Elena tomó asiento en un banco cercano, cruzando las piernas mientras Lucas, su otro hermano, se sentaba junto a ella con los brazos cruzados. Hades permaneció de pie a su lado, observando la escena con atención.—Lucas, ¿me puedes explicar cómo es que ustedes dos están aquí? —preguntó Elena, alzando una ceja y cruzando los brazos en un gesto que reflejaba su incredulidad.Lucas suspiró y miró a su hermana.—Te seguimos, obviamente. Sabíamos que este asunto con Iris y Hades era importante, y Dante insistió en que no podíamos dejarte manejar esto sola.—No estaba sola. —Elena señaló a Hades con un gesto—. Él siempre ha estado conmigo.Lucas ignoró la réplica y cambió el enfoque.—Y claramente Dante tenía razón en venir. Mira la situación. Si no hubiera estado ahí, Iris estaría en problemas ahora mismo.Elena rodó los ojos, pero no pudo evitar mirar de reojo hacia donde estaban Dante e Iris. Su hermano mayor estaba ahora buscando agua, mientras Iris se sentaba en otro banco cercano, aún
Iris se sienta frente a su padre, Farid Al-Malak, un hombre de presencia imponente, conocido por su carácter estricto y su dedicación al honor familiar. Él estaba revisando unos documentos importantes cuando su hija irrumpió en su despacho con una expresión determinada.—Padre, necesito hablar contigo.Farid deja los papeles en su escritorio y levanta la mirada, arqueando una ceja.—¿Qué sucede, Iris? Espero que sea algo importante.Ella respira hondo, preparándose para lo que sabía sería una conversación tensa.—He roto mi compromiso con Hades.Farid frunce el ceño, y su expresión se endureció.—¿Qué dices? ¿Rompiste el compromiso con los Al-Rashid? ¿Sin consultarme?—Sí, papito lindo. No tenía sentido continuar. Él está enamorado de otra mujer llamada Elena, y yo... —Hizo una pausa, sintiendo cómo su corazón se aceleraba al recordar a Dante—. Yo conocí al Alfa de mi vida y quiero que me ayudes a atraparlo.La confesión deja a Farid sin palabras por unos segundos. Luego, se levanta d
—Gracias por acompañarnos esta noche, Iris. —Tomó su mano con suavidad, inclinándose ligeramente mientras depositaba un beso en el dorso de esta—. Espero que podamos conocernos mejor.Iris sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo, una mezcla de emoción y sorpresa ante el gesto tan elegante y delicado de Dante. Sus mejillas se tiñeron de rojo mientras lo miraba directamente a los ojos.—El placer fue mío, Dante. Y... también espero que podamos hablar más.Con esas palabras se despidieron. Iris se fue con su padre.Lucas, quien estaba cerca, no pudo evitar soltar un comentario burlón cuando Dante regresó hacia él y Hades.—¡Vaya, hermano! Seguro Iris no lavará esa mano por días. —Lucas rió, pero antes de que pudiera decir algo más, Dante le dio un suave golpe en la cabeza.—Deja de comportarte como un niño, Lucas —dijo Dante, aunque una sonrisa escapó de sus labios.—Lucas, mejor ya vete a dormir—le aconseja Victoria.Mientras los hermanos varones salían junto con Hades y Elena, las espo
—Si, eres el menor de los tres—aclara Elena—Asi que déjate de darte bombo.—Soy más alto que tú.—Sigues siendo el menor—ella se ríe.Layla, sin perder el tiempo, extendió su mano también.—Un placer conocerte, Lucas. Soy Layla, la hermana más encantadora de Hades.A Hades casi le dale una risotada.Lucas, acostumbrado a manejar situaciones incómodas con humor, sonrió mientras estrechaba también la mano de Layla ajeno al deseo de ambas.—Bueno, parece que la familia de Hades tiene lindas chicas. Es un placer conocerlas.A lo largo de la mañana, Yazmín y Layla no perdieron la oportunidad de competir por la atención de Lucas.Yazmín intentó impresionarlo con su conocimiento de cultura e historia, mientras que Layla desplegaba su encanto natural con comentarios ingeniosos y una sonrisa deslumbrante.Amir, observa todo desde una esquina del jardín, comentó en voz baja a Hades.—¿Tus hermanas siempre son así?Hades suspiró.—Solo cuando están interesadas en alguien.Elena, escuchándolos, b
