Al día siguiente, Justin se levantó a temprana en horas de la madrugada para darle agua a Max, sin embargo, no había podido dormir un poco pensando en Emma, y en porque había cortado la llamada, intentó durante toda la noche contactarla, pero fue en vano, no recibió respuesta, su celular salía apagado, no había podido dejar de pensar en lo que pudo haber sucedido. —Estoy preocupado Max, no sé qué le haya pasado, no me responde… ella si es la dueña de mi corazón y cuando la conozcas espero que te guste, porque últimamente a ti no te gusta nadie, ella debe gustarte, es una chica muy hermosa —sin embargo, pareció que a Max no le gustaron sus palabras porque le dio la espalda. Justin decidió que tenía que hacer algo al respecto, no podía quedarse sentado esperando a que Emma le respondiera. Así que, después de darle agua a Max, decidió marcarle a Loras. —Hermano, necesito que vayas por Emma —de inmediato le contó lo sucedido, lo ocurrido la noche anterior. “Justin, pero empecé con la
Al escuchar las palabras de Serena, el cuerpo de Justin se tensó y cerró una de sus manos en un fuerte puño, le provocaba ir a enfrentarlos, sin embargo, sabía que debía ser inteligente y controlarse, ya llegaría el momento de poder hacerlo.Respiró con suavidad y continuó escuchándolos.—¿Yo mandé a matar a mi sobrino? De verdad que eres una descarada, sabes muy bien que fuiste tú. Yo jamás hubiese sido capaz de hacerle daño —expresó el hombre indignado.—Pero fuiste tú quien me contrató para hacerme pasar por la nieta de ese viejo, y engañar a tu difunto sobrino, así que si digo que eres mi cómplice, todos lo van a creer y no podrás hacer nada—pronunció la mujer sonriendo satisfecha—, tú dirás si no me ayudas.El hombre suspiró sabiéndose perdido y accedió.—Te ayudaré… pero antes debo saber a qué laboratorio se enviaron las muestras —le dijo el hombre—, voy a averiguarlo con el abogado López —pronunció tomando su celular y haciendo la llamada.Justin terminó alejándose con Max, ya
Justin se sonrió porque había estado esperando eso y estaba preparado, a pesar de la situación peligrosa, mantuvo la calma y comenzó a pensar en una forma de salir de esa situación.—Escucha, no necesitas hacer esto —dijo Justin, intentando mantener su voz firme y controlada—. Es solo un perro, no vale la pena cometer un crimen por él.El hombre lo miró con frialdad y apretó aún más la pistola contra la cabeza de Justin.—No me importa lo que valga el perro, solo sé que me están pagando muy bien por esto y no voy a dejar pasar esta oportunidad.En ese momento, Max, comenzó a gruñir y mostró los dientes en señal de advertencia, sabía que algo malo estaba sucediendo y estaba dispuesto a proteger a su amo.—Chico, no hay necesidad de apuntarme, si quieres mi cartera déjame dártela —pronunció intentando sacar la cartera.—Queremos al perro, así que entrégamelo, dame la correa —exigió el hombre.—Quieres la correa, ¡Tómala! —exclamó Justin, al mismo tiempo que liberaba a Max del agarre.Cu
El padre de Emma había quedado solo, mientras veía el avión donde partió su hija alejarse, sintió cierto alivio, ya no tenía la presión de que su hija estuviera en peligro, por eso tomó su teléfono, hizo algunas llamadas y convocó a una rueda de prensa para el día siguiente.Luego se fue a su casa para acomodar cada una de las pruebas que tenía en contra de los responsables, se sentía más seguro y estaba dispuesto a desenmascararlos, no permitiría que esa gente pusiera en peligro la seguridad nacional.Pensó que ese era el momento, estuvo trabajando todo el día, organizando todo, había dejado algunos hombres custodiando la casa, los que pensaban era de su confianza, sin embargo, como a eso de las dos de la mañana, tocaron el timbre de la puerta.Cuando abrió no se inmutó, a pesar de que los tres hombres frente a él tenían el rostro cubierto.—¿Vienen por mí? —interrogó, aunque la pregunta se escuchó más como una afirmación.—Sabías que eras cuestión de tiempo para que esto ocurriera,
