— ¡A fin podremos salir de este lugar! — Gritó Ralph, abriendo los brazos —. Agradecido con el de arriba por ser tan maravilloso conmigo.
— Estás siendo muy exagerado con esto, Ralph —. Dijo Sophia, golpeando su brazo —. Hemos estado por unas pocas horas fuera de la universidad y parece como si te fueras a morir de felicidad porque ya no tienes que ver a tus maestros.
— No estoy siendo exagerado —. La levantó, y dio vueltas con ella en sus brazos —. ¿Sabes lo bien que se siente el que sólo te falte la pasantía? ¿Qué tu nota en la tesis sea una de las mejores?
— Todo esto es gracias a Nina —. La mencionada se espantó por un momento —, ¿Qué es lo que te tiene tan exhausta y despistada?
— El que ya no los veré tan seguido como antes —. Mintió, echando su cabello hacia atrás —. Mis notas son hermosas, mi tutor de seguro me dará un gran premio —. Aplaudió —. Estoy emocionada.
— Hasta yo lo estaría en tu caso —. Mencionó Gabriel, abrazándola p
— Nunca nos hemos visto —. Apretó la foto en sus manos —. Mejor dicho, nunca antes de mis cumpleaños —. Iba a matarlo —. ¿Por qué diablos tienes todas estas fotos mías aquí?— ¿Quién te dejó entrar? — Sí, iba a lanzarlo por la ventana más cercana —. No es nada de lo que crees…— ¡Me estás mintiendo! — Le lanzó la fotografía —. ¿Qué diablos es lo que quieres de mí? ¿Te pareció divertido jugar conmigo? ¿Todo este tiempo me has estado mintiendo acerca de que somos primos?— No, nunca te he mentido —. Llevó una mano a su pecho —. Cálmate y hablemos como personas…— ¡Civilizado mi clítoris! — Cerró el puño, y lo estrelló contra su rostro — ¡Deja de mentirme!— Déjame explicarte todo con calma, por favor —. Se sostuvo de la pared —. Esto no es lo que crees, en verdad.— ¿Qué no es lo que creo? — Ironizó, con su respiración acelerada —. ¡Aún no me dices la verdad! —. Lo empujó —. ¡Soy un juego para ti!— Te dije que te calmes —. A
Pasaron semanas en las que todo se volvió oscuridad en la casa. Nina se propuso a hacerle la ley del hielo al omega por lo que le dijo e hizo durante tantos años. Se puso un poco de rímel y un labial ligero antes de tomar su pequeña cartera, la cual estaría usando durante unos días hasta que al fin le dijeran lo que tenía que hacer. Le fue imposible encontrar alguna empresa diferente que le diera luz verde para iniciar su pasantía, ya que debió de mandar una carta antes del tiempo estimado.El omega ya se había ido hace media hora, por lo que su única alternativa era que Gabriel o Ralph fueran por ella.— Buenos días — dijo Ralph, pasándole un café —. Espero que no te importe el tener que beber esto.— Para nada, lo necesito —. Le dio un sorbo —. No me he sentido del todo bien en estos días, por lo que necesito algo que me ayude a olvidar.— Es sobre el hombre que nos dijiste que te sientes así? — Preguntó Sophia, dándole un sorbo a su bebida —
Luca bajó las escaleras de la casa vistiendo únicamente un pantalón de chándal. Se detuvo un momento para apreciar a Nina cantando con uno de los cubiertos una canción que sonaba a través de su teléfono.— Said that we’re not lovers, we’re just strangers — se detuvo al verlo —. ¿Ahora estarás siempre viendo todos mis movimientos mientras cocino?— Sólo estaba viéndote quemar la cocina — señaló la estufa —. ¿No tienes que hacer?— No — desvió la mirada —. No tengo nada más que hacer que dormir todo el día.— ¿Y trabajos del último mes a dónde lo dejas? — lo agarró con las manos en la masa —. ¿Por qué me estás mirando así?— ¿Cómo se supone que debo de verte? —tomó un cuchillo —. Durante el último mes sólo he estado haciendo trabajo, tras trabajo sin descanso alguno — lo apuntó —, y todo es gracias a que mi maldito jefe manda a que dejen cientos de papeles que no tienen nada que ver con mi carrera.— Trabajo es trabajo —. Se
Capítulo 28Nina despertó al día siguiente más renovada que nunca. Ni siquiera parecía como si hubiese dormido todo un día. Se movió a través de la cama, dándose cuenta de que había un cuerpo a su lado. Estaba el omega a su lado, durmiendo con poca ropa y como si nada.— ¡¿Qué diablos estás haciendo aquí?! — gritó, asustada, moviéndolo y después de unos segundos se dio cuenta de que estaba desnuda —. ¡Luca!— Es demasiado temprano como para que ahora tengas que hacer un escándalo — murmuró, abrazando la almohada —. Duerme y déjame hacer lo mismo.— Puedes irte a dormir a tu habitación, ¿Sabes eso?— No lo haré — siguió con los ojos cerrados —. Porque ya estoy en ella.— ¿Qué?— Deja de beber en exceso — respondió, como si nada —. No deseo volver a cargarte en mis brazos como ayer.— ¿Cómo ayer? ¿Qué diablos estás diciendo? — golpeó su rostro con la palma de su mano —. ¡Vete!— Que no me iré — dijo, aburrido, sin sentir d
