Tenía su dedo pulgar entre sus dientes, mirando con ojos asustados ese hermoso vestido que reposaba en su cama. Luca había ido por ella a la universidad, y de paso le entregó una caja con ese hermoso vestido negro que lo único que hacía era reírse en su cara porque de seguro no podría usarlo por el escote que tenía. Por lo menos, la espalda estaba cubierta y no se verían sus cicatrices… tenía buenos gustos como para comprarle algo así de hermoso.
Deseaba usarlo, pero temía romperlo antes de ponérselo. Había decido usar su cabello suelto, por lo que sí tenía alguna cicatriz en sus hombros, nadie la vería… sí, eso sería lo mejor y en dado caso de que no quisiera tenerlo suelto, se haría una coleta.
— ¿De dónde se conocen ustedes dos? —preguntó Luca, metiéndose en la conversación.— Vamos juntos a la misma universidad — se sintió incómoda —. No tenía idea de que eran hermanos o que tenían algún parentesco — mintió. Obvio que sabía que esos dos eran hermanos.— Pues como ves, somos hermanos de sangre — agarró una silla de la que estaban cerca en otra mesa —, ¿Puedes creer que estaremos juntos en la misma empresa?— ¿Qué?— Sí, en la misma empresa de mi hermano mayor —ladeó la cabeza —. Me
No quería hacerla pasar por una vergüenza que nunca podría olvidar en toda su vida, pero estaba muy empeñada en estar cerca de él a tal grado que era asfixiante. Alejó la mano de esta de su brazo, manteniendo una distancia prudente entre ambos.— Es mejor que vuelvas a tu mesa, porque no estoy disponible — fue lo primero que dijo —. Ya nuestras negociaciones están terminadas, al igual que nuestros encuentros sexuales, por si no lo sabías.— Nunca di por terminada nuestra relación la última vez que nos vimos, ¿Fué hace cinco años?— Según yo, son diez — respondió, deseando que la alfa se fuera lejos —. Te pido de favor, n
— Deseo hacer algo por ti — se puso de pie —. Cada vez que tenemos sexo, siempre haces muchas cosas para que me sienta bien y… deseo que tú también te sientas bien — puso sus manos en su pecho —. Como dijiste que deseabas follarme con el vestido — le recordó —. También deseo que me folles con el traje, así que lo que te hayas quitado, póntelo todo de nuevo.— No tenía idea de que fueras tan decidida — hizo lo que le pidió, sin rechinar —, ¿Qué es lo que vas hacerme?— Siéntate, eres demasiado alto para mí.— No tienes que hacer este tipo de cosas — pasó saliva, al verla quitarle el botón del pan
Luca besó la frente de Nina, antes de salir de la habitación. Su madre había insistido durante una hora en que tenía que bajar para una reunión, justamente cuando al fin podía dormir durante horas. Según ella, estaban todos sus hermanos en el recibidor a la espera de que Lance y él bajaran. Esperaba que la loca de Rebeca no estuviera presente, porque de seguro que la mataría si se acercaba.Casi logra que Nina se enojara con él. Aunque, después de lo que pasó en la fiesta, pudieron acercarse un poco más… mentira, se acercaron mucho, tanto que habían iniciado una relación formal.— Hola, hermanito —.ñ Lance entró al elevador, cuando llegó a su piso —. ¿Por qué no baja nuestra prima?— Porque no tiene que bajar a esta reunión familiar — respondió, de vuelta —. ¿A&