Emma se sintió atrapada, entre la espada y la pared, no sabía cómo responder. No podía decirle al hombre la verdad, que el bolso era suyo y que lo había tirado por la ventana para intentar escapar de él y de la mansión. Pero tampoco podía mentirle, sabía que Ader era astuto y podría descubrir la verdad.Tragó saliva y trató de pensar en una respuesta creíble. —Es de...—comenzó a decir, pero no se le ocurrió nada, sin embargo, se salvó cuando se acercó una chica, la cual recordó cómo la hermana de Ader, se llamaba Amine.—¡¿Quién carajos tomó mi morral que estaba junto a la ventana de Emma?! —inquirió la chica molesta.Ader se giró y se quedó viendo con sospecha.—¿Acaso esto es tuyo? —le preguntó de mala manera y ella colocó los ojos en blanco en una señal de estar exasperada.—¿Si no fuera mío estaría preguntando? —interrogó enojada, arrancándoselo— ¡Metiches tus hombres! Ahora por culpa de ellos no podré salir.—¿Dónde pensabas ir? —habló molesto su hermano.—A verme con un novio
El abogado López observó complacido a cada uno de los presentes, mientras Max ladraba en señal de alegría, la madre de Justin y su padre, terminaron llorando de alegría, los tíos Kevin y Gregory sorprendidos, los demás en silencio viendo cómo se desarrollaban los acontecimientos, incluso su hermano tan hablador estaba silencioso y Serena parecía indignada con su declaración—¿De qué estás hablando, Justin? —dijo la mujer, tratando de hablar con firmeza—¿Qué estás diciendo? —preguntó visiblemente confundida y enojada.—Lo que digo es lo que escuchaste, todo fue una trampa, fraguada por mis tíos Gregory y Kelvin, ellos te pagaron para que te hicieras pasar por Serena Moreau la nieta de Aníbal, el mejor amigo de mi abuelo, me engañaras y te casaras conmigo… —antes de Justin continuar hablando, su tío Kelvin se levantó con una expresión de asombro y lo interrumpió.—Lo siento sobrino, pero no sé de qué estás hablando, ni de dónde sacas esas ideas que parecen un guion de una telenovela —di
El resto del día Emma lo pasó en un estado de completa zozobra, mezcla de tristeza, preocupación y temor, por su padre, por querer encontrar una salida para deshacerse de ese compromiso. Amine la vio turbada y se acercó a ella poniendo su mano en el hombro.—Te prometo que te voy a ayudar, porque no intentas de nuevo —sugirió.—No responde, es inútil.En ese momento tocaron la puerta, cuando abrieron, entraron varias mujeres.—Venimos de parte del señor Adel, necesitamos que se mida los vestidos de novia que el señor escogió.—Lo siento, pero yo no voy a medirme nada… no voy a casarme—comenzó a protestar. —Entonces, le avisaré al señor y que sea él quien nos diga que haremos.La mujer tomó el celular y comenzó a teclear unos números, pero antes de que la llamada le cayera, Amine le quitó el teléfono.—Por favor, ¡Deténgase! Déjeme hablar con mi cuñada —dijo Amine, quien había permanecido en silencio durante la interacción, y miró a Emma con preocupación.La tomó del brazo y la alejó
Amine frunció el ceño, confundida por las palabras de Emma. —¿Qué quieres decir, Emma? —preguntó Amine, tratando de mantener la calma—. ¿Acaso te vas a casar con Ader? ¡Estás de manicomio! Y piensas que estoy pintada en la pared si haces eso.Emma se quedó en silencio, sintiéndose sin fuerzas para hablar, llevó las manos a la cabeza en un gesto de desesperación, la noticia de la muerte de su padre había sido un golpe devastador, sumado a la traición de Justin, todo era demasiado confuso para ella.—Siento que no tengo nada más que perder —dijo Emma, finalmente—, perdí a mi padre, el hombre de quien me enamoré me traicionó, siento que no tengo razones para seguir —pronunció con los ojos humedecidos.Amine frunció el ceño, sintiendo la preocupación y el miedo creciendo en su interior.—No digas eso, Emma —dijo Amine, tratando de sonar reconfortante—. Tienes a tus hermanos.Ella hizo una mueca de burla.—Ni siquiera los he visto más en los últimos tiempos.—Mira, el dolor te nubla la ra