Después del ataque nada ha resultado ni tan fácil ni tan simple como hubiese querido. Hemos tardado más de una semana en poder reconstruir las casas dañadas, los heridos se acumulaban en el hospital de la Manada.

Emily ha ayudado mucho, desde que el peligro paso ella se ofreció como voluntaria en hospital para cuidar a los enfermos. Es verdad que nosotros los lobos sanamos mucho antes pero está vez las heridas no eran las comunes.

Había veneno y la única forma de poder envenenarnos fue que ellos mismos llevasen en sus garras o en sus colmillos el veneno pero no llegamos a comprender como ellos mismos no se veían afectados.

Nathan dice que el aconito si es consumido con regularidad y en pequeñas dosis te puede hacer inmune al final, pero a un coste muy alto.

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Nunca me han gustado los calabozos, el olor aquí es insoportable. Es un olor a hierro, orin, heces y descomposición que tarda en desaparecer de las fosas nasales.

Bajo hasta el segundo nivel allí se encuentran tres de nuestros