El bar que estaba en la universidad era muy grande y espacioso para todos, los estudiantes estaban al tanto de que no podían beber de más porque estaban en días escolares, pero eso no quitaba que podía divertirse todo lo que quisieran.
Se acostumbró a tratar con borrachos, en su trabajo anterior le pedían muchas bebidas alcohólicas, y sabía cómo se preparaban algunas, ya eso era lo de menos.
Dejó salir un largo suspiro cuando su trasero tocó la silla, los chicos pidieron unas cervezas y ella pidió una también, mientras más lejos esté su mente, sería mucho mejor. El simple hecho de estar siempre con Luca en la casa, ya le estaba dando serios dolores de cabeza, lo quería tanto, pero era muy doloroso para ambos el mantener una conversación sana.
— ¿En qué estás pensando? —preguntó Gabriel, pasándole la cerveza —. Estás de esa manera desde la mañana y no es muy bonito el verte así de pensativa.
— Son cosas que tengo en la mente en este moment
Se sentó en la silla, mirándolo con sus ojitos de cachorro a medio morir, comenzaba a sentir miedo y no entendía las razones del porqué. No dijo nada de lo que dijo el día anterior, sólo unas cuentas cosas y nada más, eso fue todo. Si eso fue lo que dijo… mentira, algo malo debió de hacer el día anterior como para que Luca quisiera hablar con ella después de lo que pasó anoche, sólo faltó que se dijeran hasta del mal que se iban a morir.— ¿De qué quieres hablar conmigo? ¿Hice algo que te disgustó?— ¿Acaso no crees que ya has hecho muchas cosas en los pocos días que tienes conmigo aquí? — Dejó el periódico en la mesa —, ¿No te cansa
— ¿Qué mierda es lo que me estás diciendo ahora? — Apretó el teléfono en su oído —. No puedes simplemente venir como siempre a buscarme una esposa, ¿En qué cabeza cabe eso?— Han pasado años desde que tuviste una relación seria, ¿Por qué no buscas a una esposa ahora? ¿Quieres que te presente a alguien? Tengo varias candidatas que desean estar contigo.— Te dije que no quiero a nadie para casarme.— Y yo te dije que deseo tener nietos, ¿Es qué no llevas las cuentas?— ¿Qué? Nina quitó los botones de la camisa de Luca, tocando su pecho y sintiendo la dureza de este bajo sus manos. En cambio, las manos del omega fueron directamente hacia su blusa, levantandola lo suficiente para quitar su sostén.— Espera un momento —despegó sus labios —. Estamos en la vía pública y estoy seguro de que no vas a querer estar encima de mí si alguno de tus compañeros te ve…— Busca algún sitio poco transitado, porque este auto es de vidrios polarizados —dejó besos en su mandíbula y cuello —. Recuerda, no sé cuando vuelva a tener la iniciativa y a olvidarme que somos familia.— Entiendo &mdCapítulo 13
Luca tenía su brazo acalambrado desde hace unos minutos, pero no le importó en lo más mínimo que este pudiese dolerle más tarde. El verla dormir a su lado valía la pena, aunque después ella le dijera que todo tenía que ser como antes. Ella tenía nuevos amigos cada día y él encerrado en un baño usando su mano para satisfacerse a sí mismo.Quitó los mechones de su cabello de su rostro, logrando que esta se girara por completo y lo abrazara de manera inconsciente. Se quedó un momento en shock, sin saber que hacer porque podría hacer que ella despertara y comenzara una discusión por lo cerca que estaban el uno del otro… y que también había pasado la noche con él en la misma habitación. Era mejor irse antes de que las cosas se tornaran feas entre
— ¿Por qué tienes esa cara, Nina? —preguntó Ralph, dejando un late frente a ella —. Parece como si desearas matar a alguien.— No, es que ahora recibí un mensaje que me sacó del mundo por un momento —espantó las palabras —. No creo poder estar mucho tiempo con ustedes aquí. Debo de regresar lo antes posible hacia dónde debe de estar mi tutor esperándome.— ¿Por qué no esperas a que llame cuando llegue? —preguntó Gabriel, moviendo a su hermana a un lado —, ¿Por qué esto huele a alcohol?— ¿Por qué te drogas? —preguntó su hermana de vuelta —. No sé de dónde
Semanas más tarde, Nina había ido a la empresa de Luca a entregar la carta para la pasantía. Estaba exhausta de todo, había tenido parciales y cada uno de ellos fue peor que el otro.El día anterior, escuchó como estaba discutiendo con alguien por teléfono, parecía ser su madre y por cómo estaba la charla entre ellos, parecían no llevarse muy bien. Al parecer, ella no era la única estúpida en tener unos padres tan descuidados que sólo tenían ojos para que sus hijos estuvieran detrás de ellos en dado caso de que algo les saliera mal.Descubrió que el omega desgraciado se llamaba Lance, también que siempre estaba detrás de las chicas nuevas o de intercambio para llevarlas a la cama y perjudicarlas al
Tenía su dedo pulgar entre sus dientes, mirando con ojos asustados ese hermoso vestido que reposaba en su cama. Luca había ido por ella a la universidad, y de paso le entregó una caja con ese hermoso vestido negro que lo único que hacía era reírse en su cara porque de seguro no podría usarlo por el escote que tenía. Por lo menos, la espalda estaba cubierta y no se verían sus cicatrices… tenía buenos gustos como para comprarle algo así de hermoso.Deseaba usarlo, pero temía romperlo antes de ponérselo. Había decido usar su cabello suelto, por lo que sí tenía alguna cicatriz en sus hombros, nadie la vería… sí, eso sería lo mejor y en dado caso de que no quisiera tenerlo suelto, se haría una coleta.
— ¿De dónde se conocen ustedes dos? —preguntó Luca, metiéndose en la conversación.— Vamos juntos a la misma universidad — se sintió incómoda —. No tenía idea de que eran hermanos o que tenían algún parentesco — mintió. Obvio que sabía que esos dos eran hermanos.— Pues como ves, somos hermanos de sangre — agarró una silla de la que estaban cerca en otra mesa —, ¿Puedes creer que estaremos juntos en la misma empresa?— ¿Qué?— Sí, en la misma empresa de mi hermano mayor —ladeó la cabeza —. Me