Luca dejó caer su cuerpo en la silla, quitándose los primeros botones de su camisa. Ese día se había enterado de tantas cosas que deseaba que ya todo terminara y que su madre fuera exiliada. En esa semana, Nathan le mandó a la loca de su ex novia, por lo que tendría aún más trabajo que hacer después de todo, esa maldita mujer le faltaban todos los tornillos.Por culpa de esa omega, la relación entre los cinco se vivió horrible. Ya no eran los mismos lobos que cuando nacieron y cruzaban la línea para que sus padres corrieran detrás de ellos. El grandioso día de la celebración del nuevo hotel había llegado, iría con Rebeca como su acompañante por órdenes de su madre. Esa maldita mujer en cuanto tuviera oportunidad la mandaría al exilio para trabajar día y noche como una persona común.— Hola —su secretaria apareció, con una pequeña pila de documentos —. Ya estos son los últimos que tendrás que firmar el día de hoy — explicó, frente a él —. Tu traje lo dejé esta mañana en
Despertó con todo dándole vueltas, y no entendía las razones por las que sucedía eso. No había bebido nada, sólo lo necesario como para estar medio borracha. Lo que le estaba pasando era lo que deseó eliminar por completo ese día, que Luca tuviera motivos para mandarla a rehabilitación. — Al fin estás despierta, sugar baby — giró su rostro hacia donde estaba Lance con un cigarro en las manos —. Espero que no te importe que me haya tomado el tiempo de verte dormir. — ¿Qué es lo que pretendes hacerme? — sus muñecas estaban atadas a la cama —, ¿Qué diablos es esto? — Únicamente todo lo que te mereces por ser una rimada — soltó una risita —. Desde que llegaste a nuestras vidas, sólo has sido un gran estorbo al entrometerte en los planes de mi vida. — ¿Qué hice qué cosa? — frunció las cejas —, ¿Te estás escuchando al menos? — Todo lo que digo es verdad — se sentó a su lado —. Por tu culpa, una persona inocente va a morir, ¿Crees que eso está bien?
— Soy Nina Conor y soy una alcohólica compulsiva — la omega jugó con sus dedos —. Cuando cumplí dieciocho, decidí refugiar mi tristeza en la bebida, debido a que mis padres siempre me han hecho a un lado por todo, sólo buscaban de mi un ingreso estable para hacerse pasar por ricos con sus amigos, beber sin control o cosas sin sentido para mí.— ¿En algún momento te sentiste querida por ellos?— Nunca, desde que nací... ellos me han tratado como un cero a la izquierda, nunca he visto que ellos me den un poco de amor propio, siempre están encima de mi molestandome por estupideces...— ¿Aun sigues con ellos?— No, pero hasta en mis sueños aparecen — desvió la mirada hacia el piso —. Vivo con alguien que ha tratado de cuidarme durante todos estos años, pero no puede estar tratando de protegerme de todas las personas malas que hay allá afuera.— Entiendo — la mujer anotó todo en una libreta —, ¿Crees que puedas hablarme de lo que pasó hace cu
Nina rodó en la cama después de estar más de dos horas en busca de algo para poder agarrarse ahora que parecía un enorme globo. Esa situación tenía un solo culpable, según ella, y era Luca por dejarla embarazada.— ¡Luca! — gritó, desde la cama —. Por favor ven rápido, siento que explotare si me muevo.— ¿Por qué gritaste y luego bajaste la voz? — preguntó Luca, entrando con una bandeja —. Las hormonas son extrañas.— Ni que lo digas, ahora mismo me siento como si lo único que pudiese hacer fuera rodar sobre la cama — gimoteó —. Es tu culpa, en verdad lo es.— No, no lo es — la ayudó a sentarse en la cama —. Ambos estuvimos de acuerdo con este embarazo — puso la bandeja encima de sus piernas —. No me eches la culpa de esto.—No tendremos más hijos en mucho tiempo — abrió la boca para que le diera de comer —. Tengo que volver a ver a mis amigos, pero tengo miedo de que me vean raro ahora que estoy así de enorme.— Ellos te entenderán, ya