, pero por lo visto ya tienes todo arreglado —volvíó a tomar las llaves —. Regresaré a trabajar, cuídate y no hagas nada estupido a menos que sepas lo que estás haciendo.— Luca —lo llamó, pero este cerró la puerta.La relación entre ambos se mantuvo fría, el omega le dio su espacio en todo lo que le pedía. No se metió con ella y mucho menos se colocaba en su habitación para obligarla a tener sexo como las veces anteriores. Por su parte, el omega le compró sin decirle una sola palabra todo lo que ella deseaba para que pudiese estudiar sin ningún problema. Su trabajo estaba acabando con su tiempo que ni siquiera
Nina estaba haciendo las tareas cuando escuchó el auto de Luca entrar a la cochera. Estaba esperándolo por si tenía que hacer de comer, debido a que no había nadie en la casa y este no le dejó ningún tipo de instrucciones para que ella pudiese hacerle algo. Su respuesta llegó en el momento que este entró con unas bolsas de comida china. Se puso de pie para recibirlo y tratar de hacer las cosas bien entre ambos, pero recordó que tenía que mantener distancia entre ambos. Debido a que, se había planteado el conocer a más personas y que esté hiciera lo mismo. —Traje la comida —. Levantó las bolsas —, ¿Qué tal te fue?—Todo bien hasta el momento —agarró las bolsas —. Si deseas, puedes ir y quitarte la ropa o darte un baño en lo que sirvo esto. — De acuerdo —quitó el nudo de la corbata —. Espero que no te importe mucho el que haya llegado a esta hora, estaba haciendo algo de trabajo extra. —No, es tu trabajo y lo entiendo —se dio la vuelta
El bar que estaba en la universidad era muy grande y espacioso para todos, los estudiantes estaban al tanto de que no podían beber de más porque estaban en días escolares, pero eso no quitaba que podía divertirse todo lo que quisieran.Se acostumbró a tratar con borrachos, en su trabajo anterior le pedían muchas bebidas alcohólicas, y sabía cómo se preparaban algunas, ya eso era lo de menos.Dejó salir un largo suspiro cuando su trasero tocó la silla, los chicos pidieron unas cervezas y ella pidió una también, mientras más lejos esté su mente, sería mucho mejor. El simple hecho de estar siempre con Luca en la casa, ya le estaba dando serios dolores de cabeza, lo quería tanto, pero era muy doloroso para ambos el mantener una conversación sana. — ¿En qué estás pensando? —preguntó Gabriel, pasándole la cerveza —. Estás de esa manera desde la mañana y no es muy bonito el verte así de pensativa. — Son cosas que tengo en la mente en este moment
Se sentó en la silla, mirándolo con sus ojitos de cachorro a medio morir, comenzaba a sentir miedo y no entendía las razones del porqué. No dijo nada de lo que dijo el día anterior, sólo unas cuentas cosas y nada más, eso fue todo. Si eso fue lo que dijo… mentira, algo malo debió de hacer el día anterior como para que Luca quisiera hablar con ella después de lo que pasó anoche, sólo faltó que se dijeran hasta del mal que se iban a morir.— ¿De qué quieres hablar conmigo? ¿Hice algo que te disgustó?— ¿Acaso no crees que ya has hecho muchas cosas en los pocos días que tienes conmigo aquí? — Dejó el periódico en la mesa —, ¿No te cansa
— ¿Qué mierda es lo que me estás diciendo ahora? — Apretó el teléfono en su oído —. No puedes simplemente venir como siempre a buscarme una esposa, ¿En qué cabeza cabe eso?— Han pasado años desde que tuviste una relación seria, ¿Por qué no buscas a una esposa ahora? ¿Quieres que te presente a alguien? Tengo varias candidatas que desean estar contigo.— Te dije que no quiero a nadie para casarme.— Y yo te dije que deseo tener nietos, ¿Es qué no llevas las cuentas?— ¿Qué? Nina quitó los botones de la camisa de Luca, tocando su pecho y sintiendo la dureza de este bajo sus manos. En cambio, las manos del omega fueron directamente hacia su blusa, levantandola lo suficiente para quitar su sostén.— Espera un momento —despegó sus labios —. Estamos en la vía pública y estoy seguro de que no vas a querer estar encima de mí si alguno de tus compañeros te ve…— Busca algún sitio poco transitado, porque este auto es de vidrios polarizados —dejó besos en su mandíbula y cuello —. Recuerda, no sé cuando vuelva a tener la iniciativa y a olvidarme que somos familia.— Entiendo &mdCapítulo 13