Meses más tarde. Nina se encontraba sentada en la sala con todos sus libros abiertos sobre la mesa y su computadora. Estaba en sus exámenes finales, por lo que tenía que esforzarse el doble para terminar todo con buenas notas e iniciar sus pasantías el próximo mes, si era posible. Las cosas estaban muy bien entre Luca y ella, su relación se mantenía en secreto por mutuo acuerdo, en el cual se pusieron de acuerdo después de una corta conversación. Ella no deseaba decirle a nadie que estaba acostándose con su primo o que mantenía una relación con la persona con la que vivía. En la universidad, las cosas estaban bien, sólo que Gabriel se alejó de ella más de lo que desearía, ya no la esperaba fuera de sus clases, tampoco le decía cosas bonitas como antes. En ese momento, se mostraba frío y sin emoción alguna.Cada vez que quería acercarse a él para preguntarle qué le ocurría, salía huyendo. Todo eso sucedió después de la fiesta que organizó la mamá de
— ¿Por qué me estás haciendo esto? — Lo empujó —, ¿Qué ganas con esto?— Solamente el hecho de ver a mi hermano caer por ti, es más que suficiente para mí —. Agarró sus manos —. Lamento decirte que es lamentable que los rumores que corren por los pasillos de esta facultad sean ciertos.— Es mentira —. Sus manos temblaron —. Todo lo que quieres es verme caer… desde que comencé a tomar clases hace meses, lo único que has hecho es crear rumores sobre mí —. Lo empujó, pero este no soltó sus manos —, ¿Es divertido ver a alguien de los barrios bajos estar humillada ante ti?— Eso es lo de menos —. Liberó sus manos, por unos segundos, ya que las volvió a sujetar con una y con la otra su cadera —. Eres realmente hermosa, pero estúpida.— ¡Deja de estar insultándome! —. Ni siquiera tenía fuerzas para hablar — ¿Qué mierda es lo que deseas de mí?— Ya lo sabrás muy pronto —. Besó sus labios, con rapidez —. Disfruta, y nada de decirle a mi hermano
— ¡A fin podremos salir de este lugar! — Gritó Ralph, abriendo los brazos —. Agradecido con el de arriba por ser tan maravilloso conmigo.— Estás siendo muy exagerado con esto, Ralph —. Dijo Sophia, golpeando su brazo —. Hemos estado por unas pocas horas fuera de la universidad y parece como si te fueras a morir de felicidad porque ya no tienes que ver a tus maestros.— No estoy siendo exagerado —. La levantó, y dio vueltas con ella en sus brazos —. ¿Sabes lo bien que se siente el que sólo te falte la pasantía? ¿Qué tu nota en la tesis sea una de las mejores?— Todo esto es gracias a Nina —. La mencionada se espantó por un momento —, ¿Qué es lo que te tiene tan exhausta y despistada?— El que ya no los veré tan seguido como antes —. Mintió, echando su cabello hacia atrás —. Mis notas son hermosas, mi tutor de seguro me dará un gran premio —. Aplaudió —. Estoy emocionada.— Hasta yo lo estaría en tu caso —. Mencionó Gabriel, abrazándola p
— Nunca nos hemos visto —. Apretó la foto en sus manos —. Mejor dicho, nunca antes de mis cumpleaños —. Iba a matarlo —. ¿Por qué diablos tienes todas estas fotos mías aquí?— ¿Quién te dejó entrar? — Sí, iba a lanzarlo por la ventana más cercana —. No es nada de lo que crees…— ¡Me estás mintiendo! — Le lanzó la fotografía —. ¿Qué diablos es lo que quieres de mí? ¿Te pareció divertido jugar conmigo? ¿Todo este tiempo me has estado mintiendo acerca de que somos primos?— No, nunca te he mentido —. Llevó una mano a su pecho —. Cálmate y hablemos como personas…— ¡Civilizado mi clítoris! — Cerró el puño, y lo estrelló contra su rostro — ¡Deja de mentirme!— Déjame explicarte todo con calma, por favor —. Se sostuvo de la pared —. Esto no es lo que crees, en verdad.— ¿Qué no es lo que creo? — Ironizó, con su respiración acelerada —. ¡Aún no me dices la verdad! —. Lo empujó —. ¡Soy un juego para ti!— Te dije que te calmes —. A