El cambio de ritmo en la música fue un alivio para Iris, aunque apenas podía concentrarse con Dante tan cerca.Él se movía con fluidez, adaptándose al nuevo ritmo, pero no la soltó ni un momento. Su mano permanecía en su cintura, como si temiera que pudiera desaparecer si dejaba de tocarla.—¿Te diviertes? —pregunta él con una sonrisa traviesa.—Mucho más de lo que esperaba. —Iris alzó la mirada hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y algo más que ella aún no se atrevía a definir.Dante se inclinó para susurrarle al oído:—Entonces es una noche perfecta.El ambiente en la discoteca seguía cargado de energía, y aunque el lugar estaba lleno, para ellos parecía que solo existían el uno para el otro. Después de unas cuantas canciones más, Iris, algo acalorada, tiró suavemente de la mano de Dante.—Necesito aire.Él asintió y la guió fuera de la discoteca. La noche de Abu Dabi era fresca, y las luces de la ciudad brillaban con intensidad, reflejándose en los edificios cerc
Al siguiente dia, en la mansión, Lucas seguía lidiando con la atención de Yazmín y Layla. Ambas habían regresado con la excusa de visitar a Elena, a su tío, a su primo, y hasta el perro, pero rápidamente se centraron en él.—Lucas, ¿te gusta más la playa o las montañas? —pregunta Yazmín, intentando iniciar una conversación, mientras comparten una taza de té.—¿Playa? —interrumpe Layla, riendo—. Por favor, Yazmín, míralo. Seguro prefiere algo más emocionante, como el esquí o el alpinismo.Lucas, atrapado entre las dos, levanta las manos en un gesto de rendición.—Honestamente, disfruto de ambos. Pero no soy tan exigente como parecen pensar. Aunque prefiero la vida nocturna, un poco de cerveza.Elena, observa la escena desde una silla frente a la isla de la cocina, no pudo evitar reírse en silencio mientras Hades murmuraba:—Esto es un desastre. Es primera vez que veo a mis hermanas en ese estado. Realmente eso de la impregnación es serio. Cuando mi padre lo sepa hay que ir comprando la
El aeropuerto de Abu Dabi estaba lleno de vida y movimiento. Entre los viajeros apresurados y las familias que se reunían con sus seres queridos, Elena esperaba ansiosa junto a Hades. Vestía un vestido ligero en tonos beige, ideal para el clima cálido, mientras revisaba su teléfono cada pocos minutos.—¿Nerviosa? —pregunta Hades, apoyándose casualmente contra la barandilla mientras la observaba.—No exactamente. Es solo que no la veo desde hace dias. Leila y yo somos como hermanas —responde Elena, con una sonrisa nostálgica.Hades asintió, aunque su atención se desvió cuando un grupo de pasajeros comenzó a salir de la puerta de llegadas. Finalmente, una figura conocida apareció entre la multitud.Leila Saragoza, con su pelo negro brillante y sus ojos color avellana que parecían iluminar todo a su paso, caminó hacia ellos con una sonrisa radiante. Vestía una blusa blanca sencilla y unos pantalones de lino que acentuaban su figura elegante.—¡Leila! —grita Elena, corriendo hacia ella pa
La gente viene y va, mientras el lounge continuaba vibrando con música suave, conversaciones discretas y el tintineo de copas al brindar. Iris revisó su reloj, y tras murmurar unas palabras al oído de Dante, se excusó del grupo.—Tengo una reunión de trabajo que no puedo postergar. Fue un gusto verlos —dijo Iris mientras le daba un beso en la frente a Dante y estrechaba la mano de Hades y los demas.—Voy contigo—le dice Dante.—Nos vemos luego, Iris. Dante cuida de ella. Nos vemos en la casa—responde Hades, sin dejar de observar a Kalid a la distancia.Media hora después, las hermanas de Kalid y Hades, Yazmín y Layla, también encontraron la oportunidad de alejarse de su hermano mayor.—Hermano, como ya se terminó la reunión, vamos a la mesa de Hades...tenemos algo pendiente que debemos preguntarle —dijo Yazmín con una sonrisa que no admitía negativas.—Hagan lo que quieran, pero ya saben que padre está enojado con el por los negocios que le arruinó. Así que evite. que de enoje también